En “Feministlán”, Karen Villeda escribe sobre feminismo. Puedes leer su columna quincenal acá. En esta entrega: nuestros deseos feministas para México en 2020.
Pero feliz 2020. Sí, un año nuevo en México donde se siguen asesinando a mujeres por el simple hecho de ser mujeres. No quiero seguir poniéndome pesimista (aunque es una tarea casi imposible después de enterarme que 2019 ha sido el año más violento para nosotras: 890 feminicidios en 11 meses, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública hasta noviembre de 2019). Así que, esta vez, comparto una lista de mis deseos feministas para los siguientes doce meses. ¡Ojalá se cumplan!
- Que no nos sigan matando.
- Que se haga justicia para las que ya no están. Y que los feminicidas sean perseguidos, capturados, enjuiciados y castigados.
- Que tampoco nos violen, ni nos agredan, ni nos acosen, ni etcétera de incontables actos de violencia de género. Que ésta deje de ser sistemática e impune. En la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares encontramos que más del 60% de las mujeres encuestadas han sufrido al menos algún incidente de violencia psicológica, económica, física y/o sexual.
- Que ocupemos, de una vez por todas, esos espacios que nos han sido históricamente arrebatados. (No los pongo aquí porque no acabaría nunca). Paridad de género en todo, igualdad total.
- Que haya menos desempleo para nosotras puesto que la tasa de participación laboral femenina sigue siendo inferior a la masculina y, ya entrada en esos temas, que la brecha salarial desaparezca. Tenemos la peor en Latinoamérica: las mujeres percibimos ingresos menores y debemos trabajar 35 días más para igualar el salario de un colega varón, según datos del Segundo Informe del Observatorio de Trabajo Digno, de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
- Que la carga en labores de cuidado y domésticas sea equitativa en nuestros hogares. Solamente 2 de cada 100 mujeres pueden dedicarse exclusivamente a sus empleos sin pensar en las labores de casa, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, del Inegi.
- Que la maternidad sea deseada. Y que tengamos derecho al aborto libre, seguro y gratuito. De acuerdo con el informe Maternidad o Castigo, elaborado por el Grupo de Información en Reproducción Elegida, entre 2007 y 2016 al menos una mujer fue denunciada por aborto al día.
- Que se acabe el doble rasero hacia nosotras. No más casos como el de Karen Espíndola, que tuvo que pedir una disculpa pública por “la misma conducta que se le celebra a un hombre” y “es condenada en una mujer: mentir para evitar meterse en problemas, emborracharse sin medir las consecuencias, tener muchas parejas sexuales. Ese doble estándar está presente todos los días”.
- Que los medios de comunicación se pongan las pilas para que no tengamos que estar corrigiendo los titulares que revictimizann a las mujeres en casos de violencia machista. También ya bye a la publicidad sexista que nos objetifica y abona a los estereotipos perniciosos.
- Que la SEP meta Introducción a los Feminismos en la currícula de Civismo. El libro de texto gratuito puede tener de portada una foto del Paseo de las Heroínas (o sea, que las políticas públicas para nosotras se hagan en serio y no se queden en meros monumentos).
- Que terminemos con nuestros micromachismos interiores de una vez por todas.
- Y que seamos libres.
Las opiniones expresadas por nuestros nuestros columnistas reflejan el punto de vista del autor, que no necesariamente coincide con la línea editorial ni la postura de Chilango.
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