Las abuelitas siempre dicen que es mejor no discutir de política, religión ni futbol. Quienes votaron por presidente en 2006 recuerdan perfectamente por qué
Es posible que te haya pasado. Hace 12 años, sin importar a qué candidato apoyabas, te peleaste con desconocidos, te rayaron el coche por la calcomanía que traías y tus amigos te tenían miedo porque «intenseabas» durísimo. Y es que discutir de política es todo un reto.
Ahora parece que la división no llegará a tanto. Sin embargo, entre 17 % y 20 % de los mexicanos aún están indecisos o piensan anular su voto, eso hará que todos (partidos, candidatos y hasta tú, en tu ánimo de líder de opinión) echen mano de sus mejores y peores trucos para convencerlos.
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«La polarización obliga a que el indeciso tome una decisión», explica Javier Ramírez Escamilla, investigador de la Facultad de Derecho de La Salle y catedrático de Derecho Constitucional. Y como hay una clara tendencia en todas las encuestas –añade–, la cantidad de votantes que aún no decide cobra más importancia, sobre todo en una arena que quedó fuera de la reforma constitucional de 2007-2008: internet.
Hace 10 años que los partidos no pueden comprar directamente espacios en TV, radio ni prensa; además, se prohibieron las calumnias en spots y propaganda, pero eso no incluye redes sociales.
Ramírez Escamilla cree que ahí habrá más polarización, sobre todo entre millennials, quienes son muy influenciables y cuya principal fuente de información es su smartphone; sin embargo, duda que ellos inclinen la balanza: «son tremendamente susceptibles a la polarización, pero también terriblemente apáticos».
A dos de tres caídas, conserva la cabellera
De julio de 2012, el especialista recuerda: «Nos sentimos terriblemente lastimados como sociedad, ¿por qué éramos enemigos, si finalmente todos somos mexicanos?». Cree que esa polarización dejó el gran aprendizaje de que México es el objetivo mayor y que ningún caudillo o partido puede gobernar solo.
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Para que tengas debates saludables en la comida familiar, la oficina o Twitter, Harry Baker, doctor en Psiquiatría en Médica Sur, te brinda estos consejos al momento de discutir de política.
Reglas básicas para discutir de política
- Establezcan reglas desde un inicio y esfuércense por cumplirlas. Si se rompe alguna, que hasta ahí llegue el debate.
- Eviten calificar a la otra persona o al candidato que defiende y céntrense en los argumentos.
- Prohíban los insultos: nada de llamarse «chairo», «maldito capitalista» ni cosas por el estilo. Tampoco se vale gritarse ni pedir la intervención de terceros para «echar montón».
- Si crees que difícilmente vas a guardar la cordura, es mejor disculparte y decir que no entrarás en discusiones. Lo mismo pasa con las redes sociales, mejor ignora a los trolles.
- Y si eres el único en la mesa o la oficina que apoya a otro, aclara que no te van a convencer y pídeles que ni siquiera lo intenten.
- Una regla de oro: respeta la forma de pensar de los demás, a tus intentos por convencerlos se les llama colonización.