Hace 11 años, la familia Gómez Reséndiz le dio vida al Niño Dios gigante de Iztapalapa. La idea surgió como una manda y un agradecimiento, pero con el paso del tiempo se ha convertido en una de las figuras religiosas más representativas de la CDMX.
Curiosamente, el día en que terminaron la obra artesanal fue un 24 de diciembre, en las vísperas de Navidad, que para los católicos conmemoran el nacimiento de Jesús de Nazaret. Fue un momento casi espontáneo. Incluso, al finalizar el trabajo, ni siquiera se dieron cuenta del gran tamaño de la figura, ya que no cabía por la puerta.

Ahora, poco a poco, este proyecto ha tomado forma. Se ha convertido en una figura peregrina por todo México y los grandes eventos de la CDMX como la Verbena Navideña en el Zócalo 2024 o la Feria del Tamal 2025 en el Monumento a la Revolución.
“Fue el principio de una gran aventura porque posteriormente se decidió crear a José y a María, este nacimiento estuvo en la explanada del Zócalo, en la Verbena Navideña y el proyecto continúa para crear a los Reyes Magos, al Ángel, y representar lo que es la fe”, explicó el artesano Abraham Arturo Gómez Reséndiz, en entrevista con Chilango.

¿Cuánto mide el Niño Dios gigante de Iztapalapa?
El Niño Dios gigante de Iztapalapa mide cinco metros de largo y 2.5 metros de ancho, mientras que su peso es de hasta media tonelada. Está hecho con una estructura de acero y sus músculos fueron tallados en una espuma de poliuretano.
Para la piel, la familia Gómez Reséndiz usó resina epóxica, que generalmente se usa para las figuras más pequeñas que se venden en los mercados. Los ojos son de cristal y las pestañas de creel de becerro.
Este 2025, el Niño Dios está vestido como el Príncipe de la Paz. El ropón con el que luce fue hecho con más de 200 metros de tela y fue confeccionado por diseñadoras iztapalapenses.
“Es una obra que representa el arte sacro; sobre todo, las tradiciones de nuestro pueblo mexicano y lo que representa el Día de la Candelaria”, expresó Abraham Gómez.

Un mensaje de paz por los migrantes latinoamericanos
El Niño Dios gigante de Iztapalapa no es ajeno a lo que ocurre en el mundo. Para este 2025, su vestimenta lleva un mensaje de apoyo para los migrantes mexicanos y latinoamericanos, quienes están siendo expulsados de Estados Unidos tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
“Hay que recordar que su historia, la del Niño Jesús, es una historia de migración. Él huyó por una persecución política. Nació en un lugar que no era su tierra, y hoy empatiza con todos nuestros hermanos migrantes”, expresó Abraham.
“Lo único que pedimos es que se les trate con dignidad y hermandad, porque, al final, todos los seres vivos somos migrantes”, dijo.