Por: Miriam Castillo*
La gentrificación no es un proceso que pueda hacerse con una receta. Como es un fenómeno social, cambia con cada zona y actor donde se desarrolla. Sin embargo, académicxs han detectado algunos de los puntos más constantes.
1. Una zona necesita dinero. Por definición, la gentrificación inicia normalmente en una zona donde los espacios necesitan inversión. Según Lorena Umaña, doctora de ciencias políticas y sociales de la UNAM, ocurre fundamentalmente en centros históricos de muchos lugares del mundo.
En el caso de la Ciudad de México está el terremoto de 1985, que provocó que muchas casas quedaran vacías. Colonias enteras como la Condesa, la Roma o el Centro Histórico se volvieron suelo fértil para la gentrificación a partir de la catástrofe.
2. Hay un valor patrimonial o cultural que puede explotarse
Y aquí interviene otro elemento, se necesita de un valor agregado para la zona, que a veces es lo exótico (como en el caso de aquellos donde hay un valor histórico o patrimonial).
Las colonias que podemos enumerar en este caso pueden ser la Juárez, por la arquitectura de sus edificios, o la colonia Santa María la Ribera.
3. El dinero llega
En cada colonia varía, pero el principio es que una zona recibe la inversión que necesita. Puede ser el gobierno cuando emprende un plan de recuperación de los centros históricos, propuestas de cambio de uso de suelo, programas para el impulso comercial en algunos barrios o la intervención de la iniciativa privada como fue el caso del barrio de Xoco en la alcaldía Coyoacán (personas que heredan o compran inmuebles en zonas “poco deseables”, en los que deciden invertir).
4. Cambia el paisaje y expulsan a la población originaria
Inicia un proceso denominado “revalorización”: hay un cambio en el paisaje social y comercial de las zonas. Empiezan a aparecer museos, galerías, bares; comienza la llegada de clases medias y el desplazamiento, expulsión o sustitución de población de menores ingresos o sectores populares que solían vivir allí.
En esta parte del proceso también se ven afectados los comercios pequeños que dan servicio a los vecinxs como las verdulerías, carnicerías, tortillerías, tlapalerías y giros similares. Con esa evolución, el panorama en los restaurantes también cambia. Según Adrián Hernández, las demandas de productos o servicios de la clase media o media alta que comienza a poblar la zona sustituyen las de la población original. Es en esa ventana de negocio donde los locales de comida pueden tener un cambio.
5. Suben las rentas y los precios de la vivienda
El valor del suelo y la vivienda se incrementa y sectores con mayores ingresos ocupan las viviendas de quienes no pueden pagar los nuevos precios.
Por la ubicación del país y debido a las condiciones de teletrabajo que ha facilitado la pandemia, es común que algunos de los espacios los ocupen personas de otras nacionalidades con mayor poder adquisitivo. Sin embargo, la entrada de extranjerxs no es una causa directa de la gentrificación.
Según Luis Alberto Salinas, investigador del departamento de Geografía Social del Instituto de Geografía de la UNAM, la gentrificación es un fenómeno “mitad social y mitad financiero”, lo que genera que el panorama se vaya modificando. “Es el favor privado o el factor financiero el que provoca la transformación urbana. Es el mercado el que mantiene la condiciones necesarias para que siga sucediendo. Simplemente llega quien puede pagar”.
*Miriam Castillo es periodista desde 2002. Ha editado y publicado textos para The New York Times y The Washington Post. Fue jefa de información del programa “¿Qué chilangos pasa?” en Radio Chilango y de Atando Cabos con Denise Maerker en Radio Fórmula. Es coautora de La Estafa Maestra, el reportaje y el libro que recibió el premio Ortega y Gasset. Síguela en @Micmoya.