Adele está de regreso más intensa y emotiva que nunca, como puede comprobarse en su cuarto disco de estudio 30. Tengan lista la caja de pañuelos.
La estrella británica de la música, Adele, vuelve para contarnos algunos de los sucesos de su vida en los últimos años en 30, su nuevo y muy esperado álbum. Previo al lanzamiento dijo en Apple music: “La música es mi terapia, es la única razón por la que entro al estudio”, pero también confesó que pensó en no sacar este material. Finalmente lo hizo para cerrar ese capítulo de su vida: El divorcio.
Las nuevas confesiones de Adele
El primer aviso de que, una vez más, había que tener listos los pañuelos para sumergirse en el mar de emociones de Adele y su nuevo álbum 30, se dio hace u mes. Fue con el lanzamiento de su primer single “Easy on me”, un baladón en el que recorrió su vida y pidió que se le tuviera consideración pues lo que ha pasado no es fácil.
Tenemos que hablar de los derechos de autora, Taylor Swift y sus regrabaciones.
Pero ahora con el disco completo afuera, las verdaderas emociones fuertes comienzan desde la primera canción, “Strangers by nature”. Y es que abre con la frase: “Voy a llevarle flores al cementerio de mi corazón para todos los amantes del presente y lo oscuro”. Así de fuerte, mientras al fondo hay unos violines que le dan mayor dramatismo a esta canción que.
Las lágrimas empiezan a correr en “My little love”, pieza en la que podemos escucharla hablando con su hijo Angelo, el único que tuvo con su ahora ex marido Simon Konecki. La cantautora reveló en la revista Vogue que grabó las terapias con él, como este extracto, y es que este disco es su explicación para lo que sucedió en este periodo de su vida.
El final de esta canción es para destrozar hasta al más duro, pues es un mensaje de voz en el que se suelta a llorar. “Siento que hoy es el primer día desde que lo dejé que me siento sola. Y yo nunca me siento sola, me encanta andar por mi cuenta”, revela mientras un grupo de cuerdas acompaña el vulnerable momento.
Según este estudio, la música triste es mala para la salud mental.
Del dolor por el rompimiento a empezar a sanar
Para “Cry your heart out”, el cuarto tema de 30, nueva producción de Adele Blue Adkins, nombre completo de la artista, nos topamos con un poco de motown mezclado con suaves notas de reggae. Mientras que en la letra nos habla sobre sentir que su mundo se acabó después de divorciarse, y se deprimió. Sin embargo, llorar y vaciar su alma fue muy sanador.
Pero como no hay mal que dure cien años, la británica salió de ese periodo, y como canta en “Oh my God” era momento de ponerse a ella primero y, sí, volver a salir con alguien. “Soy una adulta y hago lo que quiero”, asegura en este track en el que, como en el resto del disco, se aprecian sus armonías vocales.
“Can I get it” sigue esa misma temática de volver al ruedo amoroso, sólo que dentro del sonido pop, una guitarra acústica y un chiflido mezclándose con su ya característica voz. Pero aquí la confesión fue que ella no quería citas de sexo casual, sino una relación de verdad. Vaya que no se guardó nada en estas canciones.
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No todo es desamor en 30, nuevo disco de Adele
Además de desnudar su alma, Adele también se propuso hacer sus nuevas canciones como ella sentía que tenían que ser, sin importar su duración. “I drink wine”, por ejemplo, es una de las cinco que duran más de seis minutos. Algo no tan visto actualmente, pero que se agradece.
Aquí, entre notas de pop con aires nostálgicos, comparte que era momento de deshacerse del ego, y dejar que una nueva persona la amara. “El único arrepentimiento que tengo, ojalá fuera un momento diferente, el periodo más turbulento de mi vida, ¿por qué te pondría eso encima?” Actualmente está en una relación con el agente deportivo Rich Paul.
Contrario a la canción anterior, “All night parking” no llega a los dos minutos. Pero se siente la dicha de una mujer que está de nuevo con alguien tras una dolorosa separación. No le duró mucho, pero le ayudó a salir adelante y recuperar la esperanza en el amor. Musicalmente tiene un sampleo de Erroll Garner que ayuda a crear un efecto ensoñador. Se vale suspirar.
Pero la crudeza no se ha acabado, pues en “Woman like me” se canta a sí misma. Está enojada por cómo llevó su relación con Kokecki, y se puede notar en su voz. No es cálida como en otras canciones, es dura pero apta para estos reclamos.
Tras la tormenta, tras resistir, Adele vuelve al ruedo
El final del disco 30 de Adele se acerca, pero podemos decir que “Hold on” es, quizá, una de sus mejores piezas. Una especie de himno para todo el que esté reparando su roto corazón, y una afirmación hacia ella: “Resiste, aún eres fuerte, el amor vendrá pronto, sólo resiste, resiste”. Algo que sus amigos le decían, y por eso los invitó a cantar el coro.
De ese momento mágico pasamos a otra señora balada: “To be loved”. Co-escrita por ella y Tobías Jesso Jr., quien la acompaña en el piano, es desgarradora. Primero por las notas que alcanza con su voz y luego por la letra en la que habla sobre amar y querer ser amada. Otra de esas que calarán muy hondo.
El cierre del álbum es una maravilla de casi siete minutos. “Love is a game” es pop, un poquito de jazz, con una reflexión más sobre el amor. Cabe encionar que se inspiró en el final de la cinta Breakfast at Tiffany’s, ese romántico beso de Holly Golightly y Paul Varjak bajo la lluvia. El amor es un juego, pero vale la pena jugarlo.
Adele podrá ser una estrella mundial con ese don que tiene en la garganta, pero también es una mujer como cualquier otra, como lo demuestra su álbum 30. Ya sabíamos que ella también sufre, llora, se rompe y se levanta, pero aquí lo muestra en canciones que reflejan su madurez y nos dan, quizá, el mejor disco de su carrera hasta el momento.