Jill, es uno de los binomios caninos de la Secretaría de Marina (Semar) que participaron en el Simulacro Nacional 2024, realizado en la Ciudad de México. ¡A todos nos enamoró! Y por ello, en Chilango, te contamos cómo fue su actuación este jueves 19 de septiembre.
Simulacro 2024: Así fue la participación de Jill, el binomio canino de la Marina
El perrito rescatista le tocó ser uno de los protagonistas en el ejercicio hipotético de una contingencia durante este Simulacro Nacional 2024. El peludo estuvo en el sótano cuatro de la famosa Torre Reforma, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc.
Junto al tercer maestre Saúl González Cortés, también miembro de la Semar, el lomito de dos años tuvo que encontrar a una persona que habría sido lesionada durante el siniestro hipotético. La persona, supuestamente, tenía lesiones en miembro pélvico y sin compromiso vital.
“Utilizamos la ayuda del binomio canino para que nos ayudara a encontrarlo. Lo llevamos y dio un marcaje positivo para que entraran”, explicó, en entrevista con Chilango, el miembro de las Fuerzas Armadas.
Gracias a su entrenamiento, Jill pudo completar con éxito el ejercicio en este Simulacro Nacional 2024. Por ello, como premio, recibió su pelotita que no soltó hasta que terminó la evacuación y regreso de las personas a sus edificios.
¿Cuál es la función de los perros rescatistas?
Así como Jill, quien participó con éxito en el Simulacro Nacional 2024, en México hay muchos perros rescatistas. ¿Te acuerdas de Frida o Prometeo? Pues hay muchos cuerpos de binomios que se dedican a ayudar a las personas en situaciones de desastre.
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), un binomio canino está conformado por un humano y un perro, ambos capacitados para realizar una tarea específica como la localización de personas atrapadas en estructuras colapsadas o extraviadas.
En la protección civil los binomios caninos juegan un papel fundamental en la búsqueda y rescate de personas. Además, tienen otras aplicaciones como la detección de drogas, de explosivos, guías para personas débiles visuales o como apoyo a labores de seguridad; cada una requiere de capacitación específica.
Pero no es nada sencillo. El entrenamiento que requieren ambos elementos es muy especializado y es impartido por instituciones certificadas. En el caso de los caninos, su formación comienza desde sus primeros meses de vida. Por otro lado, el elemento humano debe dedicar gran parte del tiempo a la convivencia con el perro para consolidar la relación de confianza y lograr una comunicación más efectiva.
