Trip-hop, dreampop y otras razones para ver a Phantogram
La música de Phantogram se mueve en un espectro que remite a varias fuentes, sin que una sea definitiva; así de valioso será verlos en su regreso a México.
Por: Colaborador
Si las feromonas activas durante un severo crush amoroso adoptaran formas de electricidad, se verían como aquella fulgurante en una bobina de Tesla, y se escucharían como “Fall In Love” de Phantogram, del álbum Voices (2014). Ya sólo por ver esta canción en vivo, vale ir a ver al dúo de Nueva York, con los roles clásicos de chico-chica: él, Josh Carter, es un hipster con hoodie clavado en hacer la magia con beats intensos, cargados de samples y electrónica intensa; ella, Sarah Barthel, con look de glamour-girl-gó-tica y voz cálida, pero melancólica.
La música de Phantogram se mueve en un espectro que remite a varias fuentes, sin que una sea definitiva: tienen algo de dreampop à la Little Dragon, shoegaze en la onda de My Bloody Valentine, trip-hop noventero que recuerda a Mono, y son menos intensamente clubberos que Crystal Castles mezcladitos con un pop que es dulce, sin caer en lo meloso como Lana del Rey.
Si estás buscando catalizar un crush para que finalmente se decante a tu favor, incluye una canción de Phantogram en una playlist con dedicatoria (sugerimos “Black Out Days”, “Howling at the Moon” o “Born to Shine” del proyecto Big Grams junto al rapero Big Boi y los Run The Jewels). Recuerda complementar con una invitación al concierto en El Plaza, el cual será el escenario perfecto para que el magnetismo termine por hacer su trabajo.
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