Las letras de Life Will See You Now, el cuarto álbum de Jens Lekman (Suecia, 1981), provienen de preguntas que se estaba planteando mientras lo escribía: cuál era su misión, a dónde se dirigía en la vida, si quería estar en una relación, cuáles eran sus problemas, qué tenía que resolver de todo ello, si todo mundo sabía exactamente lo que quería o todos estaban tan confundidos como él. Con ese álbum introspectivo, pero –al mismo tiempo– su disco más colorido hasta la fecha, se presenta Jens Lekman en Sala (Puebla 186, col. Roma Norte) este 14 de febrero.
Esas preocupaciones se combinaron con el deseo de Jens por explorar aún más la ficción, porque, hasta ese momento, las letras de sus tres álbumes previos habían sido muy autobiográficas.
«Quería escribir más ficción porque veía una tendencia en las décadas más recientes por lo autobiográfico, era bien visto o como sinónimo de calidad por el solo hecho de ser autobiográfico», cuenta Lekman en entrevista. «Y yo veo más cualidades artísticas en el hecho de crear una buena historia».
¿Pero cómo hiciste para dar salida a tu crisis evitando lo autobiográfico?
Es un disco autobiográfico solamente en lo emocional. Todo lo que se cuenta me sucedió, pero las historias son completamente ficticias. Y en lo musical, busqué algo que fuera con cada historia. Para las letras me inspiró mucho el realismo mágico y los aspectos más coloridos de la narración. Leo mucho a Junot Díaz, por ejemplo. Creo que es norteamericano, pero creció en República Dominicana, y yo quería que todo eso se notara en la música. Así que busqué cosas muy coloridas, como el calipso, el disco, o nuevos ritmos o nuevos sonidos instrumentales, para acompañar las historias. Por todo ello, el disco resultó muy colorido.
¿Y cómo perseguiste el aspecto ficticio en las letras? ¿Decidiste crear personajes o abordarlas como cuentos? ¿Cómo fue?
Creo que todas las canciones de Life Will See You Now iniciaron con dos situaciones que se combinaban en algún punto. Por ejemplo, “Evening Prayer” comenzó con el hecho de que estaba teniendo muchos amigos enfermos, estaban pasando por quimioterapias o por distintos tratamientos contra el cáncer, o les fueron extraídos tumores o pasaron por alguna cirugía. Estaba preocupado por mis amigos y me inquietaba tener que interactuar con ellos. Al mismo tiempo, leí en un periódico la historia de un cirujano que usaba una impresora 3D para crear modelos de plástico de los tumores que iba a remover. De pronto tenía esas dos historias, que decidí unir para convertir en un nuevo relato, una nueva canción. Entonces imaginé una historia sobre dos tipos que van al bar con un tumor impreso en 3D, que representa las preocupaciones y ansiedades que hay entre ellos. La mayoría de las veces fue así: las canciones salían del deseo de convertir algo oscuro o muy triste en algo más optimista. Convertir canciones tristes en historias felices, de alguna manera.
Cuéntanos un poco sobre cómo buscas esos samples que luego integras a tus canciones.
Creo que para este disco todo tuvo mucho que ver con que estuve tocando mucho como dj y constantemente estaba buscando nuevas canciones para tocar. Cuando hago dj sets, me gusta tocar cosas muy rítmicas, pero también que sean muy seductoras. Siento que cada vez que voy a un club por estos días, hay solo música que te está diciendo «si no bailas, te la voy a hacer pasar mal». Pero cuando me toca ser dj, quiero poner música que diga «no tienes que bailar, pero te va a costar mucho trabajo resistirte». Así que toco un montón de música disco vieja, seductora, mucha buena música que puedes bailar, pero que tiene también muchos arreglos y melodías hermosas. La mayoría de las canciones de las que tomé samples para este disco fueron canciones que suelo tocar cuando hago dj sets. Trabajar con samples es para mí una manera de agregar cierta dosis de aleatoriedad, de hacer impredecible el proceso. A veces tengo por un lado el sampleo de cuerdas y, por el otro, uno rítmico, y decido unirlos para ver qué pasa; muchas veces el resultado es algo completamente nuevo. Eso es lo que más me gusta de ese proceso, porque si me siento con una guitarra o un piano, termino cayendo en mis hábitos. Y trabajar con sampleos añade nuevas posibilidades.