¿Quieres ahorrar pero no lo logras? El nivel de ingresos, la falta de hábito y hasta nuestro cerebro juegan en tu contra, pero checa estas claves para ahorrar dinero y conseguir tus objetivos.
Mariana F. Maldonado
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Este lunes sí ibas a empezar. Ya tenías lista la alcancía, pero no lo lograste. A los mexicanos no se nos da ahorrar y menos hacerlo de manera formal.
Cifras de la Encuesta Nacional de Educación Financiera (ENIF) más reciente establecen que dos de cada 10 mexicanos (24%) no ahorran, mientras que tres de cada 10 (37%) lo hacen a través de tandas o guardaditos, con los riesgos que ello implica, como la posibilidad de perder tu dinero.
Otro de los problemas es que apenas uno de cada 10 mexicanos (11.9%) confía en los medios formales de ahorro, es decir, en las instituciones financieras.
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La misma encuesta, realizada por el INEGI y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), establece que nuestros ahorros se diluyen en cuestiones a corto plazo.
Cuatro de cada 10 mexicanos (39.4%) destinan sus ahorros a comprar comida, gastos personales y el pago de servicios, mientras que uno de cada cuatro utiliza esa lana para emergencias.
Una de las cifras más preocupantes es que solo uno de cada 100 mexicanos destina su ahorro para prepararse para su vejez y retiro.
¿Por qué no ahorramos?
Seguramente te has preguntado por qué prefieres gastar en lugar de ahorrar. La respuesta no es sencilla, puesto que hay un cóctel de circunstancias que complica cumplir esa meta.
Además de los bajos ingresos que impiden a millones de personas prepararse para el futuro, otros factores son la falta del hábito y la poca educación financiera que tenemos.
“A la población, sobre todo a las nuevas generaciones, no se le ha inculcado el hábito del ahorro”, asegura Moisés Pérez Peñaloza, especialista en sistema de pensiones.
Pérez Peñaloza sostiene que uno de los grandes problemas es que no recibimos educación financiera ni en la casa ni en la escuela, lo que ocasiona que no tengamos las herramientas necesarias para enfrentar nuestra vida como adultos responsables y previsores.
Además de la falta de educación y de hábitos, está el alto nivel de consumo, sobre todo entre las personas más jóvenes, dice el especialista. “Esta es una generación de experiencias y hay un gasto elevado en viajes, fiestas y lo que menos les interesa es el ahorro, mucho menos para el retiro”, explica.
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El cóctel tiene otro ingrediente. México es aún un país sin una gran población de adultos mayores, así que todavía vemos lejana la idea de llegar a la vejez.
Pero nuestro cerebro también juega en nuestra contra al momento de ahorrar. ¿Quién prefiere guardar una lana para el retiro en vez de irse de vacaciones? ¡Nadie! Nuestro cerebro está programado para procesar situaciones concretas, situadas en el presente y de corto plazo, explica Dan Ariely, un profesor de psicología y economía del comportamiento en la Universidad de Duke, famoso por estudiar lo irracional que pueden ser las decisiones humanas.
A eso se le suma que nuestros cerebros son adictos a la dopamina que se genera cuando gastamos, explica Teresa Ghilarducci, economista laboral, experta en seguridad para la jubilación y autora del libro How to retire with enough money.
Otro especialista que ha explicado este tema es Richard Thaler, ganador del Nobel de Economía en 2017 por sus estudios sobre la forma –tan irracional– en la que tomamos decisiones.
Thaler ideó un sistema que aprovechaba la inercia y la apatía de los trabajadores para que ellos ahorraran para su retiro. En vez de pedir autorización expresa para inscribir a los trabajadores en un esquema de ahorro progresivo, él propone inscribirlos de forma automática –con la firma necesaria para autorizarlo– y con el aviso de que si quieren salirse del sistema, tendrán que llenar una solicitud para evitarlo. En la póliza también se estipulaba que el monto de contribución iría aumentando a través del tiempo.
El resultado del experimento fue que ningún trabajador se aventó el engorroso trámite para darse de baja y eso se tradujo en un ahorro.
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5 claves para ahorrar dinero
Medita
Puede sonar extraño pero funciona. Una investigación de la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York encontró que familiarizarnos con nuestro yo del futuro puede ayudarnos a ahorrar en el presente.
Deja de tratar a tu yo del futuro como un extraño y visualiza cómo es la persona que quieres ser en unos años, dedícale unos minutos todos los días y seguramente obtendrás resultados.
El estudio encontró que cuando las personas se familiarizan con su yo del futuro empezaban realmente a pensar y dedicar recursos a su jubilación.
Págate a ti mismo
Ya que tienes claro cómo quieres ser en el futuro y que no quieres sufrir, ya sea por una emergencia o por la falta de dinero, no pienses en ahorrar lo que te sobra.
Siéntate, haz cuentas de tus ingresos y gastos fijos, y ya que lo tengas claro conocerás la cantidad que te queda libre.
El mejor consejo es ahorrar al menos 10% de tus ingresos mensuales, pero si no es posible, no te preocupes, destina la cantidad que puedas. “Si quieres empezar con mucho dinero y no tienes el hábito, no lo vas a lograr”, advierte Pérez Peñaloza.
Entonces, si puedes ahorrar 200 pesos, hazlo, pero sé puntual.
Automatiza
Una de las claves para ahorrar dinero es hacerlo sin pensarlo. Pídele a tu institución bancaria que una parte de tu dinero se separe y se acumule en una cuenta distinta.
Si automatizas el ahorro, al cabo de un tiempo ni siquiera vas a notar la falta y a largo plazo lo vas a agradecer.
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Contabiliza todo y espera
Cuando tengas ganas de gastar en algo, piensa esa cantidad en horas de trabajo.
Esta es unas de las claves para ahorrar dinero de JP Livingston. Ella se retiró a los 28 años con dos millones de dólares en el banco, después de pasar siete años ahorrando mientras trabajaba en la industria financiera.
Contabiliza tus ingresos, divídelos en cuántas horas trabajas y cuando tengas esa cantidad, piensa si lo que te quieres comprar vale todas esas horas de esfuerzo. Ten por seguro que vas a arrepentirte más de lo que lo haces ahora al enfrentarte a un impulso de compra.
Perfecciónalo
Una vez que creaste el hábito de ahorrar, asume el reto y ve por más. Vuelve a analizar tus finanzas y calcula una nueva cantidad que puedes destinar a este rubro. Seguro puedes recortar algunos gastos más. Cuando menos te des cuenta, tendrás una cantidad de la que te sentirás orgulloso.