“Como un día de lucha”: así define el 10 de mayo, Día de las Mares, Rosa Icela Guzmán Núñez, mamá de Luis Ángel Lopez Guzmán e integrante del colectivo Hasta Encontrarles, conformado por familiares que buscan a personas desaparecidas en CDMX.
El 26 de septiembre de 2018 su hijo fue sustraído de su domicilio en la alcaldía Tláhuac por un grupo de hombres armados. Desde entonces no ha parado de buscarle en hospitales, delegaciones, terrenos, lagunas, aguas negras y hasta en el forense.
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10 de mayo, un día de lucha para las madres desaparecidas
El problema de las desapariciones no es ajeno para la Ciudad de México. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, en la capital del país hay al menos 7,651 personas con ese estatus.
Uno de ellos es Luis Ángel. El día de su desaparición, el chico de 25 años estaba junto con su padre y un amigo en el domicilio que habitaba junto con su pareja, en la colonia Conchita, cuando cuatro hombres armados irrumpieron en el lugar y se lo llevaron. Desde ese día Rosa Icela es buscadora:
“Los primeros días empecé a salir a hospitales y delegaciones en una depresión muy grande, una confusión de no saber qué hacer ni cómo actuar”, recuerda.
Los primeros años los pasó buscando sola, por su propia cuenta, y sin ningún tipo de orientación institucional:
“Fueron dos años sin nada de las autoridades. Mi caminar era sola. Nunca se está preparado para eso. Nunca sabes cómo proceder o de qué forma tienes que presionar a las autoridades”, explica.
Tras dos años caminando sola, se enteró de la existencia del colectivo Hasta Encontrarlos, que está integrado por personas que buscan a sus familiares desaparecidos en CDMX.
En su mayoría, quienes buscan a las personas desaparecidas son sus madres. Y para ellas, el 10 de mayo no es un día de festejo:
“Las madres buscadoras no festejamos. Salimos a marchar, salimos a gritar que nos hace falta nuestro hijo”.
Cada año, se congregan en el Monumento a la Madre para que su causa no se olvide. Y este año no será la excepción:
“Salimos a hacer visibles a nuestros hijos ausentes que aún no han sido localizados para que a las autoridades no se les olvide que no estamos todos y que no es un día que podamos festejar. Es un día de lucha”.
¡Hasta encontrarles! La búsqueda de personas desaparecidas en CDMX
Rosa Icela enfatiza que ninguna persona está preparada para tener que buscar a un familiar desaparecido. No se sabe qué hacer, dónde buscar, a quién presionar, qué estrategias utilizar. Se va aprendiendo de forma progresiva, caminando, preguntando e insistiendo, pero sobre todo, gracias al acompañamiento de otras personas buscadoras.
En el colectivo Hasta Encontrarles, ella encontró algo más que apoyo: una familia.
“El colectivo es toda una familia. Existe un acompañamiento y una sororidad grandísima. Las mismas desapariciones de mis compañeros y compañeras han hecho que vayamos aprendiendo qué es lo que podemos hacer en otros casos. Nos vamos compartiendo lo que nos funcionó en nuestra búsqueda, lo que podemos hacer, lo que podemos pedir. Nos vamos orientando a nosotros mismos”.
A través de ese apoyo y de ese caminar, Rosa Icela ha aprendido cosas que duele saber, pero que reflejan la cruda realidad de la violencia y la inseguridad en México. Por ejemplo, que los cuerpos de personas fallecidas no identificadas solo permanecen en el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) por entre 14 y 16 días. Después de ese periodo pasan a una fosa común. “Empecé a buscar en el Incifo y no dejaba pasar más de 15 días para que no se me fueran los cuerpos”, recuerda.
Aprendió también que existe la Comisión de Búsqueda de Personas. Dos años después de la desaparición de Luis Ángel, a través de la Comisión, logró obtener del INE las huellas digitales de su hijo para que fueran ingresadas a una base de datos y comparadas con las huellas de personas fallecidas no identificadas.
También logró obtener la geolocalización del último punto en el que se tuvo registro de la actividad del teléfono de su hijo, en una zona lacustre de Tláhuac. Así empezaron las búsquedas en campo, en lagunas y hasta en aguas negras:
“Llevo seis búsquedas en Tláhuac. Entré a una parte de lagunas que están muy bajas, que tienen como un metro de altura. Revisamos a mano las aguas negras que están ahí. Pero hay otra parte de lagunas que pertenecen a Xochimilco a las que no hemos podido entrar porque están demasiado profundas, son aguas negras y es imposible entrar ahí. La Comisión de Búsqueda tiene buscarlo con un buzo de aguas negras porque los drones acuáticos no alcanzan a ver lo que hay debajo”.
Por supuesto, en su búsqueda no ha estado sola. El colectivo Hasta Encontrarles se ha convertido en un equipo donde todos se apoyan mutuamente, compartiéndose herramientas y estrategias:
“Vamos creando una manera de buscar en conjunto con el colectivo. En el colectivo nos apoyamos todos. Cada uno de nosotros tenemos un lugar donde buscar y se van organizado las búsquedas junto con la Comisión. Hemos hecho incluso pega de volantes en estados como Querétaro y Oaxaca”.
¿Cómo aportar datos a la búsqueda del colectivo Hasta Encontrarles?
Rosa Icela invita a cualquier persona que tenga información de Luis Ángel o de cualquier persona desaparecida a proporcionar información a través de las cuentas del colectivo Hasta Encontrarles en Facebook e Instagram. También se puede escribir a los correos [email protected], [email protected] o llamar a los números 55 5345 5067 o 55 5315 5070.
Por otro lado, a quienes se enfrenten a la desaparición de un ser querido, les recomienda:
“Sepan que las búsquedas se pueden hacer de manera inmediata. No pueden dejar pasar el tiempo. Es vital para la personas la información que se pueda recabar al momento. Cuando se tiene un lugar aproximado donde fue la desaparición, se puede pedir una cadena de custodia de las cámaras a toda la manzana”.
Asimismo, recuerda a quienes busquen a sus familiares que no están solos:
“Además de madres hay hermanas y hay papás. En el colectivo tenemos dos o tres papás que buscan incansablemente. Tenemos familias que, cuando sales a una búsqueda, se une la familia completa. Es grandioso saber que no estás sola”.
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