No es una sorpresa: muchos están de mal humor por las temperaturas que se viven desde hace unos días en Ciudad de México. Y es que el sol intenso no solo provoca daños físicos, sino también psicológicos. Aún más: el calor afecta el desempeño laboral de los chilangos.
Si te sientes irritado, cansado, con falta de sueño y muy agresivo, tranquilo, no estás a punto de volverte loco, el mal humor por las altas temperaturas es algo normal. Pero el exceso de calor también provoca que tengamos baja productividad en nuestras chambas, de acuerdo con un análisis publicado por la UNAM.
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Lo dice la ciencia: el calor afecta el desempeño laboral
De acuerdo con Ricardo Lozada Vázquez, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, el calor afecta el desempeño laboral por varias razones: la temperatura alta agota físicamente, las horas de sueño se reducen, provoca irritabilidad, intolerancia y cierta agresividad. Esto afecta el rendimiento regular en oficinas y escuelas, inclusive en las calles.
Si, encima de esto, el área de trabajo cuenta con poca ventilación, por más que nuestros jefes quieran que demos el ancho, la verdad es que será difícil: «causa irritabilidad, mayor estrés, baja productividad, deshidratación y disminución en la toma de decisiones», asegura el especialista.
Para contrarrestar el mal humor por las altas temperaturas, Lozada Vázquez recomendó realizar descansos breves, de esa manera evitarás la fatiga, y también beber más de dos litros de agua al día.
Foto: Cuartoscuro
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Por otro lado, Rodrigo Roldán, responsable de la Clínica de Oncodermatología de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, asegura que exponerse al sol pude provocar otros efectos nocivos para nuestra salud: cáncer y envejecimiento prematuro de la piel, trastornos pigmentarios y degradación de colágeno.
Además, detalló que el sol de Ciudad de México es tan peligroso como el de la playa, «el sol es el cancerígeno ambiental más frecuente al que se expone el ser humano», comentó.
Y recomendó proteger nuestra piel con bloqueadores solares antes de realizar cualquier actividad física, especialmente en las zonas expuestas, como cara, orejas, cuello, escote, brazos y dorso de las manos.