De un carritos de tamales a un rey digital

Cuando a José Covarrubias se le cerró una puerta encontró en su celular la ventana que lo llevó a ganarse la vida jugando videojuegos.

Cuando José se quedó sin trabajo, exploró sus opciones y llegó a considerar la venta de tamales en carrito para autoemplearse; su esposa ayudaría con la receta, y con el dinero que tenía ahorrado compraría los insumos y el carrito. Sin embargo, su destino no estaría detrás de un carrito de tamales sino de una pantalla jugando videojuegos.

“Tenía un amigo que en ese tiempo se dedicaba a jugar videojuegos en streaming, y le pregunté de qué trataba, me lo explicó, dije ‘ok, bueno, los videojuegos es algo que entiendo, es algo que me gusta’. Entonces en vez de comprar todo eso, decidí mejor comprar micrófono, mejorar mi computadora que ya estaba un poco viejita, cámara, todo lo que se necesitaba y empecé a hacer streams en Facebook.” comenta José Covarrubias a quien su comunidad en Call of Duty: Mobile conoce como Rey Tamalero.

Hoy en día, Covarrubias tiene una de las comunidades más leales y ha hecho de transmitir sus partidas via streaming a miles de personas que disfrutan verlo jugar en tiempo real, su profesión y principal fuente de ingresos. En 2022, José ganó el galardón a Creador de la CoDMunidad, durante la entrega de premios CoDMunidad, una gala que reúne a los mejores creadores de contenido y los premia con base en las votaciones de los jugadores.

Adiós carrito de tamales, hola videojuegos

Aunque llegar hasta ese punto no ha sido del todo un camino sencillo para José.

Con la presión a cuestas de deudas por pagar y sin un empleo que le ofreciera una remuneración fija, José se concentró en ser consistente con sus transmisiones.

“Al principio obviamente me veía mi mamá, mi primo, mi hermano, ¿no?, pero empezó a llegar gente, y de repente ya era demasiada y lo agradezco bastante a Dios, a la vida, a mi comunidad”, recuerda.

Después de mantenerse medio año haciendo streams, logró establecerse como una figura con una comunidad creciente y se dio cuenta que en realidad podía vivir de jugar videojuegos, siempre y cuando mantuviera una disciplina.

El streamer de 30 años trabaja de lunes a domingo y en un principio hacía transmisiones que duraban entre 4 y 12 horas. Hoy en día sus transmisiones fluctúan entre 4 y 7 horas, pero el trabajo no termina cuando la cámara se apaga.

“No es que esté streameando todo el tiempo, pero si estoy planeando el stream, comienza el stream, termina el stream que dura de tres a 4 h, a veces se extiende hasta seis, 7 h y ya estoy planeando también lo que viene para el siguiente. Entonces sábado, domingo, lunes, toda la semana tu mente está trabajando en eso”.

Una jornada de trabajo termina típicamente a la 1 de la mañana, aunque puede extenderse mucho más si hay proyectos por terminar.

“Hay veces que me extiendo cuando tengo que entregar algún proyecto, algún vídeo o alguna campaña, hay veces que pues sí me duermo a las cinco, a las seis, o sea el horario varía mucho dependiendo de la carga de trabajo que siempre es muy variable”. Afirma el streamer que acumula más de un millón de seguidores a través de diversas redes sociales.

Foto: Ingrid Muhlenbrock
Foto: Ingrid Muhlenbrock

En el cuarto de transmisión es él el técnico de sonido, de iluminación, de sistemas, si algo llega a salir mal durante el directo, él debe salir al quite, hacerlo rápido y hacerlo bien.

“Donde tú tengas un fallo técnico y no lo puedas solucionar en 30 segundos, vas a perder la mitad de la audiencia. Tienes que entender qué estás haciendo para que igual lo puedas disfrutar, porque también si te llega a pasar algo y no lo sabes solucionar, es un estrés muy, muy grande”, explica.

A pesar de los momentos de tensión que pueda llegar a tener, es ahí entre esas cuatro paredes que ha logrado realizarse profesionalmente, José sabe lo afortunado que es de poder dedicarse a lo que más le gusta hacer y poder tener una comunidad que lo apoya y lo alienta a seguir cada día que esperan verlo aparecer en directo.

“En una palabra, Call of Duty: Mobile significa para mí, comunidad. Definitivamente, por lo menos a mí me ha cambiado la vida”. 

@chilangocom

¿Ya conoces a Xin Xin? La última panda mexicana que vive en el zoológico de Chapultepec y que hoy cumplió 34 años. 🐼🎉🍰 Acá te contamos más de esta pandita orgullosamente chilanga. 😎 ¿Cuándo fue la última vez que la visitaste? #Chilango #cdmx #xinxin #panda #osopanda #chapultepec #zoologico #zoologicodechapultepec

♬ sonido original - Chilango
Chilango Menú Footer Chilango recomienda