Discos cuchillo nació en 2010 como un sello discográfico interesado en abrir espacios para proyectos musicales independientes de distintos géneros, pero pronto se convirtieron en una editorial con el mismo fin. Su primer libro fue una reedición de Yo no soy DJ, de Pepe Casanova, que vio la luz en 2011; le siguió Un amigo para la orgía del fin del mundo, de Wenceslao Bruciaga, que ya va en su segunda edición, y ahora acaban de lanzar Pinche paleta payaso, de Adrián Román.
Este último título es un pequeño volumen de casi 200 páginas que reúne 13 crónicas en las que, a través de una prosa llena de ritmo y violencia, ofrecen un vistazo a una realidad sórdida y agresiva que ha tenido que enfrentar su autor, Adrián Román.
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En “El día de la leyenda”, texto que abre el volumen, el escritor narra su encuentro con el exboxeador Rubén “El Púas” Olivares; también hay crónicas sobre el concierto de los Rolling Stones en Cuba, una estancia en el Torito, un recorrido por las calles de Tepito, un viaje a Buenos Aires o los recuerdos de la época en la que trabajó en un albergue para perros callejeros en Toluca.
Pero en realidad, Román aprovecha esos “pretextos” para hablar sobre soledad, sobre vacío, sobre violencia y hartazgo, sobre un destino que parece marcado desde la infancia, y al mismo tiempo deja ver un poco de esperanza de que las cosas puedan ser distintas y de que la escritura puede ser una forma de salvación.
Pinche paleta payaso, Adrián Román, Discos cuchillo, Ciudad de México, 2019, 188 páginas, $200
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