Cerrados desde hace 11 meses, los salones de fiestas en CDMX reportan pérdidas por alrededor de 700 millones de pesos. Aún no se sabe cuándo o cómo podrá retomar actividades una industria que genera más de 120 mil empleos permanentes y eventuales.
Si bien, la CDMX regresará a semáforo naranja a partir del 15 de febrero, tras registrar una baja en contagios y hospitalizaciones, la pandemia está lejos de acabar.
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Hasta ahora, las autoridades capitalinas no se han pronunciado sobre un plan para reactivar ese sector. “No es tiempo de reuniones, ni de fiestas”, sostienen.
Incluso, aunque la pandemia ceda y el plan de vacunación avance, todavía pasaremos muchos meses con medidas sanitarias.
Los salones de fiestas en CDMX y los servicios de entretenimiento están conscientes de esta situación, por lo que han buscado formas de adaptarse a la #NuevaNormalidad.
Salones de fiestas en CDMX: a reinventar los eventos sociales
Ingrid esperaba celebrar sus 15 años en diciembre pasado. Mandó mensajes e invitaciones para su fiesta, a la cual asistirían cerca de 300 personas. Sin embargo, la contingencia sanitaria empeoró en CDMX y en el Estado de México.
Al final ella y su familia pospusieron el festejo para junio próximo, con la esperanza de que la contingencia sanitaria haya pasado.
Durante este tiempo, la familia de Ingrid ha estado en constante comunicación con el salón que contrataron.
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La familia recibió apoyo y los administradores del lugar accedieron a cambiar la fecha de los XV años; no obstante, pusieron nuevas reglas.
Más que recuerdos, cada mesa tendrá gel desinfectante, la fiesta durará menos tiempo y la lista de invitados debe ser más pequeña.
Por si fuera poco, tendrán que poner gel antibacterial a la entrada del salón y otros insumos para permitir que los invitados puedan entrar al evento.
Ingrid y su familia ya trabajan en los cambios; sin embargo, la idea de volver a posponer el festejo sigue latente.
Durante el año pasado y lo que va de este, los salones de fiestas en CDMX han perdido cerca de 700 millones de pesos debido a las cancelaciones, aseguró Larisa Navarro, representante de la Asociación de Recintos de Eventos y Banquetes, en entrevista con El Universal.
Que los salones reporten pérdidas económicas no implica que no haya habido bodas y otros eventos durante la pandemia.
Solo una de cada 10 parejas con una boda planeada la cancelaron por la emergencia sanitaria, indica el portal Bodas.com.mx.
El resto de parejas festejó de manera diferente: con menos invitados, a través de plataformas digitales o simplemente aplazaron la fiesta.
La tendencia para este año es similar. Hasta ahora solo 9% de las parejas ha aplazado su matrimonio a 2022, de acuerdo con el mismo sitio.
El resto de parejas decidió ajustar sus planes, hacer obligatorio el uso de cubrebocas en la celebración, restringir los bufetes, recortar las listas de invitados y reacomodar los espacios.
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Bodas.com.mx establece que las fiestas serán diferentes. En vez de bailar se optará por actividades como cañones de confeti, pirotecnia, espectáculos de danza, shows con tambores de agua, comediantes y hasta caricaturistas para entretener a los invitados.
En el caso de los alimentos, los salones y organizadores optarán por ofrecer paquetes más pequeños. No habrá mesas de dulces. Los pasteles serán para menos gente. Todo con el objetivo de inhibir las áreas comunes hasta donde sea posible.
Otro de los cambios que prevé la plataforma es que la mayoría de festejos se realizarán en espacios abiertos, donde disminuye el riesgo de contagio.
Pero ojo, el riesgo seguirá existiendo. El doctor Jezer Lezama explicó en entrevista con Chilango que se ha demostrado que el coronavirus puede transmitirse por aerosoles, es decir, por las gotas minúsculas que expulsamos al hablar, respirar o cantar.
Por esa razón, entre más gente, hay mayor riesgo de contagio. Eso sin importar si la fiesta se hace en un lugar abierto.
“El riesgo radica en la interacción que existe entre la gente. A medida que más gente hay, esa interacción representa riesgo de contagio”, detalla el infectólogo.
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De acuerdo con el especialista, si se insiste en hacer una fiesta, se deberían tomar medidas como mantener la sana distancia, usar cubrebocas, señalar puntos de acceso y salida, que el staff (bien protegido) atienda a invitados, evitar abrazos y saludar de mano.
“Pero entra un doble problema. Una cosa es guardar distancia y usar cubrebocas, pero a la hora de comer no puedes evitar pasarle la servilleta a la abuela. Si tienen mucho tiempo sin verse, van y se abrazan.
“Es complicado decir: ‘se prohíben abrazos, darle besos a los nietos’, pero si queremos reuniones seguras así deben ser por el momento”, detalla.
Jezer Lezama advierte que debemos pensar en comunidad y evitar ir a reuniones.
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Una opción… para algunos
En ese contexto, las autoridades analizan la posibilidad de permitir que los salones de fiestas en CDMX puedan reabrir.
Hasta ahora el plan bisca que puedan retomar sus actividades funcionando como restaurantes, sin organizar ningún tipo de reunión y siempre y cuando cuenten con espacios al aire libre, como jardines.
Sin embargo, uno de los inconvenientes es que muy pocos salones de fiestas en CDMX cuenta con espacios abiertos.
Larisa Navarro detalló que ocho de cada 10 salones no cuentan con lugares al aire libre.
Por ahora, aún no es tiempo de vals…
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