Boletos antiguos del Metro que en su momento se vendían en taquilla por $1.20 hoy en día pueden valer hasta $7,000 entre coleccionistas.
Además, con el anunció del fin de la impresión de los boletos de cinta magnética y su sustitución por la Tarjeta de Movilidad Integrada, algunas piezas podrían duplicar su valor en el mercado.
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Pero ¿por qué valen tanto estos boletos? ¿Cuál es su importancia histórica? ¿Y qué se pierde ahora que dejarán de imprimirse?
Para responder a estas preguntas platicamos con Eduardo Bojórquez, quien nos contó todo sobre el mundo del coleccionismo de boletos del Metro.
Boletos del Metro más codiciados por coleccionistas
Eduardo cuenta en su colección con un total de 600 boletos. Entre ellos destacan algunos conmemorativos de aniversarios de líneas del Sistema de Transporte Colectivo o de instituciones públicas. También otros dedicados a celebridades o personajes históricos.
Pero no solo eso. Además, Eduardo es uno de los pocos afortunados en tener dentro de su colección los dos boletos más codiciados: el Juárez naranja y el Juárez blanco.
Se trata de boletos que se imprimieron en la década de los 70 con un tiraje fue muy escaso. Por eso su alto valor, que puede alcanzar hasta los $5,000 en el caso del Juárez naranja y hasta $7,000 en el caso del blanco.
“Un boleto normal tiene un tiraje de 10 millones de piezas en promedio. Pero hay boletos que no tuvieron ese tiraje. Hacían, por ejemplo, solo un millón. En el caso del Juárez se hicieron 10 mil y además estos fueron regalados a extranjeros de Nueva York, París u otras ciudades que tenían Metro”, explica Eduardo.
El motivo por el que los boletos se regalaron a extranjeros, explica Eduardo, es que cuando se inauguró el Metro seguía muy presente el recuerdo del sismo de 1957 en México. La gente tenía miedo de usar el transporte subterráneo porque creía que si había otro sismo iba a quedar atrapada en las profundidades. Por ello se implementó esta especie de campaña para mostrar que los extranjeros sí usaban el Metro.
Con los boletos del Metro se va un pedazo de historia y cultura: coleccionistas
Esta anécdota ilustra el valor de los boletos del Metro más allá de lo monetario.
“Es una pieza de historia, de cultura“, afirma Eduardo.
Por lo anterior, el coleccionista es escéptico respecto a la medida de desaparecer los boletos del Metro. Además, considera que no es una medida muy práctica. Como ejemplo, cita algunas quejas en la Línea 6 del Metro, donde comenzó a interpretarse el acceso exclusivo con tarjeta:
“Hay gente que viene por única ocasión a la ciudad, que viene a ver al médico o a un familiar, y no le resulta factible comprar una tarjeta para uno o dos viajes. Esta tarjeta es para gente que vive en la ciudad, que está yendo y viniendo, no para foráneos. Esa fue una queja en la línea 6, gente que estaba molesta porque no había boletos”.
El coleccionismo sigue
A pesar de que los boletos del Metro dejarán de imprimirse, el coleccionismo seguirá.
Eduardo forma parte de Coleccionistas de Boletos del Metro CDMX, un grupo sin fines de lucro que se reúne cotidianamente para hacer intercambios. Al respecto, asegura que su afición continuará:
“Nos seguimos reuniendo cada mes para seguir intercambiando boletos, ideas y demás. Desde antes de esta noticia nosotros ya coleccionamos otros boletos de transporte; de autobús, tarjetas de movilidad de otros estados, etc. Nosotros vamos a seguir con esta afición”.
En su caso particular, Eduardo seguirá buscando uno de los boletos que le faltan para completar su colección: el de la ‘M’ grande, un diseño especial en fondo blanco con el logo del Metro abarcando prácticamente todo el boleto. Esta pieza puede llegar a costar alrededor del $500 en el mercado de coleccionistas. Sin embargo, el colectivo en el que participa Eduardo se dedica solo al intercambio:
“No manejamos la compraventa. Al ser un artículo de transporte, su venta más allá de la taquilla es un delito federal. Entonces, manejamos puro intercambio”.
Cuéntanos: ¿tú atesoras algún boleto del Metro en particular?
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