¿La nueva faceta de control? Así surgieron los antivacunas
Desde antes de León Larregui, algunas voces se han lanzado duro contra ellas... ¿de dónde vienen los argumentos de los antivacunas?
Por: Colaborador
Vía: Luis Alberto García y Nadia Sanders
Aunque covid-19 ya ha cobrado más de 2 millones de vidas en el mundo y más de 30 mil en nuestra ciudad, la vacunación tiene sus escépticos. Pero oponerse a la inmunización no es cosa reciente, te contamos cuáles son los argumentos de los antivacunas y de dónde vienen.
Como seguramente recuerdas, en 2009 los mexicanos enfrentamos la pandemia de la influenza AH1N1, que también cerró fronteras y requirió el uso de cubrebocas. Pero entonces había más gente dispuesta a vacunarse contra ese virus que ahora contra el SARS-CoV-2, a pesar de que ha resultado mucho más letal.
Según datos de la firma Parametría, 15% de la población encuestada en diciembre de 2009 no estaba dispuesta a que le aplicaran la vacuna contra la influenza.
Y la desconfianza aumentó. En diciembre pasado 22% de las personas mayores de 18 años consultadas por esa empresa respondieron que no estarían dispuestas a vacunarse contra covid-19.
Sobre la desconfianza, la compañía encuestadora cree que se debe al tiempo de producción. Muchas vacunas tardan al menos 10 años en desarrollarse y ponerse a prueba, mientras que las aprobadas en plena pandemia tomaron un año en aplicarse en humanos.
Los argumentos de los antivacunas no son nuevos
Un estudio coordinado por Andrew Wakefield y publicado en 1998 en la revista médica The Lancet aseguraba que las vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubéola causaban autismo.
La misma publicación se retractó de esas conclusiones en 2000. Sin embargo, bastaron dos años para que en algunas regiones de Estados Unidos se incubaran movimientos antivacunas. El doctor Peter Hotez, profesor de pediatría y virología molecular en la Facultad de Medicina de Baylor, habló al respecto a The New Yorker.
Explicó que intereses políticos de extrema derecha contribuyeron a que brotaran organizaciones como Texans for Vaccine Choice (Tejanos por la elección a vacunarse) u Oklahomans for Vaccine and Health Choice (Habitantes de Oklahoma por la elección a la salud y las vacunas), hasta conformar el movimiento nacional Children’s Health Defense (Defensa de la Salud de los Niños).
De la primera economía del mundo, los argumentos de los antivacunas se esparcieron a Europa occidental. En el viejo continente, años después se registraron brotes de enfermedades que habían sido eliminadas, como sarampión y paperas.
En el contexto de la pandemia por covid-19, montones de mitos sobre la enfermedad y los posibles efectos de las vacunas se esparcieron en redes sociales.
Algunos de ellos son: “el ARN de las vacunas puede alterar mi ADN”. “Las vacunas de covid-19 no están sometidas a pruebas de efectos placebos”. “La vacuna de covid-19 usará un microchip de vigilancia tecnológica creado por la fundación de Bill Gates”. Todo fue desmentido por el sitio de verificación de noticias NewsGuard.
¿Antivacunas chilangos?
“Ni en el país ni en el Edomex tenemos detectados grupos antivacunas, como existen en Europa y en las sociedades anglosajonas en EE.UU.”, afirma el doctor Edwin Contreras, jefe del Departamento de Salud del Infante y del Adolescentede Edomex. “Allá están hasta financiados y tienen campañas”.
Más bien, agregó en México lo que tenemos es desinformación. “Que la vecina dice que no me la pongo, que la página de Facebook dice que esto es de extraterrestres. Más bien encontramos datos subjetivos”.
Jorge Baruch Díaz Ramírez, vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM, coincide en que la visión antivacunas no es fuerte en México, pero sí representa un riesgo.
“Con uno que haya en cualquier país es preocupante, porque realmente pone en riesgo la vacunación universal, las campañas de vacunación, que son bienes e insumos de la ciencia y de la tecnología, los bienes más importantes que se han desarrollado, que son tan seguros y eficaces”, advierte.
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