¿Cómo se relaciona la irregularidad en el transporte público del Estado de México con la inseguridad y el tráfico que quita el tiempo a los mexiquenses?
Para llegar a su lugar de trabajo en Polanco, Silvia tiene que salir de su casa en Bosques del Lago, en Cuautitlán Izcalli, a las 6:45 horas para esperar una combi –la cual pasa cada 20 minutos–, que la lleve a la parada del camión que va al paradero Rosario. Con suerte, en la parada de Cementos, donde varias personas descienden, ella alcanza lugar para sentarse; sin embargo, la mayoría de las veces le toca todo el trayecto de pie.
Pasando las 8:00 de la mañana, Silvia llega al Centro de Transferencia Modal El Rosario, donde debe esperar uno o dos trenes para subir al Metro y luego recorrer seis estaciones a Polanco; de ahí caminar unos metros a su oficina con todo y bolsa, recipientes, paraguas y abrigo para la noche. Por ese trayecto gasta aproximadamente 30 pesos de ida.
Ella al igual que millones de mexiquenses se trasladan diariamente a sus lugares de trabajo o estudios ubicados en la CDMX, congestionando las principales vías, exponiéndose al peligro, perdiendo al menos 4 horas al día en trayectos y pagando costos excesivos.
De acuerdo con la encuesta Origen-Destino 2018 del Inegi, de los viajes que se generan en alguno de los municipios conurbados, 2.25 millones de ellos llegan a alguna de las alcaldías de la Ciudad de México.
Silvia quiso intentar irse en automóvil para sentirse más segura; sin embargo, representaba mayor tiempo manejando y un costo mucho más caro, ya que tenía que desembolsar 7 pesos por una caseta de la autopista Chamapa-Lechería donde está la subida al Viaducto Elevado Bicentenario, más el trayecto del segundo piso a la salida Río San Joaquín que es de 66.02 pesos, más 85 pesos aproximados de parquímetro, eso sin contar la gasolina que está actualmente en 20 pesos por litro en promedio.
Para los habitantes del Edomex, el transporte es todo un desafío y es que desde hace 50 años las rutas no fueron planificadas ni crecieron en conjunto con la movilidad de la Ciudad de México, además de priorizar el uso del automóvil, es decir, se apostó a la creación de vialidades, segundos pisos, anillos distribuidores, los cuales no solo ya están saturados sino que también dejaron de lado a los medios colectivos masivos contribuyendo a la irregularidad en el transporte público.
“Se limitó a llegar a la línea divisoria del Estado de México y CDMX, es decir, yo dejo a la gente que viene por las mañanas, 6 millones de personas, y por las tardes simplemente los regreso, así fue durante muchos años”, indicó en entrevista para Chilango el secretario de Movilidad del Estado de México, Raymundo Edgar Martínez Carbajal.
“Simplemente se dejaba la gente ahí y los transportistas del Estado de México como pudieron –a su real saber y entender– empezaron a resolver el problema de los deseos de viaje de la gente, así de manera emergente, de manera caótica y como se fue pudiendo. Pero eso evidentemente va acompañado de conflicto, una lucha fuerte entre transportistas y lucha por un territorio que tienes que cuidar todos los días, así surgió”.
Pero el principal motivo del caos de la movilidad, aseguró el secretario, es la irregularidad en el transporte público, la cual deriva en operaciones opacas en depósitos, grúas, en mototaxis, taxis colectivos, vehículos ilegales, competencia desleal, altos costos, y jornadas extensas de los operadores.
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De acuerdo con el Secretario de Movilidad mexiquense, se estima que circulen entre 50 y 70 mil vehículos ilegales, por lo que un chofer trabaja hasta el doble del tiempo con jornadas de 14 horas al día.
Además, otro de los grandes problemas que la irregularidad en el transporte público provoca es la inseguridad, el gran talón de Aquiles del Estado de México, entidad que encabeza la incidencia delictiva nacional, al cometerse 275 mil 746 delitos durante 2018, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Raymundo Martínez reconoce que la población del Estado de México se queja por la diferencia drástica del transporte mexiquense con el chilango, el cual está mejor equipado en materia de infraestructura vial impidiendo una visión metropolitana integrada y óptima.
“La gente te lo dice, llega uno a la CDMX y el sistema de transporte Metro me resuelve todo, pero salgo de la Ciudad de México, entro al Estado de México, y ¡pum! ahí se dispara todo y entonces empieza el problema del riesgo, de la inseguridad, de los costos altos, los tiempos excesivos que tiene que gastar una persona de su vida en cada viaje”, indica.
Ante la necesidad de la población, Martínez Carbajal mencionó que este año la Secretaría prevé avanzar en la regularización de transporte, que a finales de 2018 alcanzaba un 60% de vehículos regulados.
Medidas contra la irregularidad en el transporte público
Además del reordenamiento en el transporte público, las autoridades mexiquenses impulsarán el uso de autobuses, al poner en marcha más unidades –en lugar de vagonetas o taxis–, con el reto de regularizar rutas alimentadoras e invitando a que los empresarios transportistas sigan invirtiendo.
También se prevé el equipamiento de seguridad como instalación de cámaras, de botones de pánico y GPS para poder hacer el monitoreo de todo el sistema de transporte y garantizar mayor seguridad bajo condiciones lo más adecuadas posibles tanto de costo como de tiempo.
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Otra cuestión importante a mejorar es la instalación de paraderos, ya que el criterio general de espaciamiento de paradas dice que debe haber un paradero cada 500 metros, además deberían tener iluminación y vigilancia pertinente.
“Para efecto de lo que nosotros tenemos, necesitaríamos alrededor de 15 o 16 mil paraderos en todo el Estado; no tenemos la décima parte de eso, ni con mucho”, acepta el Secretario de Movilidad del Edomex.
Aeropuerto de Toluca, el otro reto
Al problema para conectar el Estado de México con la Ciudad de México por la cantidad de Godínez que se mueven en la zona metropolitana y la irregularidad en el transporte público, habrá que sumarle la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, en Texcoco, ya que el Gobierno federal indicó que extenderían operaciones en la Base Aérea Santa Lucía y el Aeropuerto de Toluca, por lo que se tendrá que brindar opciones de transporte en esas zonas.
En el caso de Toluca, una opción será el –hasta ahora– malogrado Tren Interurbano, el cual se calculó que tendría un costo de 30 mil millones de pesos, pero se han invertido hasta el momento 55 mil millones, y todavía faltan 20 mil millones de pesos aproximadamente para terminar la obra. Es decir, en total costaría 75 mil millones, 150% más de lo esperado.
Más allá de la inversión, el Tren Interurbano tendrá que trasladar a los usuarios del Aeropuerto de Toluca, aunque estaba diseñado para trasladar ida y vuelta desde Zinacantepec a Observatorio a 230 mil personas todos los días “pero si ahorita entra la variable aeropuerto de Toluca, pues evidentemente se tiene que pensar en un ramal para el propio tren interurbano que vaya de algunas de las estaciones que se tiene planeadas como Lerma o Tecnológico”, dijo el Secretario mexiquense.
“El flujo de usuarios del aeropuerto de la ciudad de Toluca está planeado de pasar de como está ahorita que traslada a 600 usuarios a pasar en una primera etapa a 8 millones y en una siguiente etapa de consolidación a 25, eso evidentemente te habla de que esos 8 y 25 millones van a llegar de la principal fuentes ¿cuál es? pues la Ciudad de México”, señaló Raymundo Edgar Martínez.