Sin funerales: el protocolo para víctimas de COVID-19
Los cuerpos de los muertos por coronavirus pasan del aislamiento a la morgue, mediante un proceso meticuloso con el objetivo de evitar contagios.
Por: Tollani Alamillo Martínez
Los cuerpos de los muertos por coronavirus pasan del aislamiento a la morgue, mediante un proceso meticuloso tanto en hospitales como en funerarias, con el objetivo de evitar contagios.
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Algunas de las víctimas mortales del COVID-19 no solo pasan sus últimos días aislados en hospitales, sino que también son despedidos sin funerales y en medio de la incertidumbre que el virus deja entre las familias.
Así ocurrió con un familiar de Domingo Zárate, un maestro de primaria que el pasado 5 de abril perdió a su compadre, a quien despidieron sin funeral ni velorio, a pesar de que nunca se determinó con exactitud si la causa de su muerte fue por coronavirus.
“Mi sobrino me avisó que había fallecido, pero no les dijeron bien de qué había muerto, a pesar de que le practicaron la prueba de COVID-19. Cuando les entregaron el certificado de defunción venían tres causas del deceso: choque séptico, neumonía y peritonitis”, acusó.
El maestro Zárate relata que cuando le entregaron el cadáver a su sobrino, se lo dieron en bolsas y le recomendaron cremarlo sin hacer ningún funeral o velorio. Y eso fue lo que él y su familia hicieron.
“Un par de semanas antes de que falleciera, lo habían ingresado al Hospital General de Xoco por un problema de apendicitis y luego resultó que tenía problemas respiratorios. Después lo tuvieron que trasladar al Hospital Enrique Cabrera el martes o miércoles de la semana pasada y ya ahí estuvo aislado, su esposa y sus dos hijos ya no pudieron verlo”, recerda el maestro Zárate.
Tras enterarse del deceso, el hijo fue el único que ingresó a reconocer el cuerpo. Después de eso, los restos fueron entregados envueltos y sellados, con la firme indicación de las autoridades sanitarias de cremar el cuerpo.
El número de muertos por coronavirus crece todos los días. De acuerdo con el reporte del pasado 7 de abril, la cifra asciende a 141 víctimas mortales, según datos de la Secretaría de Salud federal; sin embargo, se estima que para la Fase 3 de la emergencia sanitaria, el número de víctimas aumente.
Junto con el número de muertos por coronavirus, también crecen las dudas sobre cómo se debe proceder con los cuerpos de quienes fallecen a causa de esta enfermedad. Sin embargo, la Secretaría de Salud tiene un protocolo establecido para estos casos.
En el documento “Proceso de Prevención de Infecciones para las personas con COVID-19”, la Secretaría de Salud indica que en caso de los muertos por coronavirus se recomienda el traslado a la morgue lo más pronto posible, de acuerdo con los protocolos establecidos. “Si la familia del paciente desea ver el cuerpo, puede hacerlo. Si el paciente murió en el periodo infeccioso, la familia debe tener precauciones de contacto”, establece el documento.
La Secretaría de Salud de la CDMX, a través de la Agencia de Protección Sanitaria, difundió un documento en el que detalla el protocolo que deben seguir hospitales y funerarias en el manejo de cuerpos de personas fallecidas por COVID-19.
Al señalar las medidas para el manejo de cuerpos, el documento indica que es obligatorio el uso permanente de doble guante;, máscaras de filtración FFP2 o N95 (no tapabocas convencional), gogles o lentes de seguridad para evitar salpicaduras y batas impermeables de manga larga, si la bata no es impermeable, se debe añadir un delantal plástico desechable.
También hace énfasis en que todos los artículos usados para la manipulación de los restos de muertos por coronavirus deberán ser desechados correctamente y no podrán ser reutilizados.
Cuando el cuerpo aún está en el hospital, se deben cubrir todos los orificios con un algodón que contenga desinfectante. Posteriormente es envuelto en la sábana o tela antifluido que cubría la cama donde era atendido el paciente. Esto sin retirar catéteres, sondas o tubos. Por último, el cadáver se pasa a una primera bolsa para su traslado, la cual debe ser rociada con desinfectante tanto en el interior como en el exterior de esta.
En el proceso de alistamiento para el traslado, el cuerpo es introducido en una segunda bolsa, se cierra y se repite el proceso de rociado de desinfectante. Al terminar, el cadáver es llevado a la morgue, donde, posteriormente, será entregado al personal del servicio funerario para su depósito en un ataúd o contenedor, a fin de que sea transportado para el proceso de cremación o inhumación.
Dentro de este proceso también se señala que el alistamiento del cadáver se debe realizar en el lugar del deceso y que por ningún motivo se permitirá el traslado a otra ciudad o municipio para su disposición final, a excepción de la zona conurbada de la ciudad.
Sin funerales ni velorios
A diferencia de lo que ocurre con personas que fallecen por otras causas, el cuerpo de los muertos por coronavirus (ya sea que sean confirmados o sospechosos) no reciben una limpieza o preparación, pues en estos casos se sugiere evitar los servicios de velación, además de que el ataúd debe permanecer cerrado y por ningún motivo debe abrirse la bolsa que contiene el cuerpo, indica el documento de la Secretaría de Salud de la CDMX.
Para los cuerpos que son llevados a crematorios, el personal deberá tomar las medidas de seguridad correspondientes, como rociar el féretro que contiene el cadáver con una solución de hipoclorito de sodio. Al momento de abrir el ataúd, este debe ser rociado de nuevo, así como el cuerpo. A pesar de que el ataúd fue sanitizado, no se deberá reutilizar.
Aunque la Secretaría de Salud de la CDMX, Olivia López Arellano, recomendó la incineración de los cuerpos de muertos por coronavirus, si los familiares optan por la velación, esta debe ser lo más breve posible y por ningún motivo se debe abrir el ataúd.
De acuerdo con especialistas, mientras el cadáver se encuentre en el ataúd, no representa riesgo de contagio, entonces ¿por qué no se recomiendan los funerales para quienes fallecen a causa del coronavirus?
“El problema más bien estaría en los velorios, por la cantidad de gente, y por eso se prefiere que no asistan muchos al funeral. Además, puede optarse por cualquier forma de entierro o cremación; no es que si se entierra vaya a diseminarse alguna sustancia”, explica el especialista en epidemiología Octavio Contreras.
Arturo Cervantes, epidemiólogo de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Anáhuac, coincide con el doctor Contreras y sugiere que lo mejor es hacer una incineración en el lugar del entierro, e inlcuso optar por opciones virtuales para los velorios.
“Lo que puede hacerse es que una persona acompañe el proceso y si puede lo comparta en vivo por video o en streaming, pero la participación es mejor que no sea física. Es lo que estamos viendo en el resto del mundo, las personas no están acudiendo a enterrar a sus familiares, no puedes reunirte con tus familiares a llorar a un ser querido”, señaló.
Ante este panorama, algunas funerarias han optado por ofrecer funerales virtuales, donde se transmita el proceso de velación y los asistentes puedan enviar sus condolencias y hasta flores por internet.
A continuación te compartimos el documento íntegro de la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México para el manejo de cadáveres y para los servicios funerarios de muertos por coronavirus.En caso de que no puedas ver el documento, también lo puedes consultar en este link.
Manejo de Cadáveres y Funerarias by Jardiel Palomec on Scribd
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