Chilango

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Los Aguas Aguas

Grupos como éste hay pocos, y no me refiero a que su música sea distinta a todo lo que hayamos escuchado, al contrario, basan su propuesta en géneros harto conocidos. Los Aguas Aguas describen orgullosos su música como “alegre, crítica y esperanzadora, mezcla de reggae, cumbia, jazz latino y Son Jarocho”.

No, no es en la propuesta estética, es en la dinámica de grupo donde radica su diferencia, Los Aguas Aguas se comportan, se relacionan y se mueven como una gran familia. El domingo 17 de marzo tocarán en la Carpa Intolerante del Vive Latino 2013 a las 14:50 de la tarde. Horario perfecto para beber una cerveza y bailar al calor de la ciudad y la cadencia afroantillana de esta gran banda jarocha. Con el pretexto de su debut en el festival platiqué hace unos días con sus integrantes. Aquí un extracto de esa charla con tan peculiar agrupación.

¿Cuál es el origen del nombre ‘Los Aguas Aguas’?

Cinco de los once integrantes crecimos en la Unidad Fovissste de Xalapa y teníamos un amigo mayor que fue como nuestro gurú, nuestro mentor, que nos enseñó a cotorrear y a echar unas chelas, él usaba mucho la frase “¡aguas, aguas!” y de ahí se nos quedó el nombre como grupo, como pandilla de barrio…

¿Cómo ha influido la Unidad Fovissste de Xalapa en la música de Los Aguas Aguas?

Algunos de esos cinco seguimos viviendo en el barrio, nos llevamos desde niños, nuestras familias están ahí, nuestros papás se conocen. La Unidad ha influido porque ahí es donde crecimos, cuando éramos chavos compartíamos el Son Jarocho porque era más barato tener una jarana que una guitarra eléctrica y no nos conocemos a partir de la música sino porque jugábamos una cascarita, echábamos una caguama o un toque. Primero fuimos amigos y después formamos la banda…

El grupo jarocho (Los Aguas Aguas)

A finales de 2012 Los Aguas Aguas presentaron su segundo disco de estudio, Two, three karate moves, una herramienta muy útil en toda práctica que demande cadencia corporal. Pero en contraste, las nuevas realidades que los rodean se han infiltrado en sus composiciones. Una línea sin rodeos abre su canción El sol: En la noche me despierta un sonido de balazos… La ciudad en que crecieron Los Aguas Aguas ha cambiado. Secuestros, ejecuciones, narcotráfico:

Ha habido miedo, pánico por las balaceras; mataron a conocidos nuestros y uno se pregunta ¿qué chingaos está pasando? Ese flujo de violencia vino con una ola de maleantes que llegaron de fuera, nosotros tratamos de defendernos y disparar con nuestra arma que es la música. Lo único bueno que ha traído este desmadre es que los artistas nos dimos cuenta que teníamos que salir a la calle, que si nos encerrábamos nos podían vencer, y hoy vas a Xalapa y te encuentras música, teatro, pintura, arte por todos lados

En términos prácticos Los Aguas Aguas equiparan la preservación y difusión del Son Jarocho, su género madre, a los cimientos de una organización futbolística, la práctica y el enamoramiento comienzan en la infancia:

Tenemos un proyecto que se llama “Ah! que rico Chilposo“, vamos a kínders y primarias para acercar a los niños al Son Jarocho, no son clases en el sentido tradicional de la academia, son conciertos didácticos con instrumentos, historias y canciones tradicionales. Lo importante es ir haciendo cantera…

El Son Jarocho reboza en salud: escuelas, talleres y grupos que ganan proyección internacional. A los nombres de Los Cojolites y Sonex, Los Aguas Aguas suman el suyo con mucha dignidad. Su discos se distribuyen en Japón, han tocado en Centroamérica y Europa y su nuevo disco está lleno de canciones que resuenan en las caderas y se aferran a la memoria:

Somos un gran ejemplo de la economía de clase media, siempre tenemos que estar escogiendo entre una cosa u otra, no podemos comprarnos camisa y zapatos a la vez. Tocábamos una temporada, ganábamos algo de dinero y teníamos que decidir entre pagarnos o ahorrar para grabar nuestro segundo disco. Two, three karate moves salió a la venta el 11 de diciembre de 2012 y fue un viaje que duró tres años. Es un disco que cocinamos a fuego lento, lo concebimos como una sola pieza con varios movimientos, una especie de suite que va contando cómo un grupo de amigos se convierte en una familia y se empapan de su contexto pero a la vez lo trascienden. La mitad lo grabamos en Xalapa en el Estudio Azul con Norberto Cuevas y la otra en el DF con Hans Mues, guitarrista de Antidoping, quien tocó en el disco, lo mezcló y lo produjo.

Después de Sonex, Los Aguas Aguas serán la segunda banda xalapeña en pisar los escenarios del Vive Latino. Platiqué con los once integrantes mientras ellos comían y yo bebía café en una fonda calurosa de la colonia Roma. Desde el centro de la mesa soltaba las preguntas que iban contestando quienes mejor dominaban los temas. Entre caldos de camarón, pechugas asadas y pulpos a la plancha se comportaban como cualquier gran familia disfuncional: cábulas, albures, reflexiones. Los que no terminaban sus platos pasaban los restos al integrante de mejor apetito y al final el dueño de la fonda salió a perseguirnos porque faltaban unos pulpos por pagar. Son músicos generosos y parlanchines, su disco fue gestado con buena calidad de producción y dignidad musical desde la independencia. Ya con la grabadora apagada uno de ellos se acercó y me dijo discretamente: “recuerda que Son Jarocho se escribe con mayúsculas“… 

Los Aguas Aguas tocarán su mezcla de reggae, cumbia, jazz latino y Son Jarocho el domingo 17 de marzo a las 14:50 en la Carpa Intolerante. Auguro que la puesta en directo de Two, three karate moves en el Vive Latino 2013 será una gran fiesta, una memorable reunión familiar.