El turismo no solo es una fuente importante de ingresos, sino también un agente de gentrificación si no se maneja adecuadamente. Este fenómeno se hace evidente cuando los negocios locales comienzan a cerrar y son reemplazados por opciones más costosas; o cuando los precios suben tanto que las personas que residen ahí ya no los pueden pagar.
Seguro han visto algún negocio —nosotrxs un puestito de esquites muy populares en la Condesa— en el que un vaso mediano de esquites, que hace tres años costaba $35, hoy ya cuesta $70. Ante ello, claro que viene el comentario inmediato (y muy chilango) “No se pasen de lanza, ¿pues qué traen o qué?”, pero cuando volteas hacia atrás antes de ponerle el chilito —que, por cierto, ya no pica— ves una fila de extranjerxs pidiendo “esquites grandes con la que no pica” (tono gringou, obvio).
Con decepción absoluta solo te queda comerte tus esquites de 70 varos muy infelizmente o disfrutarlos porque sí, podría ser la última vez, pues buscarás otra esquina en donde los vendan más baratos.
Justamente eso que acabamos de narrar es lo que está pasando con el turismo, la gentrificación y los costos de productos mexas dentro y fuera de CDMX.
“Si los puestos del mercado mantienen sus precios accesibles, no es gentrificación. Pero si comienzan a vender burritos gourmet en lugar de comida tradicional, o los precios suben más allá de la inflación, desplazando a los locales, eso sí es gentrificación”.
Rocío, promotora turística chilanga.
Entonces, ahí está la pregunta: ¿Comimos esquites gentrificados? ¡Oh, sí!
El turismo en CDMX
La pandemia de COVID-19 catalizó la llegada de nómadas digitales y un montón de extranjerxs que, debido a las pocas restricciones sanitarias, vieron a nuestro país como una gran opción para quedarse.
Esto llevó a un aumento en la demanda de servicios y productos locales, incrementando los precios. Muchos negocios comenzaron a ver una oportunidad de lucro con la llegada de gente de fuera. Y es que al principio, si eres quien tiene el negocio, es maravilloso que alguien te pueda pagar $70 por un elote o un taco, no que los chilangxs nomás $35, ¿pero hasta dónde se vale alzar los precios? ¿Se vale pasar por encima de lxs habitantes de siempre?
Empresas y pequeñxs comerciantes han comenzado a “aprovechar” la llegada de extranjerxs, subiendo los costos de artesanías, comida y paseos turísticos.
“Es fácil pensar que lxs extranjerxs puedan pagar más, pero eso deja a lxs locales fuera del mercado”,
Argumenta Rocío, promotora turística.
La falta de intervención gubernamental en la regulación de precios y en la gestión del turismo ha llevado a un aumento en los costos de vida, haciendo que muchxs residentes locales ya no puedan permitirse vivir en áreas que antes eran más accesibles, ni comprar productos que formaban parte de su comunidad.
Rocío aboga por un turismo responsable y ha trabajado con lugareñxs para mantener precios accesibles, sin importar la cantidad de turistas internacionales.
“No solo los extranjeros son responsables de la gentrificación turística; esta no ocurriría si los negocios locales decidieran no aumentar los precios. También es un tema de autorregulación y conciencia. Nosotros mismos contribuimos a ella cuando subimos los precios porque sabemos que los turistas pueden pagar más”.
Rocío, promotora turística
La gentrificación y el turismo han traído beneficios económicos y desafíos sociales. Es crucial que las políticas urbanas equilibren el desarrollo económico con la protección de las comunidades locales y la accesibilidad de la vivienda. Sin una gestión cuidadosa, el turismo puede convertirse en un agente de destrucción, más que en una fuente de riqueza cultural y económica para la ciudad.
¿Y tú, cuál estrategia crees que funcionaría para que los precios no se eleven a pesar de que lxs extranjerxs puedan pagarlos? ¿Qué propondrías para mantenerlos accesibles?
