El sueño de mejorar Chapultepec es una realidad que va avanzando. En abril pasado, el Gobierno Federal anunció el Proyecto Integral del Bosque de Chapultepec con el que se busca rehabilitar los espacios de la zona y convertir el parque urbano en un mega complejo cultural.

Como parte de los Foros Chilango, una iniciativa de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y la revista Chilango, el doctor Víctor Luis Barradas Miranda, investigador del Instituto Ecológico de la UNAM, y Antonio Suárez Bonilla, coordinador del laboratorio de movilidad e infraestructura verde de la máxima casa de estudios, analizaron la tarde del jueves 28 de noviembre este ambicioso proyecto en las instalaciones del Museo Universum, junto con la editora Sarayd Luna. 

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Los expertos coincidieron en la necesidad de crear más áreas verdes en la Ciudad de México, como parte de una construcción social y cultural, a la cual los chilangos debemos tener acceso para mejorar nuestra calidad de vida. 

“Está bien que le metan lana a Chapultepec. El asunto es cómo hacemos nosotros que de ese proyecto se pueda esparcir a más proyectos. El foco de la CDMX no es totalmente ambiental ni social, es socioambiental, requerimos una mayor demanda a tener acceso a ambientes más seguros”, expresó Antonio Suárez. 


Foto: Arturo Alvarado

El investigador aclaró que para el Proyecto Integral del Bosque de Chapultepec se necesita descartar la hiperconcentración al no sólo crear un espacio “bonito” al que todos quieran ir porque también implicaría un desgaste de la zona, sino también debe ser una puerta a obtener beneficios sociales.

“De aquí en adelante se trata de generar una visión en la cual todos podamos acceder a un bienestar (…) Si hoy Chapultepec es visto como un bien o servicio, qué bueno, pero ese bien o servicio necesita estar en toda la ciudad y creo que tenemos el potencial para hacer muchos pequeños Chapultepec”, dijo.

El doctor Víctor Barradas resaltó la importancia de las distribución de las áreas verdes, e incluso, cuestionó la necesidad de tener un bosque en Iztapalapa o invertir en el Bosque de Aragón. 

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“Aquí (Chapultepec) ya tenemos una estructura que nos conviene aprovechar por ciertas características, pero aquellas partes, como la norte o la este, pues no son tan espectaculares”, lamentó. “Si nosotros de alguna manera pudiéramos dotar a la ciudad de más áreas verdes, podríamos tener una mayor infiltración hacia el manto freático y a lo mejor la ciudad deja de hundirse como lo está haciendo”.

Al pensar sobre los beneficios que pueda brindar el Proyecto Integral del Bosque de Chapultepec, Barradas resaltó que no sólo debe ser de belleza o estética sino de servicios ambientales, como la remoción de contaminantes y el enfriamiento del calor urbano. “Plantar por plantar no es adecuado, debemos buscar plantas que completen una paleta donde estén las mejores características”.

El Bosque de Chapultepec está formado por 686 hectáreas que están divididas en tres secciones y parte del proyecto de rehabilitación y expansión del bosque incluye la creación de una Cuarta Sección en Santa Fe, con cien hectáreas, que actualmente pertenecen al Campo Militar, que se convertirán en un parque público y que será administrado por las autoridades de la Ciudad de México.

Ante ello, Antonio Suárez destacó que Chapultepec es un conector que debe fomentar la accesibilidad y que puede generar empezar a pensar el rediseño de la Ciudad de México.

“Generalmente cuando pensamos en infraestructura, pensamos que le falta a la ciudad y no qué le sobra. Para el caso específico de Chapultepec hay muchas cosas que le sobran: tiene un sobrepiso, unos túneles, y un montón de cosas que son obstáculos”, mencionó Suárez, quien destacó convertir el bosque de la masa forestal a largos corredores que conecten a la CDMX.


Foto: Arturo Alvarado

“En todos los parques de México se debería reflejar nuestros valores y cultura. Pero hay que tener cuidado en que toda esa inversión no le falte a las zonas periféricas. A lo mayor parte de nosotros nos gusta Chapultepec, pero lo que más nos gustaría es que tuviéramos muchos Chapultepec alrededor o que a través de corredores pudiéramos ir y venir. Creo que apostar todo a un parque no va a ser una buena apuesta pero tiene potencial de convertirse en hacer corredores de movilidad”, dijo.

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El Proyecto Integral del Bosque de Chapultepec contempla tener un museo del maíz, un pabellón sinfónico, museo en Santa Fe, una bodega nacional de arte, y una cineteca, por ello, ambos investigadores destacaron la importancia de que el artista Gabriel Orozco, quien fue elegido por el presidente Andrés Manuel López Obrador para transformar el Bosque de Chapultepec en un conjunto artístico-cultural, integre un equipo amplio, diverso y experimentado para que sea un proyecto funcional de largo aliento.

“No necesariamente tiene que ser un artista, un ingeniero o un arquitecto, sino una persona que tenga la humildad de decir aquí no puedo y necesito ayuda. Orozco dice que se va a tener a un biólogo de cabecera, a un ingeniero y a un licenciado en derecho ambiental, bueno, está bien, pero ¿y los demás? ¿creen que estos cuatro personajes puedan con el paquete de reestructurar Chapultepec?”, cuestionó Víctor Barradas.

El investigador llamó a las autoridades a integrar a expertos al proyecto, pues, dijo, no hay suficientes estudios ni mediciones del Bosque de Chapultepec y hay que buscar que la zona tenga las mejores características que potencialice mejorar el ambiente.
Foto: Arturo Alvarado