Mientras que la ciudad (y todo el país) suman varias semanas de sequía, Tláloc hizo paro y trajo la primera lluvia intensa del año; sin embargo, necesitamos muuucho más que esa tormenta para resolver los problemas de abastecimiento del Cutzamala.
No. Una solo lluvia como la del miércoles 28 de abril no es suficiente.
Las calles y vialidades inundadas no significan que con eso se resuelve la peor sequía en 30 años, que ha ocasionado que el principal sistema de abastecimiento de agua del Valle de México registre su nivel más bajo desde 1996.
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Para entender qué tan complejo es el tema, primero debes saber de dónde viene el agua del Cutzamala.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), este sistema está conformado por las presas Tuxpán y El Bosque, en Michoacán; y por Colorines, Ixtapan del Oro, Valle de Bravo, Villa Victoria y Chilesdo, en el Estado de México.
Por esa razón, es necesario que las lluvias cubran todo este territorio para que los niveles del Cutzamala comiencen a recuperarse.
¿Qué tan cerca estamos de resolver los problemas de abastecimiento del Cutzamala?
La buena noticia es que la tormenta del 28 de abril fue la primera del año que se registra en la zona centro del país, detalló el director del Sistema de Aguas de la CDMX (Sacmex), Rafael Carmona.
El funcionario señaló que se espera que la tendencia a la baja en los niveles del Cutzamala comience a revertirse.
“Veremos si ya los registros de almacenamiento de agua del sistema Cutzamala empiezan a cambiar esa tendencia a la baja, la cual está asociada a la cantidad de agua que tomamos para traer al Valle de México.
“Tenemos la esperanza de que con estas primeras lluvias que se están declarando, esta tendencia cambie, primero para estabilizarse y luego para empezar a recuperar los volúmenes almacenados”, detalló Carmona en conferencia de prensa este jueves 29 de abril.
Entonces ¿cuántas lluvias necesitaríamos para empezar a ver la luz al final del túnel?
De acuerdo con el meteorólogo José Martín Cortés, las tormentas como la del pasado miércoles contribuyen a salir de la sequía, pero siempre y cuando sean recurrentes.
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“Como la (lluvia) que se dio ayer, tendría que ser recurrente, mínimo que casi todo un mes esté lloviendo esa cantidad, incluso se podría considerar la intensidad, al menos durante un mes, esto ayudará a comenzar a regular la cantidad acumulada de precipitaciones, a humedecer los bosques, los campos y a que los acuíferos comiencen a aumentar”, explicó el meteorólogo en entrevista con Chilango.
El especialista señala que con la cantidad de lluvia que cayó el miércoles (entre 30 y 35 milímetros, según datos del Sacmex), es muy buena.
Sin embargo, para que exista un beneficio para zonas del Cutzamala tendrá que registrarse un acumulado de entre 100 y 150 milímetros, principalmente en zonas del Estado de México.
“Hay que considerar que hay un déficit que en algunos sectores son de hasta 200 o 300 milímetros, entonces si a eso le sumamos 100, estimándolo, aún estaríamos por debajo de lo normal.
“Por eso una simple lluvia o incluso algunas lluvias ocasionales no ayudarían prácticamente en nada a recuperar o al menos a mejorar la cantidad de agua en el sistema Cutzamala”, señala Cortés.
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¿Qué tanto nos va ayudar Tláloc esta temporada?
Aunque la primera granizada del año ocurrió este miércoles pasado, oficialmente la temporada de lluvias comienza a finales de mayo y se establece a medidos de junio. Es decir, todavía faltan varias semanas para que esto ocurra.
Sin embargo, a diferencia de años anteriores, durante 2021 Tláloc nos tendrá algo castigados.
De acuerdo con el análisis de las condiciones actuales, la cantidad de lluvia para la temporada que va de junio a octubre estará por debajo de lo normal y, aunque los pronósticos a largo plazo podrían cambiar, todo indica que la cantidad de lluvias será menor, señala el meteorólogo.
“Desafortunadamente son malas noticias debido a la sequía, que ya está presente en el centro del país, la falta de agua, entonces, por ahora se podría mencionar un escenario no favorable, desalentador para recuperarse de esta sequía que enfrentamos actualmente”.
Este problema se debe principalmente al fenómeno de La Niña, que ocurre en el Pacífico Ecuatorial cuando las temperaturas del mar están más frías.
José Martín Cortés señala que aunque esto comenzó a observarse en el otoño pasado y actualmente se está debilitando, todavía estamos bajo este fenómeno.
“Es común durante los inviernos de La Niña que se generen sequías en nuestro país, principalmente en el norte. Si este fenómeno es un tanto más prolongado y con una intensidad significativa, es proporcional a la sequía, también aumentaría su intensidad en nuestro país”, explica el meteorólogo.
Así que mejor, ciérrale a la llave porque aún estamos lejos de resolver los problemas de abastecimiento del Cutzamala.