Tortería de la Roma lucha contra desalojos
¿Se te antoja una torta? La Tortería Colima, en la Roma Norte, regalará tortas este 20 de julio para que la gente apoye su lucha contra los desalojos.
Por: Andrés Rangel Garrido
En la colonia Roma Norte existe un negocio que se niega a morir: la Tortería Colima, famosa entre otras cosas por ser de los establecimentos más antiguos de la zona. Fue fundada en 1968 por la misma familia que ahora la atiende. Sin embargo, desde el pasado 2 de mayo, los hermanos Ortiz Trigueros han recibido constantes amenazas y ataques para desocupar el local y dejar libre el edificio, pues los supuestos apoderados legales del inmueble pretenden demolerlo el próximo año y, en su lugar, construir departamentos.
“Empezamos a escuchar mazazos. Como que querían romper algo. Después un taladro. Al siguiente día, el 3 de mayo, nos dimos cuenta que había orificios en el techo. Fuimos al Ministerio Público y no nos quisieron aceptar la denuncia porque no éramos dueños. Luego, a partir del 6 de mayo, todos los días han estado tirando agua por estos orificios. Se escucha como cascada”, comenta Noemí Ortiz Trigueros, una de los cinco hermanos que atienden este negocio, por influencia de su padre, desde que eran niños.
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La Tortería Colima se encuentra en la planta baja de un edificio de cuatro pisos, ubicado en el número 83 de la calle Mérida, justo en la esquina con la calle Colima, por la que fue nombrada así. Además de este local, el edificio alberga cinco accesorias más, de las cuales solo quedan dos ocupadas, más la tortería, pues en 2016 entraron por la noche, las vaciaron y las cerraron para que sus dueños ya no pudieran entrar.
Con esta misma técnica han desocupado casi en su totalidad los 21 departamentos que alberga el edificio. Ahora solo quedan habitados tres departamentos, algunos cuartos de servicio, y una firma de abogados en el primer piso: “Idelfonso y Asociados”, especializados en asesoría jurídica e inmobiliaria, según su propia descripción.
Los dueños de dicha firma son José Luis Ildefonso Prieto y Alejandro Gallaga Alamillo, representantes legales de Guillermo Santiago Salinas Plata, quien junto con Norma Angélica Moreno Iturria han amenazado directamente a los dueños de la Tortería Colima.
A raíz de los incidentes de mayo, los hermanos se han estado quedando a dormir en la tortería para defender su negocio en caso de que entren durante la noche y quieran sacar sus cosas para desalojarlos. “Es muy cansado vivir así, pero no hay de otra. Debemos resistir”, asegura Noemí, en entrevista con Chilango.
Por esa razón, este sábado 20 de julio, los dueños de la Colima organizaron el Tortas pa’ la banda, Volumen 2, un evento en que que regalarán tortas para que más gente conozca su lucha.
Origen del problema
En 1985, Samuel Ortiz y sus hijos firmaron un contrato de compraventa de la accesoria, con lo que se convirtieron en los dueños del local. Con la muerte de su padre, en 1996, los hermanos asumieron la propiedad de la tortería, y Noemí quedó como la dueña de la accesoria. Pero, en ese entonces, unas personas les notificaron que no podían comprar esa parte del edificio por separado y los demandaron; sin embargo, el caso quedó ahí, no trascendió legalmente, porque no encontraron fundamento.
Fue hasta 2010 cuando empezaron las amenazas y el interés de otras personas por adueñarse del edificio: “Llegó un señor llamado Guillermo Santiago Salinas Plata y dijo que era el apoderado de los dueños. Nunca se acreditó, nada más vino y nos lo dijo. Quería que desocupáramos pronto. ‘El martes vengo por las llaves de sus locales y les doy el departamento que ustedes quieran’, dijo, pero ni siquiera había departamentos desocupados. Eso nos hizo dudar. Luego supimos que era del INVI (Instituto deVivienda del Distrito Federal”, recuerda Noemí.
Tiempo después, Norma Angélica Moreno Iturria se autoproclamó líder de los vecinos de varios edificios, en conjunto con el INVI. Se dedicaba a realizar reuniones, en las que cobraba la entrada a 60 pesos. “Nosotros nunca la reconocimos como líder”, aclara Noemí, y explica: “Viene a intimidar con su gente, gente muy agresiva, de mal aspecto, la mayoría hombres. Incluso aquí afuera se han estado drogando. Siempre llegan y se juntan en la esquina. Es cuando nos damos cuenta que ya va a haber un desalojo”.
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Técnicas de desalojo
“Mi sobrina ocupaba el departamento 17. Una tarde de julio de 2018, mientras estaba en su trabajo, empezaron a llegar estos muchachos, y dijimos ‘va a haber un lanzamiento’ (desalojo). Entraron al edificio. No dejaron entrar ni salir a nadie más. Llamamos a la patrulla, y los policías dijeron que no había problema, que sí era legal. Le sacaron todos sus muebles aunque no se puede hacer un lanzamiento si no hay gente adentro. Pero se quedaron con lo que les gustó, hasta las tarjetas de crédito. Denunciamos los robos, pero según el Ministerio Público cuando es un lanzamiento no procede”, comentó Noemí.
A otro vecino le aventaron su cama por un balcón. Al huésped del departamento 15 lo presionaron con perforaciones en el techo y pared, desde donde le aventaban papel sanitario, aserrín y agua.
En 2012 a la señora que atendía el restaurante de la accesoria contigua la desalojaron de manera violenta. Noemí recuerda que tiraron a la señora al suelo y la patearon otras mujeres. “Yo estaba tocando el botón de emergencias, y luego me puse a grabar, pero me arrebataron mi celular. Luego llegaron las patrullas y no se llevaron a nadie”.
De acuerdo con los testimonios, de 2012 a la fecha se han realizado en este edificio un aproximado de 20 desalojos —incluyendo los de las accesorias— con estas técnicas de intimidación y violencia, sin importar los periodos de renta. “Todo es muy triste, con mucha crueldad por parte de ellos”, enfatiza Noemí.
Tortas y jugo en defensa del barrio.
Los desalojos en Ciudad de México no sólo dejan a personas sin vivienda y desaparecen negocios de años de existencia: desmantelan el tejido comunitario. Ese tejido necesario para la paz. Ese tejido que hace cosas chingonas como esto. 👇🏼 https://t.co/CN3IYl78sp — Carlos Escoffié (@kalycho) 18 de julio de 2019
Situación legal
La familia Ortiz Trigueros actualmente lleva la demanda por daños a la propiedad contra Guillermo Salinas, Norma Moreno y sus abogados. Además, desconocen a Alexis Jiménez Aguilar como dueño del edificio, por no poder comprobarlo con los documentos correctos.
“Levantamos una denuncia apenas hace unas semanas. Y el viernes pasado vinieron peritos a tomar fotos. Ahorita estamos esperando la orden del Ministerio Público para que podamos arreglar y estar seguros de que ya no van a echar agua”, explicó Noemí, quien junto a sus hermanos responsabilizan a todas las personas demandadas por cualquier acto que atente contra ellos y contra la Tortería Colima.
También se encuentran en pláticas con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, con Jaime Rello, dirigente del Movimiento Urbano Popular (MUP), con el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA), y con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). “Todavía no nos dan respuesta. Nos dijeron que de dos a tres meses. Pero nosotros no dejamos de buscar apoyo”, explica la dueña de la Tortería Colima, y agrega: “En el Juzgado Cívico solicitamos que nos dejaran de agredir por no ser los dueños, pero no hicieron nada al respecto”.
Gran parte de su fundamento para denunciar no radica en los ataques, sino en el “fraude procesal que cometieron estas personas para adueñarse del edificio, pues lo hicieron en una notaria a la que le quitaron su licencia por corrupción”, comenta Noemí. Sin embargo, a pesar de no poder comprobar que es el apoderado, la familia Ortiz Trigueros ha perdido todos los juicios en estas demandas. Por esta razón, suponen que Guillermo y Norma “están dando muy buen dinero para ganar el caso”.
Su último recurso es el “Derecho al tanto”, un fundamento legal basado en el Código Civil de la Ciudad de México, con el cual se les respeta su derecho de vivir en ese lugar —como arrendatarios— y se les da prioridad respecto a terceros, en dado caso de que el dueño quisiera vender. Pero en este caso en específico, no está claro quién es el dueño. “Tenemos esperanza en este derecho”, sostiene Noemí, mientras enlaza sus manos.
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Versión del dueño y del apoderado
Haciendo valer el Derecho de Réplica de Guillermo Santiago Salinas Plata, Chilango publica esta nota de aclaración:
“…Noemí Ortiz Trigueros, la supuesta dueña del negocio, les diré que esta persona nunca ha demostrado legalmente ante tribunales que es la dueña legitima (sic) de dicho local y que tampoco cuenta con 50 años de tradición gastronómica, ya que no tienen ni diez años de estar ahí, ya que antes donde se encuentra actualmente ese negocio, ahí estaba una panadería”, argumenta Alexis Jiménez Aguilar, dueño del edificio Colima 83, de acuerdo con una carta enviada a la redacción de Chilango el 6 de agosto de 2019.
“Actualmente esta persona (Noemí Ortiz) tiene una demanda de juicio civil por desocupación del inmueble y una acción reivindicatoria, de acuerdo al artículo 4 del Código de Procedimientos Civiles para la Ciudad de México ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México con fecha del 16 de agosto de 2013, por lo que se le ha notificado varias veces en forma amable que desaloje dicho inmueble sin que en ningún momento se haya alentado contra su integridad física o derechos humanos o civiles, por lo que hasta el momento ella no ha querido desocuparlo”, sostiene dicha carta.
Entre los documentos recibidos por la redacción de Chilango, se encuentra la copia de esta Acción Reivindicatoria en contra de Noemí Ortiz, donde se expresa que Alexis Jiménez Aguilar es “legítimo propietario y que le corresponde el derecho de pleno dominio del inmueble”.
Por su parte, Martín Aguilar, representante legal de Guillermo Salinas -apoderado del edificio Colima 83-, argumenta que: “A la señora en ningún momento se le han violentado sus derechos humanos”. Y agrega que Noemí Ortiz nunca ha pagado renta porque no tiene ningún contrato de arrendamiento.
“En unos días va a salir la sentencia a nuestro favor y en cualquier momento la señora va a estar desalojada. Si quisiéramos hubiéramos utilizado la fuerza pública para hacerlo, pero como sabemos que la señora tiene que comer, tiene que trabajar, la dejamos un tiempo ahí, pero esto que está haciendo la señora es demasiado, es una cínica, una invasora, nunca ha comprobado nada”, reitera Martín Aguilar por llamada telefónica.
Al ser cuestionado sobre si mantiene vínculo con Norma Moreno, comentó que en este momento a ella se le están prestando provisionalmente unos departamentos para vigilar que “nadie invada el edificio”. De igual manera, acusa que Noemí Ortiz perteneció al grupo de Norma Moreno: “Ella era de la asamblea de barrios cuando llegaron a invadir a ahí. Pero después tuvieron sus diferencias y cada una se separó”.
Martín Aguilar confesó que Norma Moreno fue líder vecinal del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (INVI) y se dedicaba a gestionar proyectos de vivienda, pero hace 3 años la apresaron; al salir, le pidió permiso a Guillermo para ocupar temporalmente algunos departamentos con el fin de impedir que personas ajenas los ocuparan.
Asimismo, Guillermo y su representación legal se desligan de los desalojos violentos y la razón por la cual cae agua del techo dentro de la tortería, acto que ha sido considerado por Noemí Ortiz como un “hecho intimidatorio” para presionar su salida.
Casos similares
En la Ciudad de México existen muchos casos más como el de la Tortería Colima, de los cuales no existe un registro oficial que contabilice todos los desalojos, incluyendo los de particulares y no solo por la fuerza pública, pues gracias a la organización de las personas que han resultado afectadas han salido a la luz casos de deshaucios ilegales. Lo cierto es que este problema se ha intensificado desde 2014, de acuerdo con una solicitud de información realizada por la 06000 Plataforma Vecinal y el Observatorio del Centro Histórico:
“En 2014 la fuerza pública participó en 3,140 desalojos en la Ciudad de México. En 2015 fueron tres mil. Durante 2016, el número fue de 3,200; en 2017, 3,141; en 2018, el número creció a 3,729 desalojos con uso de la fuerza pública. Y tan sólo hasta febrero de este año, la fuerza policiaca de la Ciudad había participado ya en 403 desalojos según la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana”, indica la respuesta recibida por la 06000 Plataforma Vecinal y el Observatorio del Centro Histórico.
Como el caso de las Tortas Robles y la Cafetería Trevi, locales que también han intentado desalojar desde septiembre de 2018, porque una inmobiliaria pretende construir oficinas para despachos y un hotel. Ambos locales se encuentran en la planta baja del edificio Trevi y tienen más de 60 años de antigüedad. Este edificio se ubica entre la Alameda Central y el Museo Diego Rivera, frente a la Plaza de la Solidaridad.
Ante esto, los vecinos se han organizado a través de WhatsApp para realizar acciones en conjunto, con las cuales puedan preservar sus hogares, como el famoso #TortasPaLaBanda realizado el 5 de septiembre del años pasado, cuando regalaron tortas a cambio de que la gente tomara conciencia de cómo los procesos de gentrificación repercuten en los comercios locales.
La dinámica para lograr este objetivo fue que la gente debía tomarle foto a su torta gratis y compartirla en sus redes sociales con los hashtag #TortasParaTodos, #TortasForAll, #SalvaRobles, #SaveRobles y #TortasPaLaBanda. Gracias a esta acción han logrado aplazar este proceso durante más de 10 meses, y por eso ahora la Tortería Colima realizará el Volumen 2, es decir, la segunda edición del Torta pa’ la banda.
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Tortas y bailongo gratis en la Tortería Colima
“El sábado (20 de julio) vamos a hacer un evento de 2 a 3:30 de la tarde. Me lo sugirieron. Estamos convocando a los vecinos para que escuchen la problemática. También estamos juntando firmas, porque algo se tiene que hacer”, dice Noemí, con gran entusiasmo, pues comenta que en los últimos meses la gente que trabaja o vive en la colonia ha demostrado que están de su lado: “Quieren que nos quedemos, y aquí vamos a seguir”.
Hasta el momento, los dueños de la Tortería Colima llevan alrededor de 350 firmas, las cuales han juntado en las últimas semanas, gracias a la idea de un vecino. Este fin de semana esperan juntar mucho más para poder demostrarle al gobierno y a las instituciones que su causa es muy importante, y que no están dispuestos a abandonar un trabajo al que se han dedicado toda la vida.
A modo de conclusión, Noemí agrega que está dispuesta a negociar: “No nos rendiremos solo porque un grupo de personas quiere enriquecerse. Lo que pedimos, al menos, es un trato justo, sin violencia, pero solo han venido a agredirnos. Necesitamos que los vecinos entiendan eso”.
La cita en la Tortería Colima es este sábado 20 de julio, a las 2 de la tarde en Mérida 83, esquina con Colima, en la colonia Roma Norte. “Daremos tortas como bocadillos, agua y fruta, y a cambio les vamos a pedir su firma. Pondremos música, pero a ver si no nos boicotean, sobre todo los abogados que trabajan aquí arriba”, concluye Noemí.
Dónde: Tortería Colima (Mérida 83, Col. Roma Norte)
Cuándo: Sábado 20 de julio, de 14:00 a 15:30 horas
Cuánto: Gratis, solo te pedirán tu firma de apoyo
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