La primera mujer mexicana en ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, Soraya Jiménez Mendivil, es recordada como “la mujer de oro”. En este video puedes revivir la emoción de aquella justa en la que México, la CDMX y Naucalpan se llenaron de orgullo. Soraya Jiménez en el 2000 levantó la moral de una nación.
Con la mirada fija en la barra y dos gotas de sudor bajando por su frente, Soraya, logra un primer levantamiento que la coloca como la principal contrincante de la halterista Ri Song Hiu de origen norcoreano, todo apuntaba a que Song se llevaría la presea dorada.
Minutos después nuestro país gritaría al ver la hazaña de la joven mexicana; logró el primer lugar en halterofilia femenina. Logró conseguir una presea de oro para México.
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Era la primera vez de las mujeres en la halterofilia. Ese 18 de septiembre del 2000 era la primera, de muchas veces, que todas las deportistas mexicanas nos llenarían de orgullo y gloria demostrando que lo único débil; eran las brechas de género.
“Somos oro” fue lo primero que escuchó Jiménez de su entrenador al soltar los 222.5 kilogramos que había logrado levantar por encima de su cabeza. Ese día, Soraya, levantó más que las pesas; la bandera de México y nuestro himno nacional nos emocionaban desde Australia.
Soraya Jiménez primero fue basquetbolista, llegó al levantamiento de pesas por casualidad, pues durante su recuperación logró romper un récord nacional. Con apenas 14 años, Soraya, comienza a levantar pesas. A competir. A prepararse. “Voy a romper mi propio récord”, era su máxima según recuerdan sus entrenadores y familiares.
Su abuelo fue la principal motivación para entrar al Comité Olímpico Mexicano, él había ganado una presea en equitación, el deseo de Jiménez de ser olímpica nunca desapareció.
Durante una entrevista la deportista declaró que mientras le colocaban la medalla de oro en el cuello, solo pensaba en su abuelo “está es por ti”. Soraya, “El Oso”, luchó contra el machismo, sus límites y una lesión para participar en aquella disciplina.
La medallista murió el 23 de marzo de 2003 a los 35 años. La causa de su partida fue un infarto. La deportista dejó una huella y un legado deportivo en nuestro país, inolvidable.
