Pilotar un helicóptero para atender emergencias, aterrizar en terrenos inhóspitos y ayudar a quienes lo necesiten es el apasionante trabajo de Abi Cruz, primera piloto de la agrupación Cóndores de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de CDMX.
“En cualquier momento se puede presentar una situación en la que en menos de 5 minutos tengamos que estar en el aire llegar al lugar”, cuenta Abi. Entre estas situaciones se encuentran sismos, incendios forestales, traslado de órganos, etc.
Checa también: ¡A la Pedro Infante! Así es el equipo de acrobacia de la Policía de Tránsito de CDMX
Platicamos con Abi sobre este heroico trabajo en el que día a día se juega la vida, y esto es lo que nos contó.
Abi Cruz, la primera mujer cóndor de CDMX
La Dirección Ejecutiva de Servicios Aéreos de la SSC, cuyos integrantes son conocidos como cóndores, es agrupamiento de pilotos de helicóptero que realizan patrullajes aéreos, combaten incendios forestales, participan en la búsqueda y rescate de personas, apoyan a la población en caso de sismo y actúan como ambulancia aérea en caso de que sea necesario trasladar heridos u órganos para un transplante.
Los Cóndores cuentan ya con 45 años de historia. En todos ellos únicamente han tenido a una mujer pilotando una aeronave. Y ella es precisamente Abi Cruz.
Para llegar a este agrupamiento, Abi tuvo que realizar cursos, aprobar exámenes y realizar más de 100 horas de vuelo.
“No tuve ningún impedimento por ser mujer”, asegura la pilota, quien antes de pertenecer a la corporación volaba en las plataformas de mar abierto de Campeche. “Lo único que se necesita es tener la habilidad de un buen piloto”, comenta.
Así es pilotar un vuelo de emergencia
Sin embargo, no cualquiera puede ser piloto o pilota de los Cóndores. Se necesita la habilidad de volar bajo presión, improvisar y enfrentar situaciones no previstas.
Uno de los aspectos más complicados de este trabajo es al mismo tiempo uno de los que más le apasionan a Abi Cruz: maniobrar en terrenos improvisados. En situaciones de emergencia, no se puede aterrizar en un helipuerto, sino que hay que hacerlo en cualquier espacio disponible:
“Se tiene que poder aterrizar en las calles, atender ambulancias y socorrer a las personas que lo necesiten en el momento sin necesidad de buscar helipuertos. Hay que ser capaz de aterrizar en una cancha de futbol, en una explanada o en una vialidad. Es lo que me llama bastante la atención; hacer un tipo de vuelo tan en contacto con el terreno”, cuenta.
Otro reto complicado son los vuelos nocturnos:
“No tienes ningún tipo de referencia visual. Y si la tienes, puedes entrar en una situación que llamamos ‘conciencia situacional’, donde tienes una lectura en los instrumentos, pero tu cuerpo te está diciendo otra cosa”.
En este tipo de casos, los pilotos ponen su vida en riesgo, y lo único que queda es confiar en su helicóptero:
“Cuando tu cuerpo te dice una cosa y los instrumentos otra, ya no sabes a cual seguir. Entonces, como piloto tienes que confiar en la máquina y en que todo está bien. Tienes que tener esa madurez para no hacer caso a tus instintos y seguir de acuerdo a lo que te está diciendo el helicóptero”.
¿Cómo es volar la CDMX, según Abi Cruz?
La forma en que Abi Cruz decidió convertirse en pilota fue bastante fortuita. Ella cuenta que antes de entrar a la universidad no sabía a qué dedicarse. Hasta que la inspiración literalmente bajó del cielo:
“En el momento en que estaba en esa transición hacia entrar a la universidad, me tocó presenciar cómo llegaba un helicóptero hacia una base naval. Yo estaba en un balcón, y al ver cómo me saludaba la tripulación que estaba en ese helicóptero, fue bastante impresionante. Entonces me dije: ‘ese es el lugar en el que yo quiero estar’”.
Ahora es a Abi a quien otras personas ven volar desde sus balcones y edificios.
La pilota describe la sensación de volar en la CDMX como “estar en una película de acción”, en la que ve el reflejo de su propio helicóptero desde el reflejo de los rascacielos.
Si buscas qué hacer en CDMX, suscríbete a nuestro Newsletter.
