Tal vez aún lo recuerdes porque ese día todo México se detuvo para apreciar uno de los fenómenos naturales más hermosos que nos ha regalado la naturaleza. Por eso, traemos las 7 curiosidades del eclipse solar de 1991.
En la vida como en el universo, todo está en constante movimiento y este fenómeno astronómico ocurrió cuando la Luna pasó por delante del señor Sol y lo ocultó por completo, a pesar de que el astro mayor es 400 veces más grande que la Luna.
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Estos eclipses son poco frecuentes, precisamente porque la sombra de la Luna es pequeñita, explicó Julieta Fierro del Instituto de Astronomía de la UNAM en un reporte especial para esa casa de estudios.
Aquel jueves 11 de julio, la humanidad tuvo la oportunidad de encajar en tiempo y espacio con esta maravilla. Las luces de las calles se encendieron de manera automática, las aves regresaron a su nido, la noche cayó en plena tarde.
Curiosidades del eclipse solar de 1991
Su duración
Los eclipses totales son de los más espectaculares por el cambio radical que nos dan. Aquel día eran las 13:24 horas y la Luna le aplicó al Sol la de “comper, voy a pasar”.
Durante ese momento la Luna estuvo un poco más cerca de la Tierra, por lo tanto, el eclipse fue de mayor duración. En la capirucha se pudo ver a lo largo de seis minutos con 54 segundos, mientras que la duración total fue de 3 horas con 29 minutos.
Dónde se pudo observar
La autenticidad de este fenómeno pudo ser vista por casi 300 millones de personas en Hawai, México, Centroamérica y Brasil y tres mil millones más lo vieron por televisión, según un reporte de El País.
En el caso de México, el fenómeno astronómico entró por La Paz, Baja California, y esta entidad fue un punto clave para ver este evento, ya que los especialistas identificaron que en esa región el cielo estaría completamente despejado y se iba a apreciar mejor.
Durante su tránsito pudo verse en Nayarit, Jalisco, Ciudad de México y Chiapas, aunque entre las curiosidades del eclipse solar de 1991, encontramos que en Campeche también pudo percibirse, según contó Rosa Heredia a Chilango.
“En ese entonces, yo tenía 11 años; en esta parte no se oscurece con los eclipses, nosotros solo vemos bien los eclipses de Luna y las lluvias de estrellas.
“Mi mamá cortó un círculo en medio de una hoja y así pudimos ver la trayectoria. Luego me aburrí y me senté bajo un árbol de huaya y entre la luz que pasaba por las ramas del árbol, se veía el mismo recorrido que en la hoja de papel”, explicó.
Los medios
Entre las curiosidades del eclipse solar de 1991 encontramos que los medios comenzaron a hablar de ciencia y los invitados especiales a los programas de televisión fueron los científicos y especialistas en el tema.
“El eclipse del milenio” fue el tema principal en los contenidos y las personas le seguían la pista a cada uno.
Las cámaras estuvieron colocadas en puntos estratégicos para llevar la cobertura total de este evento astronómico; el Zócalo, Teotihuacán y obviamente en La Paz, Baja California.
“Nuestro sol está absolutamente negro con un resplandor; aún no se termina de entender este fenomeno”, narró Ramón Fregoso, desde La Paz.
¡No lo veas!
Se crearon diversas campañas para advertir sobre el peligro de mirar directamente al Sol. En aquella época el director del Instituto de Astronomía de la UNAM, Alfonso Serrano, identificó el riesgo y alertó a las autoridades.
De hecho se creó un comité inter-secretarial, en el que invitaron a diversos investigadores como a Julieta Fierro, física y astrónoma mexicana.
Este comité se reunió con altos funcionarios y visitaron varios lugares “para cuidar la retina de las personas” y el Instituto de Astronomía probó los filtros que se repartieron a las personas para verificar que fueran seguros.
Incluso varias personas que tuvieron chance de verlo, prefirieron apreciarlo por televisión por el miedo a dañar su vista, reportó El País en su edición impresa de 1991.
Se les dijo, se les advirtió
Aunque la campaña fue constante, es más, hasta las patrullas de la policía lanzaron recomendaciones por los altavoces para observar el eclipse, muchas personas no siguieron las indicaciones y miraron directamente.
Luego del eclipse total de Sol, el Sistema Nacional de Salud examinó a 96 personas, de entre 15 y 44 años, con supuesto daño a la vista. Afortunadamente en todos los casos recuperaron su función visual total después de cuatro meses, detalló el periódico Excélsior.
Para cargarse de energía
Ante tal evento astronómico, tenía que armarse algo en Teotihuacán. En la zona arqueológica cientos de personas se reunieron para ver el eclipse total de Sol.
Hubo personas que fueron vestidas de blanco, hubo bailes, cantos y mucha expectativa de ver caer la noche en plena tarde.
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¿Una misión espacial?
Debido a la magnitud de este evento, científicos e investigadores nacionales e internacionales estuvieron atentos a cada detalle. Algunos de ellos viajaron a lugares donde se vería mejor, como a Santiago de lxcuintla, Nayartit.
Fue justo en esta zona donde se realizó el lanzamiento del cohete “Mexcaltitan” con el que la UNAM, el Instituto Tecnológico de Florida y la Universidad de Arizona iban a medir la corona solar, el polvo solar y otros aspectos de la meteorología.
Pero resulta que una falla no dejó que la nave —de cuatro metros de largo y 74 kilogramos— pudiera realizar el estudio.
Otras curiosidades del eclipse solar de 1991
El turismo abarrotó las regiones donde habría mayor visibilidad, no solo en México, sino en el mundo. Por ejemplo, en Hawai y Maui, medio millar de yates embarcaron para ver el espectáculo, y en el aeropuerto aterrizaron cuatro aviones tipo jumbo procedentes de Japón, reportó El País.
Aunque las personas sabían que un fenómeno como el que sucedió aquel jueves 11 de julio de 1991 era cosa de la naturaleza, a muchas personas todavía les quedaba duda.
“¿Cuándo va a organizar otro eclipse? Porque este le quedó muy bonito”, le dijeron a la investigadora Julieta Fierro después de aquel evento astronómico.
¿Recuerdas dónde estabas en aquella fecha?