Los negocios que sobreviven en CDMX: Pastelería Madrid

En la CDMX hay negocios de gastronomía que sobreviven no solo a la gentrificación, sino también a sismos, pandemias y a crisis de todo tipo.

Los negocios que sobreviven en CDMX: Pastelería Madrid

¿Cuáles lugares icónicos de CDMX han sobrevivido a la gentrificación? Es importante reconocer que las panaderías, restaurantes y cualquier negocio más o menos tradicional no solo ha sobrevivido a los desplazamientos propios de este fenómeno, sino a otras situaciones que se han presentado en nuestra metrópolis.

Pastelería Madrid en el centro de CDMX

Un caso que llama la atención es el de la Pastelería Madrid, en el Centro Histórico de CDMX. Se mantiene de pie desde su fundación en 1939, cuando una familia de inmigrantes españolxs buscaba una forma de ganarse la vida en la urbe chilanga. Inició como bizcochería y panadería, después abrieron una fuente de sodas y la sección de comida se inauguró a finales de los 60.

Entrar a la Madrid es ser invitadx por el aroma del pan recién horneado y seducidx por las repisas, mostradores y hasta máquinas contadoras antiguas. La barra de café alberga a lxs hambrientxs que disfrutan su pan y café, el tradicional paquete de dos tostadas con agua del día o hasta una comida completa.


Punto de reunión entre chilangxs y extranjerxs

En una breve plática que tuvimos con su gerente —quien no nos dio su nombre, pero nos confirmó su puesto— nos reveló que, si bien es cierto que han visto un aumento de presencia extranjera en la capital, esto no les ha provocado mayor problema. Asegura que siempre cuentan con un personal preparado para atenderlxs y que, según él, su verdadero problema son los cierres de calles y de la plaza debido a las manifestaciones de la ciudad, ya que la pastelería se encuentra a escasos pasos del zócalo capitalino.

Como desde hace 85 años, en la cafetería y pasillos de la Pastelería Madrid siempre encontrarás a chilangxs comprando pan dulce o probando su menú para continuar la marcha diaria. Algunxs asisten con ropa de trabajo o bolsas llenas de compras; pero es innegable que la presencia de extranjerxs fascinadxs por los sabores, colores y aromas del lugar ha crecido.

Es fácil identificar qué extranjerxs son turistas y quiénes ya adoptaron comprar su pan de la Madrid como nuevxs residentes de la ciudad. Lxs primerxs se delatan porque llegan confundidxs y hasta estresadxs porque no entienden la dinámica de compra-venta que caracteriza a la pastelería, como una pareja de ancianxs japonesxs que, entre inglés y japonés, intentaban darse a entender; otrxs entran tranquilxs, eligen su pan para la semana y piden ayuda para traducir sus palabras natales a las cajeras hispanohablantes. Lo curioso es que a ambos tipos los encontrarás, en su mayoría, los sábados o domingos.

El encanto de la Madrid se encuentra en la conservación de su diseño y tradición. Es un espacio que se yergue con el orgullo de chilangxs vecinxs, mientras se mezcla con estos tiempos globalizados recibiendo a todxs por igual, sin alterar su imagen, esencia e historia.

¿Dónde está la Pastelería Madrid?

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