Aunque a diario ocurren accidentes en bicicleta por los baches, no existe un procedimiento claro para que el gobierno capitalino cubra los daños.
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A la bicicleta de Oscar Alexanderson se le destrozó la llanta trasera luego de pasar sobre un bache en Insurgentes Sur, a la altura de Ciudad Universitaria, el 14 de febrero de 2019. Durante las semanas posteriores al accidente, el hombre de 44 años realizó una serie de trámites ante diversas autoridades capitalinas con la finalidad de solicitar una compensación económica, como sucede con los automóviles cuando resultan afectados por un bache; sin embargo, le negaron el pago por una sola razón: no tenía la factura de su bicicleta.
Al igual que Oscar, a diario, muchos ciclistas y automovilistas de la Ciudad de México son víctimas de los baches. La diferencia es que solicitar una compensación para los automóviles es más fácil que para las bicicletas y, en la mayoría de los casos, esta resulta efectiva. Mientras que para los vehículos no motorizados no existe un procedimiento claro.
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A pesar de que el gobierno de la Ciudad de México cuenta con un seguro para indemnizar a los automovilistas afectados por el mal estado de las calles, como se establece en la Ley de Responsabilidad Patrimonial del Distrito Federal, este no cubre a los ciclistas, comentó a Chilango personal de la Secretaría de Administración y Finanzas, la cual se encarga de realizar las compensaciones correspondientes.
La bicicleta de Oscar es una Benotto recuperada e intervenida del cuadro –tipo Águila de Tachira–, por lo cual no contaba con la factura original. A pesar de esto, presentó una carta factura firmada por la persona que se la vendió y una carta de reclamación para comprobar que sí era su bicicleta, aunado a todas las evidencias del percance y los documentos necesarios para que la compañía aseguradora determinara el monto a pagar.
Fue entonces que, después de entregar correctamente toda la documentación y determinar que serían 900 pesos de compensación, el 28 de febrero de 2019 (14 días después del incidente), la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México le informó que tardaría mes y medio en darle una respuesta. No obstante, el 14 de junio pasado le notificaron que su solicitud había sido rechazada por no acreditar la posesión.
… entonces, después de casi cuatro meses me dicen que al no presentar factura original (cosa que no existe para una bici recuperada, intervenida y armada pieza a pieza) no procede el pago compensatorio.
Parece que podré meter un nuevo escrito explicando lo anterior. pic.twitter.com/C6bb4GgS9G— oscar alexanderson a (@oalexanderson) June 14, 2019
Para dimensionar la necesidad de un seguro ciclista, es necesario considerar que tan solo en la capital se registran a diario 340 mil viajes en bici, de acuerdo con cifras de la encuesta Origen-Destino más reciente del Inegi, realizada en 2017, año en el que 498 ciclistas sufrieron algún incidente de tránsito. De estos, 173 fueron por caídas, según estadísticas del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (InfoDF).
Uno de esos accidentes en bicicleta fue el de Bruno, quien se dirigía a su trabajo cuando de pronto una coladera rota lo catapultó dos metros y, al caer, quedó tendido con la bici entre sus piernas. El resultado fue: casco y anteojos dañados, moretones y un poco de sangre en el pómulo izquierdo, las manos, el codo izquierdo, la ingle y el pene, y dos fracturas en el hombro. “De todas esas lesiones, la que es objeto de esta petición de reembolso es la doble fractura del hombro porque es la que me obligó a recibir atención médica”, declaró en el acta dirigida a su seguro particular.
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A diferencia de Oscar, Bruno no solicitó una compensación al Gobierno de la Ciudad de México porque había contratado un seguro por 20 mil pesos. Aunque esto sucedió el 23 enero de 2019, ocho meses después su seguro no le ha pagado los daños. Todavía no se ha recuperado completamente, ya que le falta movilidad en el brazo y tiene que acudir a fisioterapias. Todos los gastos han corrido por su cuenta, aunque no tuvo la culpa.
¿Cómo actuar en accidentes en bicicleta por baches?
Si caíste en un bache y tú o tu bici sufrieron daños, lo primero que debes hacer es pedir apoyo a la policía de Tránsito para que tome los datos del accidente, y en caso de ser necesario, se solicite la ayuda médica. Mientras los agentes llegan, deberás tomar evidencia con fotografías o videos del daño provocado y su causa (bache, coladera rota o sin tapa, o cualquier otra irregularidad en la vialidad).
De acuerdo con el artículo 4 del Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, los agentes están obligados a llenar un Formato de Hecho de Tránsito, el cual registre: “fecha, hora, lugar; datos de las personas y vehículos involucrados, en su caso, número de lesionados o fallecidos; servicios de emergencia y en su caso, del Ministerio Público; y cualquier otro dato que sea necesario para determinar las características del incidente y responsabilidad de quienes hayan intervenido en el hecho”.
Esta información facilitará el proceso para obtener la compensación económica de los daños por accidentes en bicicleta, pero principalmente, ayudará a levantar la Constancia de hechos del Juzgado Cívico y dictamen del perito, recomienda el ciclista y abogado Gonzalo Campos.
Una vez que hayas obtenido estos documentos, deberás presentarlos ante la Consejería Jurídica y de Servicios Legales, en el Ayuntamiento de la Ciudad de México, para que te otorguen una Valuación de los daños, en la que consideran el año, modelo, conservación de la bici, su valor comercial, y las partes a sustituirse, junto con la mano de obra.
“Tanto la Constitución como el Código Civil de la Ciudad de México no prevén un límite de la responsabilidad del Estado”, explica Gonzalo sobre los accidentes en bicicleta, y agrega: “Tenemos el programa Rueda Seguro, que proporciona protección y asistencia a los ciclistas en caso de un incidente o accidente en el trayecto en la Ciudad de México. Sin embargo, encontramos que las cifras que cubre este programa son verdaderamente irrisorias y ridículas. En un accidente se pretende pagar 10 mil pesos, llantas hasta en dos mil pesos, y el fallecimiento de un ciclista hasta 100 mil pesos”.
Y finalmente, tendrás que armar un expediente con los siguientes documentos:
- Declaración de siniestro
- Leyenda de protección de datos personales
- Carta de reclamación elaborada y firmada por el propietario
- Factura o carta factura
- Licencia vigente
- Identificación oficial
- Comprobante de domicilio
- Cotización
- Constancia de hechos por el juzgado cívico (hoja amarilla)
- Dictamen del juzgado cívico
Muy amables y ya me pusieron palomita a todos los documentos requeridos
pic.twitter.com/GxOtYlziwR — oscar alexanderson a (@oalexanderson) February 28, 2019
“A pesar de que tenemos las herramientas, los propios funcionarios públicos no saben utilizarlas o simple y sencillamente desconocen que existe una ley que nos ampara para que se nos cubra el daño que se nos causó”, acusa Gonzalo.
“Cuando finalmente tenemos una orden de reparación, una orden de que se nos pague el daño que nos causaron, el momento donde se atora nuevamente es cuando se tiene que liberar el pago. Conozco casos en los que la Consejería ha tardado quizá hasta más de tres años para liberar ese pago”.
Por eso, Gonzalo Campos recomienda tener a la mano todos los documentos de la bici, como si se tratara de los de un auto o una moto, pues el principal obstáculo para recibir una compensación es no tener los documentos oficiales. Asimismo, la “alcaldesa de la bici” y activista de movilidad, Areli Carreón, comentó que “las autoridades solo buscan cualquier pretexto para no pagar. En el caso de Oscar fue la factura”.
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Por último, Gonzalo Campos explica que el artículo 57 del Reglamento de Tránsito es el que detalla la obligación de las autoridades por hacerse responsables.
“Cuando la causa del hecho de tránsito sea la falta de mantenimiento de la vía, señalización vial inadecuada o alguna otra causa imputable a las autoridades de la Administración Pública de la Ciudad de México, los implicados no serán responsables de los daños causados y pueden efectuar reclamación ante la autoridad que corresponda para que ésta, a través de las dependencias u organismos y procedimientos legales correspondientes, repare los daños causados a las personas y/o a su patrimonio”, dijo.
Responsabilidad de las autoridades
Además del Reglamento de Tránsito, la Ley de Responsabilidad Patrimonial del Distrito Federal establece que el gobierno –mediante la Secretaría de Administración y Finanzas– tiene la obligación de indemnizar a cualquier persona que haya sufrido daños materiales o morales a causa de alguna “actividad administrativa irregular” por parte de cualquier ente público.
Chilango contactó a personal del área de Comunicación Social de la Secretaría de Finanzas, quienes comentaron que la póliza de seguro –contratada para indemnizar a los afectados por el mal estado de las calles– no cubre los percances o siniestros de vehículos no motorizados, es decir, los accidentes en bicileta, como sucede con los automovilistas, quienes deben reportar el siniestro al número de Locatel 5658 1111 y esperar a que un ajustador acuda al lugar para valorar y cuantificar el daño; posteriormente, la Banca Aseguradora determina el monto a pagar.
El mal estado de las calles es responsabilidad de la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE), pues es la encargada –entre otras cosas– de mantener en perfecto estado la infraestructura de movilidad en la ciudad, de acuerdo con la Ley de Obras Públicas del Distrito Federal. Sin embargo, al trabajar en conjunto con Finanzas, su seguro para indemnizar a los afectados es el mismo, por lo cual tampoco cubre accidentes de vehículos no motorizados.
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Durante los primeros seis meses de este año, la Secretaría de Obras de la CDMX atendió 27,500 baches solo en vialidades primarias, superficie equivalente a 23.33 campos de futbol, es decir, 171,342 metros cuadrados, de acuerdo con una tarjeta informativa brindada a Chilango por Rosalba Cruz Jiménez, titular de la subsecretaría de Servicios Urbanos.
Los 1,420 millones de pesos –que se han invertido en 2019– también se han ocupado para repavimentación, atendiendo 44 tramos de vialidades primarias con 291,295 toneladas de asfalto, en una superficie calculada en un millón 782,713 metros cuadrados, es decir, el 0.12% de la superficie total de la ciudad.
También la Ley de Movilidad del Distrito Federal estipula que la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) tiene cierta responsabilidad con el mantenimiento de las calles, pues debe involucrarse en el “mejoramiento y uso adecuado de las áreas de tránsito peatonal y vehicular, conforme a la jerarquía de movilidad”. Sin embargo, Fernanda Rivera, directora general de Seguridad Vial y Sistemas de Movilidad Urbana Sustentable, de la SEMOVI, indicó a Chilango que “lo del seguro por accidente es un tema de Obras, nosotros no nos hacemos responsables”.
“Nosotros nos encargamos de otros programas, como Ecobici, por ejemplo, con el que hemos tenido una tasa de 35 accidentes por cada millón de viajes, de los cuales más del 90% son por caídas leves”, mencionó.
Céline es otra víctima de los accidentes en bicicleta. Ella sufrió un percance debido al mal estado de las calles. Mientras se incorporaba a Reforma, desde el Circuito Interior, no le quedó otra alternativa más que cruzar por un gran charco que escondía un bache de aproximadamente 15 centímetros de profundidad.
“Volé un metro o dos y caí de espalda. Me lastimé costillas y tuve una leve desalineación de columna, más golpes leves. No fue tan grave pero tuve gastos de 15 mil pesos, más varias visitas al osteópata que seguirán. Sumando, calculo unos 17 mil”, confesó.
Aunque al instante sufrió una leve conmoción, Céline tuvo que retirarse rápidamente de la vialidad, porque quedó muy expuesta y los automóviles la estaban empapando. Además, debido a la lluvia su celular dejó de funcionar y ya no pudo tomar fotos como evidencia del siniestro.
Esto sucedió la noche del pasado 25 de julio. Horas después etiquetó vía Twitter a la Secretaría de Obras y a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para que le dieran respuesta. Tres días después, la Secretaría de Obras le solicitó que levantara su reporte en la plataforma del Sistema Unificado de Atención Ciudadana (SUAC), la cual en dos ocasiones rechazó sus formularios por “descripción insuficiente”, a través de estos dos folios: SUAC-19081977427 y SUAC-19081977684.
Hasta el momento no ha recibido más atención del gobierno. “Todavía no veo salida positiva en el asunto”, comentó la ciclista.
Si la incidencia vial por factor humano es difícil de predecir y tratar, hay otros incidentes con fuertes perdidas materiales y de salud por causas absolutamente evitables, por responsabilidad de la ciudad: SUS BACHES ¿Quién paga emergencias ytratamiento @Claudiashein @SOBSECDMX?
— Dora mapea (@mapeadora) July 26, 2019
Bajo estas circunstancias, un ciudadano sí puede demandar al Gobierno de la Ciudad de México por no mantener en buen estado las vialidades, como se estipula en la Ley de Responsabilidad Patrimonial y en la Ley de Movilidad. También, hay que tener en cuenta que el artículo 11 constitucional establece el Derecho de Libre Tránsito, por el cual el Estado debe garantizar y proteger la vida de los ciudadanos al movilizarse en el territorio nacional.
¿Cuáles son las propuestas?
El número de personas que usan la bicicleta para movilizarse en la zona metropolitana del Valle de México ha crecido 7% desde 2007, según datos del Inegi. Por eso, el gobierno, a través de la Secretaría de Movilidad, apuesta por la prevención de accidentes, mediante la cultura vial: biciescuelas, biciestacionamientos, más ciclovías, más señalización y trolebicis.
“Tenemos la percepción de que la bicicleta es peligrosa, pero las estadísticas nos dicen que con este esfuerzo de construir infraestructura, el paseo dominical y las biciescuelas, cambiará la cultura vial”, comenta Fernanda Rivera.
Además, la administración en turno pretende duplicar el número de viajes en bicicleta, con acciones como el ‘sendero compartido’ de Reforma, que va a conectar la Fuente de Petróleos con Lieja, del poniente al centro; las ciclovías en la periferia: Tláhuac, Iztapalapa y Xochimilco; y el Trolebici, que conectará Eje Central y Churubusco (por la Alberca Olímpica) hasta Montevideo, en la zona Norte.
Además, se implementarán tres nuevos biciestacionamientos gratuitos, como el inaugurado el pasado 14 de junio en Buenavista: en Martín Carrera, en Tláhuac y en El Rosario. Zonas donde la gente empieza o termina su recorrido en el Sistema de Transporte Colectivo Metro. La Semovi espera que al final del sexenio haya 16 biciestacionamientos en toda la capital.
“La ciudad está cambiando y ha demostrado que puede ser una ciudad ciclista. Estamos en el momento adecuado para que nuestra ciudad se siga transformando para mover a personas, para fomentar el uso de transporte público y la bicicleta, pues el promedio de traslado son 8 kilómetros. En bici es muy fácil recorrerlos”, concluye Fernanda Rivera.
En tanto, las empresas particulares que ofrecen transportes sustentables –bicicletas o monopatines electrónicos– cuentan con póliza de seguro: Ecobici, Jump, Grin, Lime, Bird y Movo. Esto luego de que en marzo pasado, la Semovi reglamentó el uso de estos transportes y obligó a las empresas a responder en caso de accidentes.
Para hacer válido su seguro de Ecobici es necesario llamar al 5005-2424, el número de Atención Telefónica de la Secretaría del Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), y reportar el accidente. Según sea el caso, llegará un ajustador o una ambulancia para valorar los daños o trasladar al usuario afectado al hospital.
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Asimismo, en los últimos meses han surgido iniciativas de asociaciones civiles y ciclistas organizados, para lograr mejores condiciones al andar en dos ruedas y evitar los accidentes en bicicleta. Una de ellas fue #YoTeCuido, proyecto impulsado por el ciclista Erick López, mejor conocido como BiciManager, a raíz del desabasto de gasolina que sufrió la Ciudad de México en enero.
Esta iniciativa –aún vigente– consiste en que ciclistas experimentados publican sus rutas para que otras personas menos expertas se unan al recorrido, y de esta manera disminuir el riesgo de andar en bici solos.
En tanto, “Bandada” es otro proyecto impulsado por ciclistas para moverse por rutas seguras en la Ciudad de México. “Odio usar el carro, me choca el tráfico. No me atrevía a irme al trabajo en bici porque es peligroso. Entonces me puse a pensar, igual y no soy el único que se quiere ir al trabajo en bici. ¿Cómo irme en grupo? Debería haber una forma de que nos coordináramos. Así fue como nació la aplicación”, comenta Leonardo, fundador.
Esta plataforma cuenta con un seguro particular para quienes la usen. En las semanas que ha estado en funcionamiento, ya tuvieron varios accidentes en los que el seguro atendió a los afectados inmediatamente.
Por el momento esta aplicación no está disponible para todo público, pero pueden contactar a Leonardo en Twitter, vía @leoncsm, y unirse a este proyecto, en el que ya tienen registradas varias rutas seguras, como la de Ecatepec a Polanco, por lo que esperan que en unos meses den a conocer el proyecto de manera masiva.
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