En México el cierre de las festividades decembrinas se extiende hasta los primeros días de enero, el conocido “Maratón Guadalupe/Reyes” termina justamente con la llegada de los tres “magos” de Oriente a las casas para dejarle a los niños que se portaron bien juguetes y otros regalos. Sigue leyendo para enterarte el origen de esta tradición.
¿Qué se celebra el día 6 de enero en México?
Cada 6 de enero se recibe con gran alegría la visita de los tres Reyes Magos, que dejan todo tipo de presentes las primeras horas de este día; aunque para que se cumplan los deseos, las cartas que los niños (y uno que otro adulto) les escriben, deben ponerse en el árbol de Navidad el 5 por la noche.
El origen de esta tradición es bíblico, en el Evangelio de San Mateo se hace referencia a los “magos” que fueron guiados por una estrella para que adorasen al rey de los judíos que acababa de nacer, aunque el texto no da sus nombres, no menciona que fueran reyes y tampoco que hayan sido tres.
¿Cuáles son los nombres de los Reyes Magos?
Los detalles que hay de estos personajes vienen de los Evangelios Apócrifos, en los que el término “mago” hace referencia a astrólogos que podían, a través de las estrellas, predecir acontecimientos. Otra referencia es la que hizo Quinto Séptimo Tertuliano, padre de la Iglesia en el siglo III.
Tertuliano encontró en el Salmo 72 del Antiguo Testamento: “Que los reyes de Saba y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes”. Son un trío de reyes porque se vinculan con la Santísima Trinidad, así como por el número de regalos que le llevaron al niño Jesús. De sus nombres fue la tradición medieval la que les puso Melchor, Gaspar y Baltazar.
La tercia de “magos” apareció por primera vez en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena, en un mosaico que data del siglo VI. En algunos sitios de Europa, el 6 de enero se escribían sus iniciales, MGB, en las puertas de las casas y en establos para proteger a la gente y animales de ataque de demonios y brujas.
Durante el Renacimiento la representación de los Reyes Magos alcanzó su punto más álgido en expresiones pictóricas, a través de la obra de maestros como Masaccio, Fra Angelico, Gozzoli o Botticelli, en Italia; Van der Weyden, Memling, El Bosco y Rubens, en Flandes, y El Greco, Velázquez y otros, en España.
¿Quién es el cuarto Rey Mago?
Otra leyenda cuenta que a los Reyes Magos de Oriente que le presentaron a Jesús oro, porque se le consideraba un rey; incienso, porque era una divinidad, y mirra, que lo humanizaba, también se quería unir Artabán, un cuarto “mago”, que le llevaba al nacido Dios rubí, jade y diamante.
Artabán se encontraría con Melchor, Gaspar y Baltazar en Borsippa (Mesopotamia) para trasladarse a Belén, pero en su camino se topó con un hombre a quien habían asaltado, por lo que decidió regalarle un diamante. Al llegar al sitio acordado, encontró una nota de los tres reyes porque no pudieron esperarlo.
Tuvo que seguir el camino en solitario y cuando por fin pudo llegar a Belén, se enteró que debido a la matanza de recién nacidos que ordenó el rey Herodes, para acabar con el mesías, María, José y Jesús tuvieron que huir y partieron con rumbo a Egipto, por lo que ya no los pudo ver.
¿Cuándo se parte la Rosca de los Reyes Magos?
La rosca que cada año reúne a la gente en varias oficinas y casas de Chilangolandia y el orbe tiene su origen en el siglo XIV, en lugares como Francia y España, a nuestro país llegó durante la época de la Conquista. Todo en este postre está lleno de simbolismos, como que es circular porque representa el amor de Dios a los humanos, que es infinito.
Otro detalle son las frutas secas, que hacen un guiño a las joyas en las coronas de los Reyes Magos y el “muñeco”, que es el niño Dios. En nuestro país se agregó la tradición de que aquel que parte un pedazo y “le sale Jesús” se “debe poner guapo” con la tamaliza el 2 de febrero, Día de la Candelaria, la celebración de la purificación de la Virgen María.
El día en el que se parte la Rosca de Reyes es precisamente el 6 de enero porque conmemora su llegada, 13 días después del nacimiento de Jesús, al pesebre en Belén, guiados por la estrella.
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