Entre la emoción por volver a ver a sus amigos y la incertidumbre por la pandemia, niños y niñas se preparan para el regreso a clases presenciales 2021.

Cuando supo que volvería a su escuela, la primera preocupación de Fernando fue ¡la mochila!. Como la fecha para volver era incierta, su mamá no le compró una para el ciclo escolar 2020-2021.

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Otra de las preocupaciones fue el uniforme. Se lo probó, pero ha pasado tanto tiempo sin ir a clases, que el pantalón y el suéter ya no le quedan.

Aún así, Fernando está emocionado. Quiere ver a sus compañeros, conocer en persona a su profesor y disfrutar el último mes que le queda en la primaria. En agosto próximo pasará a la secundaria, a pesar de que no se siente preparado.

“Me siento triste algunas veces. No sé cómo va a ser la secundaria. Me preocupa mi promedio. Voy bien, pero no es como si estuviéramos en la escuela. Las clases en línea a veces se traban. Cuando se va la señal no alcanzas a ver lo que dicen o preguntan”, explica el niño de 12 años.

El pasado 19 de mayo, el Gobierno de CDMX anunció que las escuelas chilangas podrán reabrir —si así lo deciden— el próximo lunes 7 de junio.

Sin embargo, Fernando y su mamá desconocen cómo será este proceso.

Hasta ahora no les han informado de las jornadas de limpieza ni del horario. Ya preguntaron en el plantel, pero ahí tampoco conocen la respuesta.

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Mamás y niñ@s hablan del regreso a los salones

En marzo de 2020, previo al cierre de escuelas por la pandemia, Paola se enfermó. Ella quería ir a clases. Sabía que probablemente no vería a sus amigas en un largo tiempo, pero no le permitieron hacerlo.

Un año y dos meses después, la menor de 13 años ya se prepara para regresar a clases.

Confiesa que extraña todo: “A mis amigas e ir a un salón. Ir en el transporte público a la escuela. Después de tanto tiempo, creo que ya era hora de regresar, pero no me gusta que sea un día sí y uno no, quiero ir diario”, detalla la pequeña, quien cursa segundo de secundaria.

Sabe que el regreso a clases presenciales 2021 será diferente: deberá usar cubrebocas todo el tiempo y seguir ciertas medidas.

Además, no verá a todos sus amigos. Una de ellas ya le explicó que no volverá el 7 de junio, sino hasta octubre o noviembre.

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Janet, mamá de Paola, tiene sentimientos encontrados por el regreso a clases presenciales 2021. Está de acuerdo en que se retomen las lecciones presenciales, pues las clases en línea han sido complicadas; sin embargo, le teme a la pandemia.

“(El regreso a clases presenciales) no está bien planeado”, dice. “En muchas escuelas no hay agua, entonces cómo quieren que tengan higiene si va a fallar eso. Quiero que regresen pero no tan precipitado”, asegura.

Dice que procurará llevar a Paola en auto a la escuela para evitar el transporte público y estará más pendiente de su salud.

Maricela, mamá de Fernando, seguirá las mismas medidas de siempre: uso de cubrebocas, lavado de manos y cambiarse de ropa al volver de la calle.

Ambas madres coinciden en que se sentirían más seguras si las escuelas reabrieran cuando haya más personas vacunadas. Maricela apunta que el abuelo de Fernando es la única de las cinco personas que viven en su casa que ha sido vacunado.

“Me gustaría que todos ya estén vacunados para no correr riesgos. Los niños ya quieren ir, hablar con sus amigos. Están estresados y él (Fernando) ya quiere irse a la escuela”, detalla.

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Los riegos del regreso a clases presenciales 2021

Para el infectólogo Jezer Lezama, el escenario ideal para el regreso a clases presenciales 2021 sería cuando la mayoría de la población ya esté vacunada; sin embargo, aún faltan meses —cuando menos— para eso.

Un millón 853 mil 239 chilangos habían recibido por lo menos la primera dosis de la vacuna contra covid-19 hasta el pasado 19 de mayo.

Esa cifra representa a 25% de los habitantes mayores de 15 años y a 20% de la población total de la capital.

“Lo ideal sería que alcancemos la famosa inmunidad de rebaño con vacunación, que llega a porcentajes de 60% o 70% de personas vacunadas. Eso indicaría que hay pocos que no están vacunados, pero estarían protegidos por los que sí lo estamos”, explica el infectólogo.

Agrega que la reapertura de aulas debería hacerse de manera escalonada y por grado escolar, es decir, comenzando por universidades, preparatorias y secundarias, para finalizar con primaria y preescolar.

Foto: Ricardo Castelan / Cuartoscuro.
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¿Por qué? Dice que los niños más pequeños todavía no tienen conciencia que deben usar cubrebocas todo el tiempo para protegerse.

El doctor Alfonso Vallejos, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, coincide en que deberían aplicarse medidas sanitarias diferentes conforme al grado escolar.

Las medidas que menciona son grupos más pequeños o más maestras en preescolar a fin de asegurarse que todos sigan el protocolo señalado.

Ambos especialistas indican que para tener un regreso a clases presenciales 2021 seguro se necesita trabajo conjunto de escuelas, autoridades y padres y madres de familia.

El papel de padres y madres es importante, ya que deberán estar al pendiente de la salud de sus hijos y no mandarlos a clases si tienen síntomas de alguna enfermedad.

“No es lo mismo hablar de un niño de kínder que de un universitario. Habrá que utilizar el cubrebocas, garantizar la limpieza de aulas, que haya suficiente agua, que estén bien ventilados los salones y mantener sana distancia”, explica el doctor Vallejos.

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Otro de los retos del regreso a clases presenciales 2021 es el transporte público.

La Encuesta Origen Destino 2017 del INEGI detalla que, entre semana, se hacen 6.52 millones de viajes en el Valle de México para ir a la escuela (ya sea para estudiar o para llevar y/o recoger a alguien).

Ambos especialistas señalan que también deben priorizarse medidas sanitarias en el transporte público ante el regreso a clases presenciales 2021.

Lezama detalla que es difícil mantener medidas en esos espacios y alerta que el riesgo de contagio aumenta conforme más tiempo estás en el transporte.

“No se puede mantener distancia de metro y medio, por la afluencia, por el tráfico. Evidentemente, las interacciones en horas pico generan riesgo y mientras más tiempo pasemos en el transporte público tenemos riesgo a pesar del buen uso de cubrebocas”, explica.

Ante este panorama se recomienda que los padres analicen todas estas situaciones antes de decidir si su hijo participará en el regreso a clases presenciales 2021.

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