La advertencia en la portada es muy clara: “NO LEAS ESTE LIBRO (si no sabes reírte de tus desgracias)” dice un cintillo negro. En un principio, podría pensarse que es una exageración, que se trata de una estrategia de publicidad para atrapar lectores a partir del morbo que esta frase podría generar. Pero la realidad es que el aviso se queda corto.
Arde tu casa cuenta la historia real de Dan Marshall, el autor del libro, quien recién se entera de que su padre fue diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica, la misma enfermedad terminal que sufrió Stephen Hawking y la cual se origina cuando las motoneuronas mueren, dejando al cerebro sin capacidad para comunicarse con los músculos. Así, quienes la padecen sufren atrofia muscular, tics, calambres, disartria, disfagia y finalmente mueren.
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El elenco de esta trágico y extrañamente divertido libro está compuesto por siete protagonistas. El narrador es un afortunado joven que vive en Los Ángeles, trabaja para una agencia de relaciones públicas y tiene una novia perfecta. Sus padres viven en Utah, en una casa de tres pisos, con siete habitaciones y cinco baños, ubicada en un acomodado barrio mormón: él es adicto a correr y ella sobrevivió al cáncer. Luego está Tiffany, la hermana mayor, quien a media crisis duda si la religión es la respuesta a todos sus problemas. Greg abandonó su sueño de convertirse en periodista y mudarse a Chicago para volver a casa con sus papás. Y al final están Chelsea y Jessica, las dos hermanas pequeñas y a quienes más trabajo les cuesta entender todo lo que está pasando a su alrededor.
Entre tanta sátira e ironía se esconde una carta de amor de un hijo hacia su padre. El libro es un llamado a despertar y apreciar lo que tenemos, a vivir el día sin pensar tanto en el futuro. Pero sobre todo es una invitación a disfrutar al máximo, y siempre con una sonrisa, las alegrías y las desgracias que nos va poniendo en el camino la vida.
Arde tu casa, Dan Marshall, Blackie Books, Barcelona, 2018, 431 páginas, $508
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