Pedro Moctezuma Barragán es uno de los especialistas más importantes en el tema del agua en la CDMX. Al analizar el modelo de gestión del agua en nuestra ciudad, asegura que “todavía estamos a tiempo de lograr el equilibrio hídrico en la capital”.
Es coordinador del programa para la sustentabilidad de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) e integrante de la coordinadora Agua para Todos, formada por 88 organizaciones.
Dice que la meta es cambiarlo todo: dejar de utilizar el modelo de extracción-desecho del agua que actualmente funciona en la Ciudad de México. La meta es sustituirlo por otro que privilegie los ciclos del agua, el aprovechamiento de la lluvia y el tratamiento residual, aspirando a utilizar el agua de la cuenca en la misma cuenca.
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Este año, el Sistema Cutzamala, la principal fuente de agua para el Valle de México, está en su nivel más bajo en décadas. Te lo explicamos en este video:
Para lograr el cambio necesario, el especialista ha diseñado estrategias para revertir las consecuencias de la extracción de agua del subsuelo. Esta explotación ha provocado la escasez de agua en CDMX por el agotamiento de pozos; además, el aumento en la profundidad de succión y, con ello, hundimientos y grietas, principalmente al suroriente de la ciudad.
El objetivo más emblemático es la habilitación del lago Tláhuac-Xico, que está entre la CDMX y el Estado de México y se formó a causa de hundimientos de tierra de hasta 5 metros.
“Tenemos una serie de alternativas que se han ensayado en lugares como El Molino, San Miguel Teotongo, Cabeza de Juárez y Sierra de Santa Catarina, en Iztapalapa”, explica.
“Una de ellas es la construcción de cisternas de ferrocemento, que son muy económicas y posibilitan la captación de agua de lluvia”.
¿Cómo aliviar la escasez de agua en CDMX?
El experto apuesta por un tratamiento que podría surtir 3.6 metros cúbicos de agua por segundo. Así, hasta 3 millones de personas en las zonas de Iztapalapa, Tláhuac y Valle de Chalco serían beneficiadas.
Aunque el proyecto está aprobado desde 2010, por el Consejo de Cuenca del Valle de México, no se ha puesto en marcha.
Consiste en un tratamiento para compactar el suelo del lago Tláhuac-Xico. De lograrse, tendría una capacidad efectiva de 113 millones de metros cúbicos de agua, destinados especialmente a zonas constantemente afectadas por la escasez.
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Asimismo, Pedro Moctezuma Barragán ha promovido la captación de lluvia en patios y la construcción de parques y jardines para favorecer la filtración al subsuelo y evitar inundaciones y grietas. El agua ayuda a mitigar los hundimientos diferenciales, al mantener el suelo más estable.
“Hay más proyectos a nivel micro y meso, pero ahora nos enfocamos en exigir una Ley General de Aguas, porque llevamos ocho años de omisiones”, señala.
“Si te das cuenta, aplicar todas estas medidas, recuperar lagos, reducir fugas y aplicar ecotecnias, nos regresaría hasta 14.4 m3 de agua por segundo, lo que traería beneficios urbanos y para la salud humana, un ambiente más sano y hasta el desarrollo de proyectos agroturísticos”, asegura.
Una vez que la pandemia lo permita, buscará alianzas con escuelas, particularmente de educación secundaria. Su objetivo es que los niños sean monitores de fugas en su barrio y las denuncien. Actualmente, 40% del agua en la CDMX se pierde de esta manera.
En más de la escasez de agua en CDMX, ¿sabías que nuestra ciudad tenía más de 50 ríos, ahora contaminados, cerrados o secos?