Éstas son las notas que nos duele hacer en Chilango. Ahí está uno feliz de la vida dándole con todo a la tindereada, cuando nos enteramos que las mafias del crimen web buscan ponerle un cuatro a los usuarios aprovechándose de que andan un poco necesitados de amor y calor humano.
Para los que son usuarios de Tinder, pero también para todos aquellos que dicen no tener cuenta pero que constantemente les dicen “Oye, te vi el otro día en Tinder, ¿qué onda?”, les dejamos algunos de los tipos de fraudes más comunes en la red móvil.
La firma de seguridad Symantec detectó una serie de perfiles en Tinder que buscan engañar al usuario para comprometer sus dispositivos, extraer información personal, ofrecer servicios sexuales o darle baje con su quincena.
Éstos son algunos de los tipos de engaños que ha detectado la firma en Tinder.
Privados virtuales vía webcams.
La regla número uno que todo usuario de internet debería aprenderse es: “Si algo es demasiado bueno como para ser cierto, es porque seguramente no lo es”. Bueno, pues si haces match en Tinder con un morro o chava súper buena y lo primero que te ponen en el chat es algo como: “Me voy a cambiar de ropa interior ¿quieres verme?”… ¿te ha pasado?
Tu primer pensamiento no debería ser “A hue…” o “Yes, soy un ligador”. En este punto, las chicas tienen ventaja porque controlan mejor la hormona.
Symantec dice que mucho ojo, porque estas cuentas ofrecen sesiones privadas en video vía webcam y le piden al usuario hacer clic en un enlace a otro sitio web. El objetivo es sacar al usuario de Tinder y trasladarlo a plataformas o aplicaciones donde pueden infectarlo o robar datos.
Recomendación: Que todo lo que manden (fotos, videos o mensajes) sea en Tinder. Al menos hasta que hayas obtenido información suficiente como para saber si se trata de una cuenta real.
Si me ganas, tenemos una cita.
Symantec reporta que otra de las campañas de fraude detectadas está relacionada a aplicaciones móviles. Con el objetivo de no ahuyentar a los usuarios más precavidos (ésos que sí conocen la regla más importante de internet) en Tinder, que podrían tener sospechas por la facilidad en la que la “otra persona” les ofrece tener sesiones web para adultos, los criminales buscan ganarse la confianza a través del coqueteo.
“Si logras vencerme en Castle Clash podría considerar darte mi número”, dice la cuenta falsa y posteriormente invita al usuario a acceder a una liga web.
O sea que son pasados de lanza: primero medio que te ligan y luego te la aplican. Como en muchas relaciones, pero sin la diversión de por medio…
Symantec explica: “Una vez que un usuario respondía ‘sí’ o ‘no’, los spam bots los llevaban a sitios como tinderverified.com, en los que podría comprometer su cuenta de Tinder”.
Recomendación: Por suerte, la mayoría de estas cuentas bot escriben en inglés, lo que te podría ayudar a detectar que son falsas. Sin embargo, la mejor recomendación es llevar una conversación relajada, preguntar por lugares comunes de una ciudad, gustos personales. Hacer preguntas te permitirá saber si el perfil es un robot o alguien que te quiere ver la cara.
La Tinderservidora, a sus órdenes.
En los últimos meses, Tinder ha visto una alza en el número de perfiles dedicados a ofrecer servicios sexuales o pornografía a los usuarios.
“La mayoría de spam en Tinder está relacionado con fotografías provocativas de mujeres que incluyen un texto con términos que se usan en anuncios de prostitución en línea. Los mensajes también incluyen un URL a través del cual el usuario podría contactar a estas supuestas prostitutas”, dice la firma.
La razón por la que ponen ligas y texto en sus fotos de perfil es para evadir los motores de censura en Tinder. Algunos perfiles incluyen servicios como GFE, que en inglés es el acrónimo para “Experiencia como Novia”, por el que llegan a cobrar hasta 100 dólares por hora.
Por lo general, las ligas llevan al usuario a sitios o plataformas web de citas casuales o páginas de pornografía. El objetivo es tratar de convencerte.
“Cada una de las campañas de spam identificadas en Tinder tiene un punto en común: los programas afiliados (…): cada uno de los destinos o sitios web promovidos a través de estos métodos ofrece dinero a los spammers por atraer clientes potenciales”, dice.
Pa’ que vean que sí es negocio eso de andar haciendo que la gente llene formularios o se registre en sitios. Algunos sitios pagan alrededor de seis dólares por registro exitoso y en algunos casos hasta 60 si logran que el usuario pague o se suscriba como cliente premium.
Recomendación: Mucho cuidado con este tipo de cuentas. En algunos casos se ha reportado que contrario a ser sólo un fraude web, a veces son criminales de trata de personas.
Otro consejo: procuren no llenar formularios web con sus datos personales a menos que confíen en el sitio. Si navegas por un sitio que te dice: “llena el registro y llévate un iPad nueva gratis”, recuerda la primera regla de internet y piensa: “¿Qué clase de loco o demente millonario buena onda me regalaría un iPad solo por darle mi nombre y domicilio?”. Ninguno. Lo misma pasa en Tinder: “¿Qué clase de súper modelo está dispuesta(o) a tener sexo conmigo o desnudarse frente a mí a los primeros 30 segundos de haberme conocido de manera virtual?”. Ya vieron por dónde va la cosa, ¿verdad?.