Puedes considerarte todo un millennial desde tu trabajo de home office, pero cuanto menos lo esperas..¡zas! sale el chavorruco que llevas dentro con una sola frase.
De acuerdo a la Academia Mexicana de la Lengua, el término chavorruco se emplea para referirse a “una persona de edad avanzada que, a la manera de los jóvenes, actúa y se viste según la moda”. O en palabras de tu sobrino o hijo/a, aquellas personas que forjaron su léxico viendo Otro Rollo.
También te puede interesar: Cuáles son las frases clásicas chilangas
No la hagas de tos, estas frases son de todo un chavorruco
Sí, no lo hagas difícil ni te enojes, las siguientes frases delatan que naciste entre los setentas, ochentas o que los noventas aún te pegaron duro y no superaste aquella época tan bonita donde no sabíamos lo felices que éramos. O como dice el chavorruco que llevamos dentro: Cuando andabas bien Felipe con tenis.
1. Persiguiendo la chuleta
Si no persigo la chuleta, ¿de qué vivo? es una expresión muy semejante a “ganarse la vida”. Todos la hemos usado cuando alguien nos pregunta a dónde vamos o qué hacemos camino al trabajo.
Entérate todos los planes que hay en CDMX: Suscríbete al newsletter de Chilango
2. No te sientas Juan Camaney
Cómo nos chocaba que nuestros papás nos dijeran esta frase en cuanto teníamos una actitud grosera o pretensiosa, jurándonos la gran cosa. Sí, Juan Camaney existió y fue por el ingenio de Luis de Alba, quien creció en La Lagunilla y al observar al prototipo del macho mexicano del barrio creó su personaje.
“Quiubole muñeca, mucho gusto, soy Juan Camaney. Bailo tango, masco chicle, pego duro y tengo viejas de a montón ¡Tururú! ¿Vas a querer o no?”, fue una frase icónica que marcó al México ochentero.
3. Te toca a ti pagar el pato, vato
… No le saques, no me digas que no tienes gato flaco que tú sabes que te toca a ti pagar el pato, vato. Entre hermanos o primos fue un clásico de clásicos cuando queríamos echarle la culpa o responsabilidad a alguien más, una suerte de venganza piadosa.
4. Poninas, dijo Popochas
¿La aplicaste a algún amigo o compañero de trabajo que no se dio enterado de la cuenta? Es una joya casi en peligro de extinción que debería renacer. En esta frase “Poninas” se reduce a “pon” y “Popochas” a la persona que no quiere colaborar con alguna causa o coperacha.
5. Lo cortés no quita lo Cuauhtémoc
O también: “Lo cortés no quita lo valiente”. La educación, decencia y buenas maneras no van ligadas a una falta de valentía o sumisión, de hecho el último emperador azteca fue quien defendió Tenochtitlán en plena conquista española.
6. Qué hongo
Hubo banda chilanga que saludaba con esta frase en vez del “qué onda”. Y no por favor, no le agregues el “qué hongo, carnal”, échate una manito.
7. Ponte trucha en la capirucha
Dicen que la CDMX es un monstruo que debes dominar, como sucede con las truchas que tienen la habilidad de nadar río arriba pese a cualquier viento o situación. Así que abre los ojos en la capital y sé lo suficientemente astuto para gozarla.
8. Te trae de un ala
Confiésalo, leíste esta frase y apareció un dejavú de alguna escena de telenovelas como “Soñadoras” o “Clase 406”. Es de chavos haberla usado para decir que alguien te tiene calentando las banquetas o tan enamorada que vives siempre soñando o en el aire.
9. Traer nave
¿El que trae nave da un aventón a toda la banda? Seguro volaste al siglo anterior cuando ibas rumbo a Cuernavaca o al Ajusco casi de madrugada confiando en que el más rifado de tus amigos de prepa te iba a hacer el paro y prestar su coche para regresar sano y salvo a casa. ¿A poco, no?
12. Te la catafixio
La edad de Chabelo también revela la nuestra. Aunque elegir la puerta 1, 2 o 3 no significaba un premio para nosotros, vivíamos el estrés o la felicidad de quien ganaba o pedía la famosa catafixia. Es decir, el cambio de una cosa por otra a nuestro favor.