La contingencia por COVID-19 ha cancelado o pospuesto reuniones, fiestas, bodas, cumpleaños, graduaciones, etcétera. Las consecuencias no solo serán económicas, sino también emocionales, afirman especialistas, ya que la suspensión de eventos en la cuarentena es comparable con una ruptura amorosa o la pérdida de un ser querido.
Camila Vargas llevaba planeando su boda durante 10 meses. Ya había comprado el vestido, las zapatillas y tenía contemplada una prueba de peinado y maquillaje para el 11 de abril, una semana antes de la fiesta. Desde que tenía 15 años, Camila había soñado con este momento; sin embargo, tras la activación de la emergencia sanitaria, la joven se deprimió y perdió contacto con amigos y familiares durante tres días.
Su prometido, Daniel Torres, intentó consolarla, diciéndole que la boda solo se aplazaría un mes; sin embargo, en el salón de fiestas que habían reservado les dijeron que no podían asegurarles una fecha disponible hasta que las autoridades no levanten la contingencia. De los 50 mil pesos que ya invirtieron en la reservación de servicios, esta pareja perdidó al menos 10 mil por el banquete y las flores.
“Al planear tanto tiempo un evento, las consecuencias de cancelarlo son perjudiciales. Una persona o una familia podría sufrir una fuerte depresión por el shock emocional. Para muchos podría ser algo insignificante, pero para otros podría ser un sentimiento intenso, brusco y más aún por lo sorpresivo”, explica Margarita del Monte Ramírez, especialista en neuropsicología y terapia emocional de familia.
Lo mismo le sucedió a Raquel Galicia, quien celebraría su graduación de la universidad el próximo 25 de abril, después de haber esperado un año. “Al enterarme, me quería morir. Tenía todo listo para la fiesta y valió. En mi familia ya habían comprado sus vestidos y sus trajes, todos estábamos esperando la fiesta, pero esto nos agarró por sorpresa. Ahora no sabemos cuándo será. Me siento muy frustrada”, confiesa.
“La frustración y la desesperación por la cancelación de eventos en la cuarentena podría llevar a la gente a sufrir trastorno de ansiedad, caracterizado por un exceso de preocupación del futuro. ¿Qué va a pasar con mi boda, con mi graduación, con las fiestas que tenía planeadas? ¿Cuánto dinero me costará? Todas esas preguntas generan incertidumbre y esta se agrava por el aislamiento y la incapacidad de encontrar respuesta”, explica la psicóloga Sofía Hernández Serrano, experta en ansiedad y estrés escolar y/o laboral.
Para Ramiro Soto García, neurólogo especialista en trastornos mentales relacionados con las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s), lo más recomendable para evitar una afectación emocional por la cancelación o suspensión de eventos en la cuarentena es mantenerse en contacto con los amigos y familiares, para evitar que perdamos la noción de la realidad y las redes neuronales del sistema límbico cerebral no se alteren o se dañen.
“Este sistema se encuentra en el cerebro y es donde se producen las emociones, o lo relacionado a ellas. La actividad cerebral, cuando recibimos una mala noticia, suele intensificarse y conectar o desconectar redes neuronales, provocando daños estructurales fuertes. Regularmente esto suele suceder cuando nos enteramos de la muerte de algún conocido o cuando nos rompen el corazón, cuando nos decepcionamos profundamente de algo. En este caso, durante la planeación de un evento nos hacemos muchas ilusiones que luego se rompen”, expone Ramiro Soto García.
El especialista explica que el hipocampo es la zona específica del cerebro asociada a las emociones, el aprendizaje, la memoria y el estímulo y que su función se ve afectada al recibir información inesperada, ya sea negativa o positiva, como el enamoramiento y el desamor, o, como en este caso, por la cancelación de planes y eventos en la cuarentena.
Margarita del Monte considera que en cuanto una persona entra en depresión o sufre trastorno de ansiedad, el proceso de rehabilitación para incorporarse a su vida cotidiana resulta complicado: “Pareciera fácil volver a planear eventos, pero será difícil superar el shock emocional, porque no solo se cancelarán eventos en la cuarentena, también se romperán relaciones, se están perdiendo empleos, hay miedo sobre el futuro. No será sencillo volver a la normalidad”.
Para Soledad Ulloa, el hecho de no celebrar su cumpleaños la deprime, pues para ella es una fecha incluso más especial que Navidad o Año Nuevo, pues cada año realiza una fiesta con amigos y familiares que no ve frecuentemente. “Es la única oportunidad para convivir con mis allegados, porque muchos viven muy lejos o trabajan y en esta fecha todos aprovechan para visitarme”, explica Soledad, quien a sus 66 años vive con miedo a contagiarse de COVID-19.
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Cómo evitar afectaciones emocionales por cancelar eventos en la cuarentena
De acuerdo con los especialistas consultados, las afectaciones emocionales por cancelar, suspender o posponer eventos en la cuarentena son inevitables, por lo que enlistaron una serie de recomendaciones:
- Planea nuevas actividades a futuro, como celebraciones sin un motivo específico, con la finalidad de mantener la mente ocupada y generar nuevas motivaciones.
- Reconsidera la planeación de los eventos cancelados, como el vestuario, la comida, la música y sobre todo aquello que tiene que ver con los gastos.
- Mantén contacto virtual con las personas que estaban contempladas para el evento.
- Realiza actividades alternativas a la rutina, con la finalidad de eliminar el estrés y la preocupación sobre el futuro, como por ejemplo haz yoga, medita o reparar algún mueble.
- Mantén la calma y evita preocuparte por la cancelación de eventos en la cuarentena, pues se podrán realizar en su mayoría al terminar la contingencia.
- Infórmate sobre los trámites para pedir la devolución de dinero por los servicios contratados que no se realizaron.
Cabe destacar que hasta que no se levante la emergencia sanitaria por COVID-19, lo mejor es seguir las recomendaciones de #QuédateEnCasa y consultar a especialistas en caso de tener experimentar episodios de ansiedad o depresión.
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