Ese sape o un regaño con gritos o violencia no solo hará llorar a tus peques, también afectará en el correcto desarrollo de su cerebro.
Un estudio realizado por la Universidad de Montreal, el Centro de Investigación CHU Sainte Justine y de la Universidad de Stanford, reveló que cualquier tipo de violencia hacia los pequeños reduce el tamaño de su cerebro.
Así que gritos, castigos o golpes afectarán su desarrollo cerebral, según el estudio publicado en la revista Development and Psychopathology.
Los científicos analizaron a niños de entre 12 y 16 años. Quienes recibieron maltrato y violencia entre los 2 y 9 años tenían afectaciones en el cerebro.
Los menores que fueron criados con violencia presentaron una corteza prefrontal y las amígdalas de un tamaño menor que quienes no pasaron por gritos y golpes.
Estas partes del cerebro son las encargadas de la regulación emocional, por lo que su comportamiento social y emocional se ve afectado a largo plazo.
Así que no solo afecta el desarrollo fisiológico de estos órganos, también provoca que estos peques padezcan ansiedad y depresión al crecer, durante la adolescencia o la edad adulta.