Al grito de “¡Compañeras, lo logramos, no más ácido, ya es ley!”, la activista María Elena Ríos celebró la publicación en la Gaceta Oficial de CDMX de la Ley Malena, que castiga como tentativa de feminicidio los ataques con ácido cometidos en contra mujeres.
El lunes 19 de febrero el jefe de Gobierno, Martí Batres, publicó para su entrada en vigor la reforma que previamente aprobó el Congreso de CDMX con 42 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones.
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Al respecto, Malena explicó que la ley nombrada en honor a su lucha tipifica los ataques con ácido como tentativa de feminicidio y ya no como lesiones, como ocurría anteriormente:
“Se reformó el código penal porque no son lesiones. Nos intentan borrar, nos intentan matar cuando nos atacan de esa manera. Ahora el Código penal de la Ciudad de México señala estos delitos como feminicidio en grado de tentativa”, comentó.
Con la publicación de esta reforma, los ataques con ácido o sustancias químicas o corrosivas hacia mujeres se castigarán con al menos entre 8 y 12 años de prisión. Además, se contempla aumentar las penas en caso de que las lesiones provocadas sean incapacitantes.
También se consideran agravantes cuando las lesiones las provocan personas con relación afectiva, familiar o de subordinación con la víctima, así como en caso de que el delito se cometa en contra de menores de edad. En estos casos, las penas podrían aumentar hasta 46 años, según explicó el jefe de Gobierno al publicar la reforma.
“Trato de regenerar no solamente mi piel, sino al país”: María Elena Ríos
La activista y saxofonista María Elena Ríos pronunció un emotivo discurso ante la publicación en la Gaceta Oficial de CDMX de la reforma que honra su lucha y la de otras mujeres víctimas de ataques con ácido.
En 2019 Malena sufrió un ataque con ácido cuyo autor intelectual fue el exdiputado Juan Antonio Vera Carrizal, con quien había sostenido una relación afectiva.
“A través del llanto que me provocó el dolor de mi cuerpo quemado, me permití un proceso de metamorfosis para volver a nacer […]. Como una lagartija o un cocodrilo, trato de regenerar no solamente mi piel, sino junto con mis compañeras, hacer de México un mejor país”, relató l referirse a su lucha por obtener justicia tras el ataque.
María Elena Ríos explicó que, por desgracia, esta ley no la beneficiará personalmente en el proceso que aún mantiene abierto contra su agresor. Sin embargo, pidió mantener en el foco de atención los casos de quienes fueron víctimas antes de la aprobación de la reforma:
“Desafortunadamente esta ley no es retroactiva. No nos va a a favorecer a las mujeres que ya tenemos procesos abiertos. Sin embargo, continuamos creyendo en la sociedad, en la buena voluntad de todas las personas para que nuestros procesos puedan ser visibles, para que no nos dejen solas […] sin ustedes, nosotras no existimos”.
La activista también alzó la voz en contra de la corrupción en el Poder Judicial, mismo que, recordó, ha protegido a sus agresores y la ha revictimizado. Asimismo, recordó que su caso no es aislado, pues 96% de las víctimas no encuentran justicia:
“El proceso en contra de mis agresores aún no termina debido a la camaradería que existe para con ellos. El autor intelectual, Juan Antonio Vera Carrizal, insiste todo el tiempo en reclasificar el delito de tentativa de feminicidio a lesiones”.
En su discurso, María Elena Ríos nombró a otras mujeres que, como ella, sufrieron ataques con ácido y se levantaron para exigir justicia y colaborar con la creación de esta ley: Elisa Xolalpa, Leslie Moreno, Carmen Márquez, Jazmín Hernández, Sandra Montiel y María López Tovar, entre otras. Asimismo, se tomó un momento para honrar a víctimas que han permanecido en el anonimato y “a las que ya no están, porque no deben ser olvidadas”.
Durante su discurso, Ríos también recordó que las mujeres también han sido víctimas de racismo, clasismo, e hizo un repaso histórico de los discursos misóginos en la sociedad patriarcal. “Porque para quitarnos el yugo hay que conocer nuestra historia […] hoy sabemos que ser niña no es sinónimo de inferioridad”, dijo.
¿Qué dice la Ley Malena?
La Ley Malena es una reforma que modifica dos ordenamientos jurídicos de la Ciudad de México: la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y el Código Penal.
Al respecto, el jefe de Gobierno, Martí Batres, explicó que con ello se tipifican los ataques con ácido cometidos contra mujeres:
“En las reformas que hoy se publican se aclara y se detalla que los ataques con ácido, sustancias químicas o corrosivas, incluyen cualquier acción u omisión que cause o busque causar daño arrojando, derramando o poniendo en contacto a la víctima con algún tipo de gas, compuesto químico, ácido, sustancias cáusticas, corrosivas, tóxicas, irritantes explosivas reactivas, líquidos a altas, temperaturas o cualquier otra sustancia que por sí misma o en determinadas condiciones, puedan provocar lesiones o cualquier tipo de discapacidad”.
Batres explicó que anteriormente este tipo de ataques se consideraban como lesiones. Sin embargo, apuntó que con la reforma ahora se sancionarán como un delito distinto.
Dijo que las penas irán de 8. 12 años de prisión. También que podrán aumentar un 50% en caso de que se presenten algunas agravantes, como:
- Causar incapacidades
- Que la víctima sea menor de edad o persona con discapacidad
- Que haya una relación afectiva con la víctima
- Relación de subordinación o parentesco
- Que hayan existido amenazas previas
- Si la víctima es una mujer trans
A su vez, la diputada Marcela Fuente Castillo explicó que se ordena a las autoridades “realizar un registro estadístico de las víctimas”, así como “garantizar medidas de protección y acceso a la reparación integral del daño”.
Fuente resaltó que para la elaboración de la iniciativa fueron necesarios dos años. Además, dijo que en los trabajos participaron mujeres afectadas por la violencia ácida:
“La construimos escuchando las historias de vida de todas, historias dolorosas, de violencia, de revictimización, de impunidad, de racismo, de activismo, pero también de mujeres que luchan por justicia para todas”, comentó.