¿Crees que es diferente la forma de vivir entre los que habitan en colonias como la Roma, Condesa, Polanco y los de Ejército de Oriente, Gabriel Hernández y El Rosario? La inseguridad entre Edomex y la CDMX muestra que la justicia no se imparte igual al estar en los límites de dos entidades.

Cada día, 1.6 millones de personas atraviesan la frontera rumbo a la capital cruzando zonas con escasa vigilancia policial, calles maltrechas, falta de iluminación y transporte deficiente.

Chilango realizó una investigación sobre cómo se vive la inseguridad entre Edomex y la CDMX: lo primero que encontramos es que no hay datos precisos que definan las problemáticas en la frontera entre ambas entidades, a pesar de que 12 alcaldías colindan con 18 municipios, y lo segundo fue la falta de coordinación entre autoridades.

Oficialmente han existido tres intentos específicos para controlar la inseguridad en la periferia chilanga: en junio de 2005, el Convenio de Coordinación y Colaboración en materia de Seguridad Pública de la Región Centro planteaba la colaboración entre autoridades de Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala y el entonces Distrito Federal para disminuir las cifras en secuestro, robos de vehículos, transporte y a transportistas.

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En 2014, el Operativo Escudo en la CDMX pretendió evitar la entrada del crimen organizado proveniente del Estado de México y Michoacán; mientras que, en junio de 2018, el Operativo Blindaje distribuyó agentes en 25 puntos –solo 5 de ellos fronterizos– con el objetivo de disminuir los delitos de alto impacto.

Pero el tema va más allá de los documentos firmados entre autoridades, tiene que ver con el rezago social, explica Paloma Villagómez, doctorante del Centro de Estudios Sociológicos del Colegio de México.

Villagómez aclaró que no es un proceso de exclusión por sí mismo, ya que quienes viven en los límites de entidades con un bienestar social estable, están integrados a ella pero con “beneficios sociales” degradados.

“Tienen drenaje pero se inundan, cuentan con tuberías pero viven con escasez de agua. Y no es porque a alguien se le haya olvidado poner atención al crecimiento de la marcha urbana sino que esas condiciones resultan funcionales, son segmentos de población con carencias capitalizables, a quienes se les convierte en ‘beneficiarios’ de programas y no en ciudadanos con derechos”, dice.

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El 6 de noviembre la Jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum, se reunió con el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, y resurgió la promesa de crear coordinaciones metropolitanas para atender “asuntos prioritarios”. Mientras eso se hace realidad, tanto chilangos como mexiquenses seguimos padeciendo la falta de justicia entre las dos entidades de la Megalópolis.

Este próximo lunes y el martes te contaremos historias sobre la inseguridad entre Edomex y la CDMX, como la de Ernesto, quien ya se acostumbró a ser asaltado cuando va a trabajar de Tecámac a la alcaldía de Gustavo A. Madero o el calvario de Fernanda luego de que le robaran una moto en los límites entre Azcapotzalco y Naucalpan; el peligro de caminar por Cuatro Caminos y la inseguridad en el mercado de carnes de San Juan, en la zona de Pantitlán.