El 23 de mayo pasado, los vecinos del barrio Buenavista, en Naucalpan, aprendieron que el mejor ambiente está en la azotea. Ese día, Roberto Garcia y su Sonido Conquistador Latino montaron unas bocinas y juegos de luces en lo más alto de su casa para deleitar a la población con cuatro horas de guaracha sabrosona y unos cumbiones.
Alrededor de las 19:30 horas de ese sábado, las luces de colores y dos láseres iluminaron el cielo de esa zona del Estado de México. “¡Bi, bi, bi bienvenidos! Estamos en la azotea para ti. Bienvenida mi gente”, dijo Roberto. “Vámonos rico, señores, todo mundo a bailar sanamente con su familia… desde la azotea para ti, ¿cómo diceee?”. En ese momento, el Sonido Conquistador Latino dio rienda suelta a los saludos y al sabor.
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Poco a poco, la gente comenzó a unirse al primero de los toquines en azoteas. Unos sólo disfrutaron de la música. Otros grabaron con sus celulares. Los más rifados le sacaron brillo al piso con sus mejores pasos.
A medio show, el sonidero calló. Las luces se apagaron. Roberto hizo una pausa. El silencio fue en memoria de las personas que han perdido la vida durante la pandemia por covid-19. Después pidió aplausos para el personal médico. Sus espectadores le hicieron segunda al homenaje y prendieron luces blancas en señal de respuesta.
El plan original contemplaba hora y media de música. El ambiente que se armó provocó que el Sonido Conquistador Latino ampliará tres horas más los saludos para todas las familias. Nadie se quedó sin mención. Ni los Basilio y menos los Padilla o los “Tuxpan de River”. También hubo saludos para “Esperanza Valdez”.
A partir de la noche de ese 23 de mayo, Roberto García y su Sonido Conquistador Latino han armado otros cinco toquines en azoteas. Cumbia, salsa, rock de los ochentas y hasta electrónica han puesto a bailar a los vecinos.
“Por ahora no estamos tan adentrados en poner música muy de sonidero porque la idea es que todos se sientan identificados. Por eso hemos metido algo de electrónica o de los 80”, explica Roberto.
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De Naucalpan para el mundo
A sus 38 años de edad, Roberto García confiesa que el gusto por los sonideros comenzó hace 20 años. “Vengo de Buenavista, una colonia popular en Naucalpan y en esos lugares reina el ambiente sonidero. Antes era común cerrar calles para festejar XV años o bodas. Venían los sonideros y todo esto me atrapó por cómo amenizaban las fiestas”, dice.
Roberto asegura que la magia del sonidero está en su ambiente “popular”. “Como animador tienes que contagiar de energía a los que te van a ver. Tienes que saludar por el micrófono a todas las personas que se están dando cita porque es un reconocimiento, les gusta sentir que son parte de este ambiente”.
Al preguntarle por qué le puso Sonido Conquistador Latino a su grupo, él no duda en señalar que es por la admiración que le tiene al Sonido Condor, una agrupación que desde 1980 ha puesto a bailar a más de uno.
Desde que inició su proyecto, Roberto García y el Sonido Conquistador Latino han participado en bodas y eventos en el Estado de México, la CDMX, Puebla o Veracruz. También han llegado a Estados Unidos, gracias a las transmisiones que realiza en Facebook, a través de La RakonaTV, desde hace 7 años.
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¿Seguirán los toquines en azoteas durante la pandemia?
Roberto García recuerda que subir a su azotea y poner música fue una idea para continuar con sus transmisiones en La RakonaTV en medio de la pandemia por covid-19, que los obligó a parar sus transmisiones.
Ante la dificultad para salir o participar en fiestas, Roberto retomó las transmisiones en su casa. Después de algunos shows, los integrantes del Sonido Conquistador Latino se animaron a subir el equipo a la azotea para tener más libertad.
“Mi intención era que la gente me siguiera a través de las redes sociales, que compartieran mi música, pero los vecinos empezaron a escuchar el ruido y salieron a sus azoteas para hacerme compañía”, recuerda.
“Esta experiencia es algo que si lo hubiera planeado, yo creo que no se logra. Es algo que estoy regalando por el gusto de compartir mi ambiente”, afirma.
Los toquines en azoteas del Sonido Conquistador Latino son gratuitos, pero Roberto ha tenido que poner de su bolsa para continuar con ellas. Según sus cálculos, entre 800 y mil personas se han unido a los toquines desde sus azoteas, mientras que sus transmisiones en redes sociales acumulan entre 15 mil y 60 mil reproducciones.
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A pesar de la participación de la gente, Roberto y su equipo habían pensado en organizar sólo cuatro tocadas, pero otra vez sus seguidores cambiaron los planes.
“Mucha gente en redes nos dijo que no dejáramos de hacerlo. Hubo tres personas que nos dijeron ´te presto mi azotea´, ´cuándo vienes acá a regalarnos un poco de música´. Nos siguieron buscando y ya no nos dejaron parar”.
Gracias al respaldo de su barrio, Roberto García se aventuró a continuar con las tocadas en las azoteas, pero en la casa de sus vecinos y respetando medidas de seguridad como la desinfección del lugar y la sana distancia.
Hasta ahora, el apoyo no sólo ha sido de sus vecinos. Algunas empresas se han acercado para ofrecerle sus servicios, desde desinfección, comida hasta ropa a cambio de que los mencione en sus transmisiones, y les haga un poco de publicidad.
Tras el éxito obtenido, Roberto considera que las tocadas en azoteas pueden ser redituables para los sonideros, mientras no haya otros lugares para bailar. “Esto va agarrando forma. Nos buscaron del Museo de Arte Contemporáneo de Ecatepec para replicar esto en Santa Clara, entonces es algo que probablemente hagamos allá”, adelantó.
“El mejor pago es el reconocimiento de las personas, que se tomen el tiempo para escucharme, de acompañarme con una lámpara y hasta de regalarme un grito, aunque no los pueda escuchar”, concluye.
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