Un actor en Birdman que no puede ser omitido por el espectador es esa batería que marca y acentúa el ritmo de la película.
Alejandro González Iñárritu quiso que las percusiones, la improvisación y el jazz fueran el sello sonoro de su más reciente producción, que la batería transmitiera el desorden emocional de Riggan Thomson.
En enero del año pasado tomó el teléfono y le marcó a Antonio Sánchez, aquel amigo que conoció en 2002 en un concierto del guitarrista Pat Metheny en Los Ángeles (y con quien toca el baterista).
—Antonio, estoy haciendo mi próxima película y creo que lo mejor sería que toda la banda sonora fuera batería, ¿qué onda le entras?
—Sí, esa pregunta ni se pregunta.
“Leí el guión y me di una idea vaga de qué era la película, pero nunca me imaginé que sería como lo que acabó siendo. Después de leer el guión le mandé algunos demos, como marcados para cada personaje, pero no era lo que buscaba Iñárritu, quería algo más espontáneo, que fuera más jazzístico”, dice Antonio en entrevista.
Alejandro y Antonio se reunieron en un estudio en Nueva York, ciudad en donde vive el baterista, para hacer demos. El cineasta explicaba la escena y el músico formado en el Conservatorio Nacional de Música y el Berklee College of Music tocaba de acuerdo a las indicaciones:
“Fue todo muy improvisado, no tenía una imagen qué ver o seguir. Se llevaron esos demos y los pusieron encima de la película y luego fui a Los Ángeles, me enseñaron eso y entramos al estudio otra vez. Tomando en consideración lo que le había gustado a Alejandro de los demos, le seguimos por ese camino”.
El proceso de grabación en Los Ángeles fue de dos días. Con eso ambos creadores quedaron satisfechos.
“Fui a un par de días de grabación [de la película], a ver el set y eso como que me ayudó a entender por qué Alejandro quería batería y por qué quería algo tan improvisado, por la naturaleza de la escenografía, de la historia, de las actuaciones”, añade Antonio.
Ésta es su primera creación de una banda sonora, una experiencia que disfrutó porque se pudo mover en sus dominios.
La banda sonora de Birdman no puede ignorarse, hay películas cuya música te molesta o te gusta, pero no sobresale porque ni te percatas de qué es lo que está pasando musicalmente, subraya.
“La banda es tan fuerte y está mezclada tan potentemente con lo que está pasando y es tan original que es difícil ignorarla”, afirma.
Conciertos
El músico y Pat Metheny regresan a México esta semana para ofrecer una presentación este viernes 28 de noviembre en el Festival de Jazz de la Riviera Maya.
Además, como parte del ciclo de conciertos New York Jazz All Stars, Antonio y su banda Migration se presentan el sábado 29 en el Centro Cultural Roberto Cantoral del DF y el domingo 30 en Puebla para tocar su nuevo material Three Times Three.
Three Times Three es un proyecto conformado por tres tríos de músicos con los que ha trabajado Antonio.
“El primero es con Brad Mehldau en el piano y Matt Brewer en el bajo. El segundo es con John Scofield en la guitarra y Christian McBride en el contrabajo, y el tercero es con Joe Lovano en el sax tenor y John Patitucci en el bajo”, explica.
Curiosidades
– Antonio era fan de Alejandro González Iñárritu y de Martín Hernández desde que estaban en W FM.
– En uno de los programas de radio de estos locutores escuchó por primera vez a Pat Metheny, músico con el que tocaría años más tarde.
– La persona que aparece en Birdman tocando la batería es Nate Smith, un jazzista que recomendó Antonio.
– A Antonio le hubiera gustado salir en la cinta, pero su agenda se lo impidió.
– Smith no toca en la película. Todas las percusiones fueron hechas por Antonio.
– Entre las giras con Metheny se dio tiempo para escribir una suite inspirada en Birdman porque sería el equivalente a un plano secuencia. Dura una hora. La grabará en diciembre y la lanzará en 2015.