A propósito del próximo debut de la banda Pentatonix en la Ciudad de México para el 15 de octubre de 2019, Chilango tuvo la oportunidad de platicar en entrevista con Kevin Olusola, pianista, cantante, chelista y beatboxer, de esta agrupación.

Artista multifacético, Kevin nos dedicó algunos minutos en una conversación donde nos contó un poco más sobre su proceso creativo, tanto fuera como dentro de Pentatonix.

Desde que era apenas un niño, Kevin Olusola vivía con ritmo. A donde sea que fuera, solo en su habitación o acompañando a sus padres (una enfermera y un psiquiatra), el pequeño Kevin ponía el ritmo. Y lo hacia desde sí mismo, haciendo beatboxing.

“No sé ni en qué momento comencé, siento que siempre lo hice. Mis padres querían que me callara porque los hartaba, pero yo seguía. Era muy divertido”, recuerda el artista, quien también estudió el violonchelo.

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Poco a poco, Kevin comenzó a aprender más de esta disciplina: supo de los grandes nombres dentro de ella, gente como el legendario artista hip hop Biz Markie, y cuando entró a la prepa supo que podía ganar algo de dinero con ello.

Kevin entonces empezó a usar sus habilidades para fondear su sueño: asistir a la escuela de medicina. Pero todavía fue más allá: decidió crear algo nuevo a partir de sus talentos.

“Fue entonces que comencé a idear una manera de combinar mis habilidades para tocar el violonchelo con el beatbox. Había creado el celloboxing”, cuenta el artista.

Esta fusión musical le acarreó una fama inusitada al también cantante, al grado de que sus videos haciendo celloboxing se hicieron virales. Y cómo no, si el despliegue de talento además de la coordinación necesaria para lograrlo, resultan sumamente impresionantes; dichos videos fueron, entre otras cosas, responsable de su incorporación a Pentatonix.

Ganadores de tres premios Grammy en 2015, 2016 y 2017, Pentatonix es una banda que, desde 2011, le apuesta a un arte un tanto olvidado: el canto a capela. Mediante sus distintas tonalidades vocales, los cinco miembros de esta agrupación saltaron a la fama por sus asombrosas reversiones a grupos como Daft Punk o Queen.

Ahora, ocho años más tarde, la banda ya produce su propia música, algo que, en definitiva, era el paso orgánico a seguir; aunque, según admite Kevin, esto no siempre es tan sencillo.

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“El proceso con Pentatonix consiste en que nos sentamos juntos y comenzamos a sacar ideas. Cada uno presenta un fragmento de lo que tiene en mente y así vamos escuchando lo de todos”, explica.

Kevin Olusola describe a Pentatonix como una banda donde los integrantes son muy diferentes: cada uno gusta de diferentes géneros musicales, desde el soul hasta el pop y la música clásica; pero es precisamente la música en sí misma donde hallan su punto de encuentro.

“Luego de soltar ideas, cada uno graba “su parte”. Puede ser en el celular y no importa que quede muy rudimentario. Estos fragmentos los enviamos a nuestro productor y luego él nos los devuelve ya armados”, acota el músico. Una vez que tienen este resultado preliminar, cada uno reaprende su parte con todo y los nuevos arreglos, y entonces graban la pista definitiva.

“Es un proceso muy colaborativo”, puntualiza Kevin.

Aunque de momento Kevin vive un gran momento con su banda, también ha echado a andar su proyecto en solitario con un EP, donde da vuelo a su talento en el celloboxing, la técnica de su invención.

El músico sostiene que el celloboxing es una herramienta sumamente útil para crear música y entender cómo funciona el ritmo y los procesos de producción.

“Ahí está el ejemplo de alguien como Justin Timberlake. Él ocupa muchísimo el beatbox, es uno de los que mejor comprende esta técnica como una manera de hacer que fluyan sus ideas directamente desde su boca”, cuenta Kevin.

Para él, el poder expresar usando no más que su propio aparato fonador es uno de los mejores recursos con los que cuenta para transmitir sus ideas tanto a su propio equipo de producción como a sus compañeros de Pentatonix.

“Es una herramienta genial para mi proceso creativo y creo que es muy emocionante ver todo lo que hacen quienes se dedican a ello. Además, es emocionante incorporarlo a un grupo a capela como Pentatonix”, concluye.

Pentatonix en la Ciudad de México se presenta el próximo 15 de octubre en el Teatro Metropólitan. Los boletos ya están a la venta en Ticketmaster y las taquillas del foro.

Cuánto: $530 – $1,650

Dónde: Teatro Metropólitan (Independencia 90, Centro Histórico)

Cuándo: 15 de octubre