La entrada al misticismo de Bahidorá

La fiesta de Chilango recibió al público de Bahidorá este viernes con música electrónica, árboles iluminados y bailarines. Los asistentes llegaron, uno a uno, durante la noche para inaugurar este festival musical lleno de ritmo y folclor. 

La mañana del sábado, por otra parte, inició conectándose con la tierra. El taller de yoga comenzó a las nueve de la mañana, para estirar el cuerpo y adentrarse a la experiencia del aquí y ahora. El festival, más allá de los conciertos, es un retiro casi espiritual en el que la gente se olvida de la ciudad para quedar inmersa en esta #TerraIncógnita en la que la diversión y el misticismo están en todos los rincones, tanto en los diversos talleres como en la tienda, llena de artículos con diseños artesanales y únicos.

El paraíso de Las Estacas, Morelos, se llenó más y más conforme avanzó el día, hasta que todos los rincones estaban repletos de gente disfrutando del calor, el agua del río Yautepec, las actividades, la música y la oferta gastronómica. Los tres escenarios tuvieron música, sin parar, de diferentes géneros: electrónica, jazz, hip hop y cumbia.

A mitad de la tarde era común encontrarte personas con una cerveza en la mano, y en la otra un kebab o un pedazo de pizza de los foodtrucks del festival.

Teen Flirt prendió la zona del Asoleadero a las cuatro de la tarde y puso a bailar a todos los espectadores; después, a las cinco, Sonido Gallo Negro inundó el escenario principal con ritmos latinoamericanos a los que nadie se pudo resistir.

El día siguió su curso, y diferentes bandas como Antibalas y Beacon se presentaron. Alrededor de las ocho, Rhye hizo su aparición y tocó música ligera para darle la bienvenida a la noche.

A las nueve en punto se presentó una de las bandas más esperadas, The Internet, y prendió el ambiente con música funk electrónica, también llenaron el lugar con luces palpitantes que daban al lugar un toque surrealista.

Apenas era el día 1 y la fiesta no terminaba aún.