En 1968, César Nataren Arellano, conocido como “El Vitaminas”, fundó un negocio en CDMX tras vivir 30 años en Estados Unidos. Primero puso su puesto de caldos de res y, después de comprarle la esquina al dueño del lugar se estableció donde el negocio familiar perdura. Hoy, tanto el sabor como parte del mobiliario se mantienen. Ahora al frente está Patricia Durán Martínez, quien fue la esposa de El Vitaminas y le trajo al lugar ―donde se conocieron― la receta del mole de olla poblano. Esta, sumada a los caldos de res de la familia de don Nataren, de Oaxaca, es parte del breve, pero icónico menú.
“Estamos resistiendo”, apunta Ciro, hijo de El Vitaminas, quien confirma que ni sus salsas han cambiado. “Mi mamá es de la idea de que la salsa, como en el pueblo, tiene que picar; y el mole, tiene que saber rico”, asegura el heredero de la tradición, a quien le han contado que hasta en el mercado de la colonia han adaptado sus comidas tradicionales para lxs extranjerxs.
“Sí se dan unas enchiladas”, sostiene Ciro sobre la clientela extranjera que a veces coexiste con clientes que incluso lo vieron crecer. Eso sí, doña Patricia, les exige comunicarse en español.
Ciro reconoce que han podido mantener sus precios porque son dueñxs del local, privilegio que pocxs tienen, ya que en la zona las rentas mensuales pueden ir de los $25,000 a los $35,000, según sus cálculos. “De hecho, antes de que empezara a haber así mucha gente, muchx extranjerx, tuvimos la necesidad de subir los precios, entonces decían que era ‘el mole de olla caro’”, advierte sobre la especialidad cuyo plato grande está en $100, mientras la foto de El Vitaminas original parece mirar con orgullo la permanencia del negocio.
Av. José Martí 194, Escandón II Sección, CDMX. Lun-sáb: 9:30-18:30 h, dom: 11:30-18:30 h. Caldo de res $120, mole de olla chico $90, grande $100.
