“En México algunas mujeres son violadas porque provocan a los hombres”. Esta desagradable afirmación fue uno de los hallazgos dados a conocer en la Encuesta Nacional sobre Discriminación y del Sistema Nacional de Información sobre Discriminación que hace unos días presentó el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) con el fin de mostrar lo que piensa la población ante ciertos temas “controvertidos”, y entender un poco mejor el país en el que vivimos, para así, crear políticas públicas que lo hagan un mejor lugar para todos.
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Pero lo que suena a un futuro promisorio no es otra cosa más que un presente de infarto, pues a lo largo del documento nos encontramos con un sinnúmero de respuestas sorprendentes, y el mejor ejemplo de ello es un dato que no nos podemos quitar de la cabeza: el 18% de los mexicanos (varones) cree que “algunas mujeres son violadas porque provocan a los hombres”.
¿De verdad, en medio del Me Too mexicano que se ha destapado, seguimos pensando que las víctimas son culpables, en vez de señalar a los verdaderos responsables?
Para hacer más corajes, hace siete años se presentó esta misma encuesta y en aquel entonces “solamente” el 13% pensaba de esta forma, es decir que, lejos de mejorar, empeoramos.
En el estudio, además, se presentan otros datos reveladores del ideario mexicano. Por ejemplo, seis de cada diez personas mayores de 18 años consideran que los jóvenes son irresponsables. O que cuatro de cada diez mexicanos consideran que convivir con una persona con VIH es de alto riesgo.
En tanto que, en medio de una crisis migratoria y de años de quejarnos por la xenofobia propagandística de Trump, el 39.1% de los mexicanos consultados dijo que no rentaría un cuarto de su vivienda a un migrante o a alguna persona de origen extranjero.
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Del mismo modo, duele ver que cuatro de cada diez personas están de acuerdo con la afirmación de que “los pobres se esfuerzan poco por salir de su pobreza”. Ya saben, el clásico “eres pobre porque quieres” que solemos escuchar prepotentemente por las calles y oficinas de este país.
Además, el 25% de los encuestados considera que las personas con capacidades diferentes son poco útiles en el trabajo y, ahora que andamos en temas de disculpas, el 35% de las personas cree que la pobreza en la que viven algunos pueblos indígenas se debe a su cultura.
Así, la Encuesta Nacional sobre Discriminación nos abre los ojos y nos deja ver que, en México, los prejuicios siguen siendo el pan de cada día, lo cual se traduce en discursos de violencia contra las mujeres, contra las personas con capacidades diferentes, contra los migrantes o contra los pobres.
¿Alguna vez se han preguntado por qué hay tanta violencia en nuestro país? Tal vez una primera respuesta está escondida en esta encuesta, que, sin lugar a dudas, nos obliga a ver hacia dentro y romper nuestros propios prejuicios.
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