Encontrar empleo nunca ha sido fácil, menos si acabas de egresar de la universidad y tienes poca experiencia laboral. Ahora que la emergencia sanitaria por COVID-19 tendrá efecto en la economía, el panorama laboral para los jóvenes, es decir, aquellos menores de 30 años, luce aún más complicado, puesto que se prevén contrataciones por honorarios, sin acceso a seguridad social y con pocas prestaciones.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que la emergencia provocada por el COVID-19 tendrá un “gran impacto” socioecónomico entre las personas de 15 a 24 años, pues son las más vulnerables dentro del mercado laboral, debido a su poca experiencia.
En la CDMX, el número de personas entre 20 y 29 años es de 1.3 millones, lo cual representa a 15.55% de la población de la entidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Durante el cuarto trimestre de 2019, ese mismo ejercicio del Inegi estableció que el total de la población ocupada en la capital fue de 4.2 millones. De esa cifra, 19.38% eran chilangos de entre 20 y 29 años.
Aunque este panorama laboral para los jóvenes no sólo es exclusivo de México. La OIT también expone que en el mundo “la tasa de participación laboral de los jóvenes de 48,7% en 2020, ha presentado un descenso en forma leve pero persistente desde el año 2000, cuando era de 53.7%”.
Panorama laboral para los jóvenes: quiénes serán los más afectados
La crisis económica ocasionada por el coronavirus aumentará el empleo informal y a distancia, los contratos por honorarios, la falta de acceso a servicios de salud y los despidos, explicó Berenice Ramírez López, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM, al hablar sobre el panorama laboral para los jóvenes.
“Para las mujeres el escenario es más complicado, porque participan menos en el mercado laboral, a diferencia de otros países de América Látina. Sucede así porque todavía hay un machismo marcado en cuanto al trabajo doméstico. Entonces tienen salarios menores en actividades informales con dobles o triples jornadas, a pesar de que llegan a tener un mayor grado educativo que los hombres”, expuso la investigadora en entrevista con Chilango.
Al participar en el seminario digital “México y los mexicanos después de la pandemia”, David Kaplan, especialista senior de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señaló que uno de los efectos de la pandemia en el panorama laboral para los jóvenes puede ser un aumento en la informalidad.
“Es muy posible que la tasa de informalidad suba y lo que destacaría como riesgo es que puede tardar muchos años en recuperarse la tasa de desempleo. Hay un riesgo especialmente para los jóvenes. Hay estudios que advierten que un joven que entra al mercado laboral en un mal momento económico, su experiencia en los primeros años es difícil. Los investigadores lo llaman el efecto cicatriz: un mal comienzo en el mercado laboral puede tener efectos de décadas”, dijo.
En su reporte, la OIT señala cinco razones por las que la crisis económica creada por la COVID-19 tendrá más impacto en el panorama laboral para los jóvenes:
Cuando se presenta una recesión, los trabajadores jóvenes se ven más afectados debido a su poca experiencia y falta de redes de contacto, que les dificulta encontrar un trabajo con condiciones adecuadas.
La mayoría trabaja en la economía informal y por lo tanto sus ahorros son escasos o nulos.
Los empleos temporales, de tiempo parcial o en plataformas digitales no les permite conseguir un mejor sueldo ni gozar de seguridad social.
Varios de ellos, principalmente las mujeres, se verán afectados porque se emplean en sectores o industrias que se verán severamente afectadas por la pandemia, como: el comercio informal, la hotelería, así como en tiendas, restaurantes y en el sector de servicios.
Debido a su poca experiencia, el tipo de puestos que desempeñan son más vulnerables a una automatización total o parcial de las funciones que realizan.
¿Qué puedes hacer?
El panorama laboral para los jóvenes demanda que ellos evolucionen y aprendan nuevas habilidades, explicó Katia Villafuerte, académica del departamento de gestión y liderazgo del Tecnológico de Monterrey.
Los jóvenes tendrán que formarse habilidades como la resiliencia, es decir, ser capaces de reconocer el panorama para hacerle frente, puesto que la recuperación económica tras la emergencia sanitaria será lenta y complicada, señaló la especialista, de acuerdo con un reporte de Forbes México.
Villafuerte señaló que la adaptación y la flexibilidad serán otras habilidades que los empleados más jóvenes tendrán que desarollar. De acuerdo con la especialista, eso les permitirá adaptarse a los nuevos contextos, desarrollar su inteligencia emocional, conocer sus emociones, empatizar con los demás y mostrar habilidades sociales en su relaciones.
Berenice Ramírez López, de la UNAM, señala que los jóvenes tienen que entender que las oportunidades de trabajo no van a llegar sí sólo tocan un par de puertas y agrega que el emprendimiento puede ser una de las opciones más viables para mejorar el panorama laboral para los jóvenes.
“Una oportunidad de trabajar es desde el emprendimiento de lo que conocen, mirar lo que tienen a su alrededor como lo han hecho algunas personas durante esta crisis, porque así puedes generar una vinculación al mercado interno”, dijo Ramirez.
De acuerdo con la investigadora de la UNAM, el panorama laboral para los jóvenes podrá mejorar en el mediano plazo; sin embargo, aconseja que los recién egresados no dejen de luchar por tener acceso a la seguridad social o por créditos que les permitan abrirse camino. “Una sociedad en la que los jóvenes estén empleados crece y tiene futuro, pero si no tienen trabajo, seguiremos en una economía deteriorada, desarticulada y con mucha violencia”, asegura la especialista de la UNAM.
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