Marco Antonio Sánchez Flores, el chilango que sobrevivió a una desaparición forzada presuntamente por parte de la Policía de la Ciudad de México, da su primera declaración tras su desaparición el 23 de enero de 2018, en una entrevista exclusiva para EL PAÍS.
Fue hasta el domingo 28 de enero, a más de 20 kilómetros de donde había sido captado por última vez –siendo sometido por policías– que autoridades del gobierno de Miguel Ángel Mancera anunciaron su reaparición.
El estudiante de 18 años contó para EL PAÍS América que distintos policías lo golpearon 4 veces en los seis días que estuvo desaparecido.
Narra que su día comenzó normal, se reunió con un amigo para ir al Museo Soumaya pero lo abrían hasta las 10 de la mañana, por lo que se encontraron antes.
Salieron a caminar por las calles y decidió tomar fotos de unos graffitis, pero unos policías los abordaron y ahí comenzó la pesadilla.
Menor tomaba fotos, polis lo detienen y desaparece
Los uniformados los cuestionaron sobre qué hacían, pero desde el inicio se tornaron violentos, comenzaron a revisarlos y Marco sacó su celular pero buscaron arrebatárselo.
El estudiante corrió hasta que fue sometido y golpeado, pidió ayuda pero nadie lo auxilió. Intentó defenderse pero lo golpearon más fuerte y esposaron. Estuvieron paseándolo durante varias horas arriba de la patrulla, él dice que entre ellos discutían si llevárselo o no.
Después de esto, Marco afirma que sus recuerdos se vuelven confusos.
Las dudas que nos deja el caso de Marco Antonio
Marco Antonio Marco Antonio Sánchez Flores, el chilango que sobrevivió a una desaparición forzada
Hay tomas que lo muestran en un juzgado cívico, pero en ellas solo se le ve confundido. Los demás días estuvo deambulando por las calles, recuerda que él solo quería llegar a casa pero sus pies estaban destruidos y si encontraba policías, estos en lugar de ayudarle, lo golpeaban.
En su sangre aparecieron distintas sustancias que él jamás consumió. Las autoridades estuvieron en el punto de mira porque nunca pudieron justificar su detención, nunca mostraron el momento en que lo liberaron y nunca admitieron haberlo agredido físicamente.
La imagen de la mirada perdida de Marco se volvió viral y levantó nuevas reflexiones en torno al caso. Se le cuestionó si consumía drogas, si era de bien, si estaba en malos pasos cuando él lo único que hacía era estudiar, tener 17 años y existir en una ciudad donde puedes desaparecer.
Después de estar varios días en el hospital, el joven regresó a la escuela e intenta que no lo recuerden por la horrible experiencia que pasó, Marco Antonio Sánchez Flores aún sigue esperando las conclusiones en la investigación de su caso, mientras en la CDMX siguen desapareciendo estudiantes, él sabe que tuvo suerte y dice que valora mucho más su vida desde entonces.
Con información de: El País América