Para Ash, su álbum más reciente, las gemelas francocubanas se inclinaron hacia el ritmo y las melodías que obligan a mover el cuerpo, consiguiendo un disco que suena gozoso pese a tocar temas como el racismo, el sexismo o las conductas sexuales enfermas de personajes como Donald Trump. Aquí te decimos más sobre Ibeyi y su nuevo disco Ash.
Este segundo álbum fue grabado con las presentaciones en vivo en mente, y luego de más de dos años de gira sin parar por todo el mundo: «Aprendimos un montón tocando frente a todo tipo de audiencias, en todo tipo de lugares y festivales», cuenta Lisa-Kaindé.
«Queríamos tocar en más lugares y que la gente cantara con nosotras. Por eso escribimos canciones prendidas, como “Me voy”, y por ello hay más ritmos hiphoperos». El sonido de las hermanas Lisa-Kaindé y Naomi Díaz —hijas del célebre percusionista Angá— sigue siendo una mezcla de electrónica con instrumentos orgánicos como el cajón batá. Y permanecen ahí sus maravillosas voces y esas armonías vocales que les conocimos hace tres años, en su álbum debut.
Ibeyi y su nuevo disco Ash
¿Qué pasaba por su mente y su vida mientras creaban Ash?
Grabamos el disco durante las elecciones de Estados Unidos y las francesas, durante la crisis de refugiados en Europa… Todo era intenso y triste. Escuchamos a Trump decir: “Grab them by the pussy” cuando le preguntaron por las mujeres. Algunos libros que leímos en ese periodo también nos inspiraron, como los poemas de Claudia Rankine; La viuda Basquiat, de Jennifer Clement, el diario de Frida Kahlo… Escribimos canciones que necesitá-
bamos para nosotras. Amamos cantar “We Are Deathless” ante un público. Es una manera de sentirnos fuertes. Necesitamos esperanza y fuerza para vivir en este mundo loco.
Creo que el uso del Auto-Tune fue todo un tema cuando publicaron este disco…
Para nosotras, usar el Auto-Tune para las voces es equivalente a utilizar un pedal de distorsión en una guitarra. Es una manera de jugar con el sonido, de hallar nuevas texturas. Cuando la gente comenzó a amplificar las guitarras y a usar pedales, muchos lo odiaron; creían que una guitarra tenía que ser siempre acústica. Pasa lo mismo con la voz.
Algunos odian el Auto-Tune y piensan que solo se usa para quienes cantan desentonados. ¡No es así! Nosotras cantamos a capella, sin ningún efecto, pero también nos gusta jugar con el sonido de nuestras voces.
En varios de los temas incluyeron canciones yoruba. No entendemos qué se están diciendo, pero se sienten poderosas.
No tienes que entender lo que se dice para sentir. Aun si no hablas francés, sientes el poder cuando Edith Piaf canta “La vie en rose”. No necesitas saber español para sentir “Camarón de la isla” o hablar italiano para que te guste la ópera. Es la belleza de la música.