La cuesta de fin de año hizo estragos en los bolsillos capitalinos, la afluencia de fans ávidos de sonidos era escasa y muy pocos se atrevieron a "madrugar" en el segundo día del Corona Capital.
Las entradas por puerta 6 y 15 estaban casi desoladas diez minutos antes del inicio de Milo Greene; unos pocos revendedores intentaban conseguir "clientes" que buscaban una entrada en menos de mil pesos, pero sus ofertas eran ignoradas.
En la entrada, algunos "extranjeros" eran detenidos y llevados a una carpa blanca, donde decenas de gendarmes esperaban a sus "víctimas" para interrogarlos. "Es que traía mota, extranjero y güero, pero tambien le entra el chavo", dijo un guardia a una chica que lo acompañaba.
La confusión reinaba en los accesos: las cajetillas de cigarros eran depositadas en los contenedores de basura.
Una foto publicada por Chilango — Revista y Web (@chilangocom) el22 de Nov de 2015 a la(s) 1:25 PST
"Nos dijeron que podíamos pasar con la cajetilla abierta, llegamos y que siempre no y las tiraron a la basura", relató Marta, una fan inconforme por la escasez de señalamientos.
Una fila de 200 lockers gratuitos es un oasis en un costoso evento donde el alimento más económico tiene un costo de 50 pesos y mal hecho.
El año pasado nos quejábamos de la lluvia. Hoy la queja es contra el frío.
Desangelado, sin brillo, deslucido, así inició el segundo día del Corona Capital en el Autódromo Hnos. Rodríguez.