Tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolores musculares, fatiga, dolor de cabeza o fiebre son síntomas del coronavirus, pero ¿sabes cuáles son los efectos de COVID-19 en el organismo?
La emergencia sanitaria por coronavirus en México ha dejado un saldo de 23 mil 471 personas contagiadas y 2 mil 154 decesos, de acuerdo con el reporte del 3 de mayo de las autoridades federales.
En la CDMX, el panorama no es mejor. La Secretaría de Salud local informó que suman 6 mil 417 personas con COVID-19, de las cuales mil 894 se consideran casos activos, es decir, que presentaron síntomas de la enfermedad en los últimos 14 días. Además, hay 2 mil 229 personas hospitalizadas, de las cuales 870 están intubadas y se han registrado 472 defunciones desde el inicio de la crisis sanitaria, de acuerdo con el reporte de las autoridades capitalinas de este lunes 4 de mayo.
Los efectos de COVID-19 en el organismo
Si bien ya sabes cuáles son los síntomas de esta enfermedad, también es necesario que conozcas los efectos de COVID-19.
La doctora Daniela de la Rosa Zamboni, académica del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que el primer efecto es cuando este nuevo virus se adhiere o pega a las células del aparato respiratorio. “Una vez pegado a su receptor (el virus) introduce material genético a tales células para la formación de nuevos virus. De esta manera, la misma célula empieza a producir más virus e infecta a otras células”, explicó la especialista en entrevista con UNAM Global.
Una vez que el virus se reprodujo, los nuevos virus pueden viajar por el torrente sanguíneo, a través de las arterias y las venas, hasta encontrar otro lugar para pegarse y repetir el proceso. “Los sitios donde existen más receptores para el virus son, aparentemente, las vías respiratorias, el corazón, los vasos sanguíneos, sobre todo los del riñón”, dice la especialista.
Mientras ocurre ese proceso, el organismo responde a través del sistema inmune y trata de eliminar el virus; sin embargo, “todos los órganos donde se encuentra el virus empiezan a dañarse por la misma infección del SARS-CoV-2 y por la respuesta del organismo para tratar de eliminarlos”.
La doctora Daniela de la Rosa Zamboni detalló que hay ocasiones en las que “es tanta la cantidad del SARS-CoV-2 que el sistema inmune, tratando de eliminar al virus, daña al organismo y puede ocasionar no sólo alteraciones en las vías respiratorias, sino también en otros órganos como en el corazón, los riñones, incluso se ha encontrado que puede llegar al aparato gastrointestinal”.
Otros de los efectos del COVID-19 en el organismo han sido detectados por médicos en los oídos, donde se presenta una otitis, así como alteraciones del gusto, es decir, las personas no pueden reconocer el sabor de la comida, o la perdida del olfato y hasta diarrea.
“Si el organismo tiene buenas defensas, entre los 7 y 14 días inicia la producción de anticuerpos de respuesta aguda y luego pueden producirse anticuerpos que posiblemente protejan al individuo. Por ejemplo, si la persona es joven, sin tantos supuestos receptores y sin enfermedades del corazón y diabetes, lo más probable es que logre eliminar el agente infeccioso”, indica la especialista.
En casos en los que el organismo no responde de forma positiva, los pulmones se inflaman, lo que se traduce en dificultad para respirar. Este síntoma es de cuidado, ya que cuando un paciente con COVID-19 presenta esta característica, la alteración puede ser tan grave que el paciente puede requerir terapia intensiva y en ocasiones fallece a pesar del adecuado manejo médico.
Entre los efectos de COVID-19 en el organismo de los que se tiene registro están los accidentes cerebrovasculares (ACV), es decir, la interrupción abrupta del suministro de sangre, que puede ser causado por problemas cardíacos, arterias obstruidas por el colesterol, e incluso abuso de drogas.
Un articulo publicado por The Washington Post señala que los reportes de accidentes cerebrovasculares en pacientes jóvenes y de mediana edad “son el giro más reciente en la evolución de lo que sabemos del COVID-19”.
“El número de afectados (por accidente cerebrovascular) es pequeño pero aún así destacable, porque desafía la manera en la que los médicos están entendiendo al virus. Aun cuando hasta el 20 de abril había infectado a casi 2.8 millones de personas alrededor del mundo y matado cerca de 195,000, las principales mentes científicas todavía no logran descifrar sus mecanismos biológicos. Alguna vez considerado un patógeno que atacaba principalmente los pulmones, el virus ha resultado ser un enemigo mucho más formidable, impactando casi todos los principales sistemas de órganos del cuerpo”, señala el diario estadounidense.
El reporte establece que los pacientes de coronavirus están experimentando, en su mayoría, el tipo más letal de ACV, conocido como ataque cerebrovascular oclusivo, que puede destruir grandes partes del cerebro responsables del movimiento, el lenguaje y la toma de decisiones de un solo golpe.