Si en los asuntos del amor tú eres un Grinch o simplemente no comprendes como otras personas se clavan tanto, te enlistamos los 10 mitos del amor romántico para que refuerces tu ardidez
Olvida pero ya estos mitos del amor romántico
El mito del emparejamiento
Nos dicen que estar en pareja es lo más natural del mundo, que la heterosexualidad es completamente universal y que la monogamia es algo eterno. Eso de forever alone es un estigma.
El problema es que nos condicionan a aceptar solamente un modelo de «estar» en pareja, heterosexual por supuesto. Estar solo o con mil personas se vale, siempre y cuando haya un acuerdo entre todas las partes de la relación. El punto es no andar en la vida como Dawson y Joey de aferrados (y ni terminaron juntos) y dejar de creer en mitos del amor
El mito de la media naranja
¿Te acuerdas de Fey? La que cantaba «Tú, mi complemento / mi media naranja / ya te quiero / sin cruzar palabra». Es decir, ya tenemos una pareja que llevamos esperando toda la vida y con la que estamos predestinados a estar juntos PARA SIEMPRE Y POR SIEMPRE.
La culpa de este mito no la tiene Fey, sino Platón que se aventó el rollo de que nacemos incompletos y solamente encontraremos la felicidad con alguien único y espectacular que la misma vida pondrá en nuestra camino.
Pero es puro choro, se puede estar en soledad sin problema y es mejor tener la posibilidad de elegir a quien queramos, porque si nos ponemos a esperar hasta que llegue esa persona tan especial, pues ya saben cómo termina la historia. ¡Maldito Pla(n)tón!
El mito de la exclusividad
Dicen que si te has enamorado realmente es IMPOSIBLE que te guste alguien más. Menos que te enamores de ese tercero en discordia o hasta que lo llegues a querer. O sea, que si nos ponemos a intensear, no puedes sentir amor más que por una sola persona. No hay más.
La cosa es que vas a conocer, según los cálculos, unas 80,000 personas a lo largo de tu vida. Y obviamente sentirás atracción por algunas de esas personas. Y es normal sentirnos atraídos… ¡Estar a dieta no impide ver el menú!
El mito de la fidelidad
Ser fiel es una decisión. Así que lee arribita y pon atención a la letra de esta rola. Dice algo así como: «Yo seguiré contigo / aquí como un perro fiel». Y pues eso. Si quieres fidelidad, compra un perro. O platícalo con tu querer en turno y cumplan su acuerdo. No está padre traicionar.
El mito de los celos
Los celos NO son amor. Para nada. Eso de «si te celan es porque te aman» es digno de un guion de película de terror. Los celos son signo de inseguridad y dependencia, así que pueden deteriorar cañón las relaciones interpersonales.
Toda relación debe basarse en la libertad. Nada ni nadie te puede garantizar al 100% que tu pareja fu, está siendo o será infiel, pero por salud mental es mejor confiar en pareja (sí, es un riesgo que hay que correr) para evitar esos «Celos» de Daniela Romo. No caigas en estos mitos del amor, por favor.
El mito del matrimonio
Este es el mito que alimenta las preguntas incómodas de la Navidad y similares. El «¿y cuando te casas?» y el «¿para cuándo la boda?» han provocado más de un colapso nervioso. Se suele pensar que la meta máxima de una pareja es el matrimonio.
Casi casi que si nos encontramos en una esquema de pareja donde parece que el matrimonio es inviable (larga distancia o uno de los miembros de la pareja es divorciado), pues ya valimos. Y pues no. Hay que revisar nuestras expectativas y casarnos porque queremos, no porque nos lo han impuesto. Ojo, mucho ojo: este mito también nos lleva a ser/estar/actuar desesperados:
El mito de la perdurabilidad o pasión eterna
No te olvides de que «todo lo que sube, tiene que bajar». A la de a fuerza. Esa intensidad de los primeros tiempos no es para siempre. Y qué bueno, o estaríamos idiotizados por amor. Si de por sí…
El mito de la omnipotencia o de que el amor todo lo puede
Ja ja ja ja. El amor nunca es suficiente. La vida es una carrera de obstáculos y la pareja no se salva. No se trata de aguantar vara, sino de saber decir adiós. Primero eres tú y el amor propio. Eso de cambiar por amor solamente pasa en las películas y en los novelones. Acuérdense de Jack y Rose…
El mito de la equivalencia
A ver, esto se tiene que explicar con bolitas y palitos. Enamoramiento no es lo mismo que amor. Cortar a alguien porque ya no sientes esas mariposas en la panza denota que eres una persona bien idealista (y chafa por su inmadurez) así que ponte a leer El Principito.
El mito del libre albedrío
Se supone que nuestros sentimientos amorosos son libres y no están influido por otros factores… ¡Mentira! Desde que el mundo es mundo, toda relación amorosa ha estado condicionada por la época. Factores socioeconómicos también han sido factores determinantes y se cree que los cavernícolas eran bien promiscuos (o sea, se daban todos contra todos).
Y, sí, son diez mitos del amor, como los mandamientos de Moisés pero nadie dice que el amor del bueno es inexistente. «Amor eterno» es eso que canta Rocío Durcal y dura casi 7 minutos, o sea sí que se acaba.
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